Mi matrimonio terminó porque fui la esposa necia y pendenciera que describe la Biblia. Y no fui sumisa a Jordan. Solo cumplí con mi rol de ayudante; de hecho, quería resolverlo todo por él, y lo resolví todo por él. No le di el espacio que merece un esposo. No lo honré en muchos aspectos, y el principal fue en nuestra intimidad de pareja. Mi esposo, entonces, se vio obligado por el pecado a buscar otras fuentes, y una de ellas fue internet, hasta que se involucró con alguien en el trabajo. No puedo decir si hubo adulterio de su parte, pero la om (otra mujer) con la que se fue a vivir era su compañera de trabajo. ¿Qué puedo decir de ese tiempo? Fueron años dolorosos, en los cuales tuve que recurrir a mi EC (Esposo Celestial).
Quiero animarte a que vengas aquí todos los sábados para compartir tres cosas por las que estás agradecida, relacionadas con la semana pasada. Así es como convertimos el agradecimiento en un hábito, lo que por supuesto cambia la vida