“Porque por fe andamos, no por vista.” 2 Corintios 5:7
Meagan, ¿cómo comenzó realmente tu viaje de restauración?
Bueno en realidad tengo 11 años de casada y el año anterior en septiembre mi esposo Ricardo empezó a cambiar de una manera que yo no entendía, trabajábamos juntos y él ya no me llevaba a la casa sino que decía que tenía que hacer otra cosa y yo tenía que regresar a la casa en otro vehículo. Los fines de semana él salía temprano de la casa y llegaba en la noche. Ya no quería estar conmigo ni me llevaba a donde yo iba, luego descubrí que él iba a la casa de una amiga de él. Ella apareció para el mes de julio, tenía una hija de 7 años con la que Ricardo se había encariñado ya que no tenemos hijos. Para el mes de noviembre la situación se hizo insoportable, Ricardo parecía otra persona. Nadie en el trabajo lo reconocía. Yo quería dejar mi trabajo e irme a trabajar a otro lado pero pensaba en cuánto dinero podría ganar si los negocios en los que estaba trabajando funcionaban.
En noviembre decidí hablar con Ricardo, lo cual no fue buena idea ya que me dijo que ya no me amaba y posiblemente nunca me amó, que todo lo que habíamos vivido en 10 años era mentira, insinuó que yo lo había obligado a casarse conmigo, que quería ser padre, me culpó de todas sus frustraciones a lo cual yo le tenía miedo. Culpé a la iglesia donde asistíamos, ya que él estaba decidido a separarse de mí.
Después de unas semanas vimos las facturas de las tarjetas de crédito y los préstamos que teníamos y que estábamos pagando, a lo cual él se enojó y me dijo cosas más duras indicándome que por mi culpa estábamos endeudados y que yo era lo peor que le había pasado en su vida. Decidió dormir en la sala y siempre me decía que se iba a separar de mí. En este tiempo él seguía saliendo con su amiga y su hija y cada vez era más extraño. Yo no sabía qué hacer, estaba desesperada, amigos de la iglesia me dieron muchos consejos los cuales no funcionaron. Oré desesperadamente sin respuesta, mi dolor era profundo y me pasaba todos los días llorando.
Hable con unos familiares que eran pastores de una iglesia, que vinieron a hablar con nosotros y allí Ricardo me expresó todo el odio que sentía por mí y que ya no quería estar conmigo, allí mi primo le dijo que le daría 40 días para pensar si quería una reconciliación. Seguí orando y buscando ayuda. Hable con otro amigo Pastor que me tranquilizó mucho, él estaba a favor de la reconciliación. Para el mes de enero casi en la última semana por casualidad encontré un testimonio de restauración matrimonial de su ministerio el cual me impacto y vi que Dios me estaba dando esperanza a pesar de todo lo que decía el resto de las personas. Comencé a seguir la página y a seguir los cursos. A pesar de ser cristiana por aproximadamente 26 años, el Señor me llevó a otro nivel en mi relación con Él.
¿Cómo cambió Dios tu situación, Meagan, cuando lo buscaste con todo tu corazón?
Comencé a seguir los principios que se enseñan en el libro y aunque a veces era difícil ya que trabajaba con Ricardo, mi amado EC (Esposo Celestial) me ayudaba y me levantaba cada vez que quería rendirme. Me enseñó a tener paciencia, a confiar en Él, a creer que todo es posible, el corazón de Ricardo comenzó a ablandarse hacia mí, comencé a leer el material, los libros, devocionales y el Señor comenzó a cambiar la situación.
¿Qué principios, de la Palabra de Dios (o a través de nuestros recursos), te enseñó el Señor durante esta prueba, Meagan?
Fueron muchas, callarme fue lo más difícil y soltar… ufff eso sí que fue duro, no llamarlo ni buscarlo, no contarle mis problemas, ganar sin decir palabra , aceptar mi situación y ser feliz.
¿Cuáles fueron los momentos más difíciles que Dios te ayudó a superar, Meagan?
Cuando Ricardo me dijo que ya no quería nada conmigo y que ni siquiera quería una reconciliación. Cuando tuve que arreglar el viaje desde mi trabajo en otro transporte ya que por la pandemia no había mucho transporte para tomar, cuando supe que lo iba a ver.
Meagan, ¿cuál fue el “punto de inflexión” de tu restauración?
El momento crucial fue cuando oré al Señor y le entregué todo, le pedí que me ayudara a ser feliz con mi situación y le dije que aceptaba Su voluntad y que sólo Él podía hacer milagros.
Cuéntanos cómo sucedió, Meagan. ¿Ricardo entró por la puerta principal? Meagan, ¿sospechaste o te diste cuenta de que estabas a punto de ser restaurada?
