Testimonio de Matrimonio Restaurado: “Es tiempo de hablar”

 “¡ Alabado sea Dios, que no ha rechazado mi oración ni me ha negado su amor!” P6620

Eloise, ¿cómo comenzó realmente tu viaje de restauración?

Mi restauración empezó como el alfarero, cuando la vasija de barro que tenía en la mano se echó a perder, Jeremías 18:4. Pensé que el Señor no me escuchaba, fue en el momento que creí que le estaba siendo fiel como religión, pero me di cuenta que le estaba fallando a mi Esposo Celestial, pero recuerdo perfectamente un día que le oré a mi Dios que me mostrara si Douglas me engañaba, porque siempre lo sospeché, él había cambiado mucho conmigo, dejó de visitar la Iglesia hacía dos años (creí que era por la mudanza), no le reclamé porque él no mostraba sospechas, pero él llevaba dos años de relación con la otra mujer y en esa relación, nació una niña.

Un día entré a mi habitación y en ese momento entró a su celular un mensaje de la otra mujer, ahí fue cuando descubrí todo porque era una compañera de trabajo que siempre fue su amiga y me sorprendió que le escribiera porque ya no me hablaba de ella. Cuando miré su mensaje fue que sentí, como el alfarero y el barro, yo soy el barro que sintió el dolor que se experimenta cuando se echa a perder. Desde allí me di cuenta de que Dios estaba conmigo cuando escuché esa oración donde me mostró toda la verdad. Con lágrimas y dolor agradecí a Dios por lo que me estaba pasando, el Espíritu Santo me consoló, sentí por segunda vez, cómo mi Esposo Celestial estaba allí en ese momento, fue una experiencia única.

Douglas nunca quiso salir de casa. Me dijo que si se iba, no volvería jamás; que no quería estar con ella, pero tampoco se disculpó en ese momento. Creo que me costó mucho sentir dolor y rabia sabiendo que lo tenía en casa. No creía en nada. Pero acordamos visitar una iglesia.

Eloise, ¿cómo cambió Dios tu situación cuando lo buscaste con todo tu corazón? 

Con el paso de las semanas, asistimos a una iglesia, pero no nos reconciliamos con el Señor. Vi un testimonio de restauración matrimonial. El caso era que ella había cometido adulterio. En ese momento, el Espíritu Santo me mostró el siguiente versículo E3:7:  tiempo de callar y tiempo de hablar. Mis seres queridos me recordaron todos los errores que cometí en el pasado y que guardé silencio durante años. Era tiempo de hablar. Juzgué a mi esposo, y Dios me enseñó que debí haber hablado con mi esposo terrenal. El año que nos casamos cometí adulterio y caí de rodillas pidiendo perdón a Dios. Me alejé de todo. Mi esposo terrenal no se dio cuenta.

Un domingo en el templo, la predicación fue P2813: "Quien encubre sus pecados no prospera, pero quien los confiesa y los abandona alcanza misericordia ". Una vez más, el Señor me habló: "Es tiempo de hablar". Sabía que esto me separaría por completo de mi esposo terrenal. Ten valor y acepta lo sucedido. Se lo conté a mi esposo y para él fue algo que nunca había sentido en su vida, incluso cuando cometió adulterio. Comprendí que el cambio debía ser para ambos. Mi Esposo Celestial me mostró que mi error comenzó conmigo. Mi esposo terrenal me dio otra oportunidad, le entregamos nuestras vidas al Señor, hasta que experimentó dolor y me pidió perdón.

¿Qué principios, de la Palabra de Dios (o a través de nuestros recursos), te enseñó el Señor durante esta prueba, Eloise?

R826 De la misma manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Me he sentido débil desde que comencé mi restauración. Las pruebas son lo más difícil, pero me ayudaron a creer más en mi Esposo Celestial. Durante mi restauración, el material de EsperanzaalFin apareció en mi vida. Sentí que el Espíritu Santo me confortó y me guió a tener una relación con mi Amor. Gracias, Dios, llegaste en el momento justo. Mi vida volvió a sonreír cuando encontré la verdad.

El libro Como Dios puede y va a restaurar su matrimonio, llego en el momento justo, ese libro fue para mi, me di cuenta que Dios siempre me escuchaba.

Las pruebas son muy duras, porque el enemigo ataca más en nuestra mente con la duda.

Eloise, ¿cuáles fueron los momentos más difíciles que Dios te ayudó a superar?

Las pruebas son los momentos más difíciles, y la confianza entre mi esposo terrenal y yo... creo que para Douglas lo más increíble fue creer que Dios me había perdonado y que él también creía haber sido perdonado. Dios me ayudó a atravesar valles de sombra de muerte para confiar en Él y mantener viva la fe.

Eloise, ¿cuál fue el “punto de inflexión” de tu restauración? 

Al conocer a mi Esposo Celestial de una manera tan personal que nunca lo experimenté, EsperanzaalFin.com fue una fuente que me ayudó y que mi Esposo Celestial trajo a mí.

Cuéntanos cómo sucedió, Eloise. ¿Douglas entró por la puerta principal sin más? Eloise, ¿sospechaste o te diste cuenta de que estabas a punto de ser restaurada?

Douglas nunca se fue ni abandonó mi casa, a pesar de que tenía una hija de la otra relación, el sentía que no debía salir de su casa en ningún momento, su familia siempre fuimos mi hija y yo; de mi dependía echarlo de casa o dejarlo a mi lado, a pesar de los años que nos tomaría ganar confianza.

Mi restauración fue rápida, el Señor se encargó de hacernos ver a cada uno nuestra falta, desde ese momento todo cambió, hasta su bienestar, su trabajo, su salud y su relación conmigo cambió por completo.

¿Recomendarías alguno de nuestros recursos en particular que te ayudó, Eloise?

El material de EsperanzaalFin.com está escrito para cambiar vidas y restaurar cualquier matrimonio que lo desee, desde cómo ser sabia hasta material para hombres .

Mi esposo se interesó en el material para hombres y él mismo lo recomendó a otros, ayudándolos a motivarlos a restaurar sus matrimonios. Llevamos tres años restaurados.

¿Te interesaría ayudar a animar a otras mujeres, Eloise?

 Sí, en todos los casos.

De cualquier manera, Eloise, ¿qué tipo de estímulo te gustaría dejarles a las mujeres, como conclusión?

He animado a otros, he compartido el material, y quienes tuvieron interés en leerlo y restaurarse, lograron su objetivo. Vi el caso de una joven con tres años de divorcio, que se restauró, se volvió a casar y tuvo otro hijo. Para Dios no hay nada imposible.

Simplemente clamamos a Dios y Él escucha nuestra oración. Ahora nos dedicamos a compartir el material de EsperanzaalFin.com con quienes Dios nos envía.

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