No había espacio para que mi esposo fuera el líder principal. Yo tomaba las decisiones, pagaba las cuentas, definía los proyectos. La última palabra en la casa era mía. Hasta que empecé a sentir a Cooper distante y frío, y fui a hablar con él para entender qué estaba pasando, y me dijo que no quería seguir casado. Unos días después, fue a casa de mi padre, me devolvió, recogió su ropa, dejó su anillo y se fue, sin que yo estuviera en casa.
El momento más difícil fue cuando confirmaron a otra mujer. Recibir una llamada suya diciendo que James era su esposo fue muy doloroso, pero mi amado Esposo y Señor me ayudó y, como enseña Erin, guardé silencio sin decir más de lo debido y me despedí cortésmente de ella. El Señor me sostuvo en todo momento, me fortaleció y me dio mucha fe.
Hoy escribo con un corazón tranquilo, lleno de amor por Aquel que me eligió, mi Amado, mi EC(Esposo Celestial). Estos últimos días han sido especiales. Mi cónyuge ha regresado… Sí, ha regresado.
El punto de inflexión fue cuando comencé a orar y a buscar la voluntad del Señor y quise soltar a Mason. Ya no me importaba cuándo se restauraría nuestro matrimonio. Lo dejé todo, mi vida, para vivir los sueños de Dios. Dejé el trabajo donde estaba, que no era la voluntad de Dios, y comencé a tener tiempo para mi esposo, para mí misma, para mi hogar.
Tuve una pequeña esperanza de que el Señor lo detuviera en el último minuto, pero firmamos los papeles. Pero no importaba, porque sabía que si el Señor lo había permitido, ¡era porque tenía un plan! Me alegró mucho que Luke se sorprendiera. Mi ahora exesposo ya se había quitado el anillo, pero no me pidió que me quitara el mío. Así que usé mi anillo hasta el divorcio, como lo indicaban los cursos de EsperanzaalFin.com.
El Señor conocía mi carácter, sabía que era necesario que el fuego se calentara más para que yo despertara. ¡Fue entonces cuando el fuego se calentó de verdad! Quedé embarazada de mi segunda hija, y empecé a enojarme porque vi que a Mateo no le importaba la familia, no me hablaba para nada, el muro de odio se había instalado en mi casa, discutía por todo. Lloraba en los rincones mientras le preguntaba a Dios qué pasaba con mi familia y dónde estaba el hombre que me había dado para casarme.
Todos los momentos fueron muy difíciles, pero ver que se iba y que no le importaba todo lo que habíamos vivido juntos me dolió demasiado, pero allí el Señor me mostró que él es mi compañero y mi fiel esposo.
Entonces llamé a Calvin y le expliqué la situación, le dije que nuestra situación no era cómoda y que me gustaría que él tomara una decisión. Él me escuchó explicarle todo, sin decir nada, cuando le pregunté qué pensaba, me dijo que necesitaba un tiempo para responderme.
En diciembre íbamos a cumplir 3 años separados, mi Esposo hizo que Sammuel pasara por una situación difícil. Él tenía un buen trabajo y debido a la pandemia cerraron, todo el dinero que tenía se lo gastó. Mi Esposo lo redujo a una migaja de pan.
En diciembre íbamos a cumplir 3 años separados, mi Esposo hizo que Sammuel pasara por una situación difícil. Él tenía un buen trabajo y debido a la pandemia cerraron, todo el dinero que tenía se lo gastó. Mi Esposo lo redujo a una migaja de pan.