El momento más difícil fue cuando confirmaron a otra mujer. Recibir una llamada suya diciendo que James era su esposo fue muy doloroso, pero mi amado Esposo y Señor me ayudó y, como enseña Erin, guardé silencio sin decir más de lo debido y me despedí cortésmente de ella. El Señor me sostuvo en todo momento, me fortaleció y me dio mucha fe.
quiero animarte a que vengas aquí todos los sábados para compartir tres cosas por las que estás agradecida, relacionadas con la semana pasada. Así es como convertimos el agradecimiento en un hábito, lo que por supuesto cambia la vida