Testimonio de matrimonio RESTAURADO: “Viví con adulterio durante 11 años”

Abela, ¿cómo comenzó realmente tu viaje de restauración?

Todo empezó cuando hace 11 años intenté cambiar a mi esposo Jacson con mis fuerzas y fracasé. Desesperada por no saber qué más hacer y sin buscar solo al Señor, porque aún no conocía EsperanzaAlFin.com, comencé a fallar en mis planes, en escuchar y pedir consejo a los demás. Comencé a hundirme más y más en la ansiedad, el extremo, el pánico y la inseguridad.

He vivido con el adulterio en mi matrimonio durante 11 años. Un día estaba viendo un programa en internet que hablaba sobre relaciones de pareja, al final escribí lo que sentía sobre el tema expuesto. Unos días después alguien respondió a mi comentario. Y finalmente me envió la página web EsperanzaAlFin.com.

Para entonces ya había ordenado a Jacson que se fuera de casa y quería el divorcio. Pero en el fondo no quería el divorcio, sólo quería darle un susto para ver si las cosas cambiaban. Qué tonta fui. Entonces Jacson se fue de casa y yo empecé a idear un plan para olvidarme de él. Me involucré con otra persona, pero no podía sacarme a Jacson de la cabeza. En ese momento él ya vivía con otra mujer.

Estaba frustrada, triste sin saber qué hacer, me había separado de Jacson, pero aún así no me sentía en paz ni feliz. Así que entré a la  página web, y vi el título  Cómo Dios Puede y va a Restaurar su Matrimonio . Me dio esperanza, y no podía creer que finalmente alguien me estaba dando esperanza para empezar de nuevo. Porque mirando a mi alrededor nadie me apoyaba en que debía luchar por mi matrimonio. Así que la única esperanza visible que vi fueron las palabras escritas cuando entré al sitio. Así que comencé a llenar el Cuestionario de Esperanza Matrimonial, comencé a tomar cursos, leer devocionales, leer libros y todos los materiales disponibles. Entonces Dios comenzó a cambiarme y todavía me transforma cada día.

¿Cómo cambió Dios tu situación, Abela, cuando lo buscaste con todo tu corazón?

Cada vez que me acercaba más a Él, Él cambiaba gradualmente mi situación. Veía cambios día a día. Él me transformó de una manera increíble que la gente empezó a notar. Algunos decían que me convertí en alguien que es el felpudo de Jacson. Me bombardeaban constantemente con noticias sobre la otra mujer y Jacson en Facebook, y la gente me preguntaba todo el tiempo si todavía estaba casada con él después de ver todo esto. Llegué al punto en que dije que sí, pero por dentro sangraba de dolor. Pero Dios siempre estuvo a mi lado dándome el coraje para soportar.

¿Qué principios, de la Palabra de Dios (o a través de nuestros recursos), te enseñó el Señor durante esta prueba, Abela?

Dejar ir sigue siendo un proceso extremadamente difícil, pero no imposible de lograr. Cuanto más buscaba Su voluntad, más me sumergía en Su palabra, notaba que lograba dejar ir a Jacson de mis pensamientos. No me importaba y siempre era él quien se ponía en contacto conmigo, no yo.

¿Cuáles fueron los momentos más difíciles que Dios te ayudó a superar, Abela?

Los momentos más difíciles fueron cuando decían que la otra mujer o Jacson publicaban fotos juntos como una pareja feliz y él le decía a la gente que ya no estábamos juntos. Cuando vi algo lloré a los pies del Señor y Él me ayudó a salir adelante.

Abela, ¿cuál fue el “punto de inflexión” de tu restauración?

El punto de inflexión fue cuando mi amiga vio que él había publicado una foto en San Valentín con otra mujer. Me aconsejó que terminara este matrimonio y que no lo volviera a aceptar en mi casa cuando regresara de su viaje, porque esta es la segunda vez que viene a casa. Sin embargo, el año pasado regresó a mí y se fue por 9 meses diciendo que iba a hacer un viaje largo porque estaba construyendo una casa en su país, sin embargo, la otra mujer estuvo con él todo este tiempo. Cuando mi amiga me dijo esto, me desanimé y quise renunciar a todo, así que leí el devocional ese día: “¡Te he entristecido, pero no te entristeceré más!”. Allí, sentí que el Señor estaba a punto de darme un matrimonio restaurado.

Cuéntanos cómo sucedió, Abela. ¿Jacson simplemente entró por la puerta principal? Abela, ¿sospechaste o te diste cuenta de que estabas cerca de ser restaurada?

Dos días después, Jacson me llamó para decirme que comprara un boleto para dentro de dos semanas, cuando él estaría de regreso en casa. Amada, nuestro Dios tiene todo planeado para el tiempo que Él ha señalado. Pude pasar dos semanas antes de que él regresara a casa, releyendo las primeras lecciones del curso,  amabilidad en su lengua,  ganar sin palabras y un  espíritu suave y apacible .

Amada esto me hizo tener más combustible para cuando él regresara. Por eso les aconsejo que siempre relean los contenidos estudiados, esta es la clave de todo. Después de 2 semanas llegó Jacson gracias a Dios y después de 1 semana se cancelaron las fronteras y todos los vuelos por el Covid-19. Es decir que Dios hace todo en Su tiempo. Y nosotros estamos aquí en casa juntos con nuestro hijo. Y sé que Él terminará lo que empezó a hacer en nuestra familia.

¿Recomendarías alguno de nuestros recursos en particular que te ayudó, Abela?

Recomiendo todos los materiales que están disponibles aquí. Todos son obras divinas que nos ayudan mucho en este camino.

¿Te interesaría ayudar a animar a otras mujeres, Abela?

Sí.

De cualquier manera, Abela, ¿qué tipo de estímulo te gustaría dejarles a las mujeres, para concluir?

Amadas, Dios nunca falla, lo que está escrito en Su Palabra es verdad, Él cumple todo lo que dice. Tomen posesión de todas las escrituras para ustedes. Y aquí en el ministerio hay bendición para sus vidas. Nunca desistan de su matrimonio, busquen al Señor con todo su corazón. No olviden que Él dice, Él odia el divorcio. ¡Confíen en el Señor y Él hará todo!