Dos semanas antes de su regreso Ricardo empezó a llamarme y a ayudarme con el transporte al trabajo sin que yo se lo pidiera. Una tarde me llamó y empezamos a hablar de lo que estaba pasando con nuestra situación. Me dijo que me veía tranquila en medio de todo lo que estaba pasando y yo le dije que estaba tranquila. Entonces empezó a explicarme lo que había pasado con su amiga y su hija y me dijo que no podía estar con ella ya que era un hombre casado.
Luego un lunes me llamó en la noche ya que había restricción vehicular por la pandemia y me dijo que iba a venir a casa ya que no podía llegar a la casa de su mamá que era donde estaba viviendo. Le dije que estaba bien, cuando llegó le di de comer y luego empezamos a hablar bajito. Él estaba durmiendo en el sofá de la sala así que le ofrecí las cobijas y me dijo que no, me preguntó si podía dormir en nuestra cama y le dije que sí. Desde ese día no sabía si iba a estar solo esos días o si ya se estaba quedando. En el trabajo ya empezó a llamarme su esposa delante de todos y a estar más pendiente de mí. Ese fin de semana me dijo que decidió quedarse en casa e intentarlo de nuevo y le dije que estaba bien. Sé que el Señor sigue haciendo su obra perfecta en Ricardo. Oro para que él tenga un encuentro personal con mi EC y llegue a amarlo tanto como yo.
En realidad no, porque muchas cosas parecían estar yendo hacia la restauración, pero luego fue como retroceder y no pude ver, pero sucedió de repente.
¿Recomendarías alguno de nuestros recursos en particular que te ayudó, Meagan?
El libro "Como Dios Puede y va Restaurar tu Matrimonio" fue el material principal que leí y escuché tantas veces, los cursos que ofrecen y todo el material que esta en la pagina de Esperanzaalfin.com me ayudaron mucho y fue encontrar mis respuestas a muchas preguntas que siempre tenia.
¿Te interesaría ayudar a animar a otras mujeres, Meagan?
Sí, me gustaría.
De cualquier manera, Meagan, ¿qué tipo de estímulo te gustaría dejarles a las mujeres, para concluir?
Queridas damas, el Señor es quien hace y deshace las cosas, no hay nadie más poderoso que Él, en Su mano está el corazón de vuestro esposo terrenal y sólo Él puede devolvérselo. Si os acercáis al Padre eterno y le entregáis todo lo que sois y le entregáis vuestro corazón y vuestros deseos y anhelos y dejáis que Él os transforme, vuestro EC no os defraudará. Él se dará a conocer y lo amaréis con todo vuestro corazón, alma y mente, y Él hará que vuestra situación dé un vuelco en un instante.
No pierdas la esperanza porque todo está en manos de nuestro amado Esposo Celestial, nada ni nadie puede alterar nada de lo que Él ya ha dicho, estamos bajo su voluntad y su mano poderosa, y Él nos ama tanto que permitió esto para que nos demos cuenta que su amor es más infinito que el amor de un hombre. Si Él es tu todo, Él te devolverá lo que perdiste y te agregará aún más de Sus bendiciones.
Alabado sea Nuestro Amado Esposo que trae Victoria.
Recién recuerdo que en algún tiempo yo también recibí esas devastadora palabras que ponen en evidencia el rechazo, el orgullo y el desprecio que se puede experimentar en medio de una ruptura. El enemigo es astuto y sabe que las palabras duelen mucho.
En venganza, erróneamente respondí diciendo y tratando de convencerme de que ” tampoco yo lo necesitaba ( a et), que podía sola, que sería feliz sin él, que encontraría a alguien más, que podría hacer miles de cosas mejores sin él”.
Afortunadamente, mi Amado prevalece en Su voluntad siempre y alabado sea
I558 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Él si tenia todo el panorama de nuestra situación, de mis errores, de que había sido yo la causante de toda la situación por la necedad de mi corazón, por la idolatría en la que caí muchas veces y porque separa de Él nada BUENO podía hacer.
Este testimonio trae a mi memoria Su fidelidad desmesurada. Sólo un Amoroso y Fiel consejero puede convencernos de lo que está mal, sólo Él puede traernos a Su verdad con lazos de amor y sólo Él tiene el poder de enamorarnos profundamente hasta despertar ese celo de obediencia en nuestro corazón.
❤️🔥
Toda mi alabanza para aquel que hizo los cielos y la tierra y todo lo que ellos hay, la gloria al rey de reyes y señor de señores, sigamos en el camino estrecho pero tomadas de la mano de nuestro amor verdadero nuestro esposo celestial 🙌🏻🙌🏻🙌🏻