Testimonio de Matrimonio RESTAURADO: “El día que la tierra se abrió y me tragó”

♕Promesa de hoy: “Y me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo vuestro corazón”. J2913

Alana, ¿cómo empezó realmente tu viaje de restauración?

Creo que mi viaje de restauración comenzó el día en que mi et (esposo terrenal) dijo que ya no quería nuestro matrimonio. Eso fue hace 8 meses y ese día la tierra se abrió y me tragó. Sin embargo, durante el viaje fui moldeada por mi Amado y Él me mostró que esta situación comenzó mucho antes. Con el tiempo que pasé con Él, mi Amado me fue mostrando momentos, situaciones y actitudes que culminaron en la "muerte" de mi matrimonio. Esa fue una de las palabras que mi et usó para describir la situación, dijo que nuestro matrimonio había muerto. 

Lo que en realidad sucedió fue que nuestro matrimonio que se había convertido en una frialdad realmente murió y mi Amado comenzó a resucitarlo para convertirlo en un matrimonio completamente nuevo. Para describir un poco mejor las cosas, sucedió así: una mañana mi marido se fue de casa sin avisarme. Llevábamos algún tiempo siendo distantes y fríos el uno con el otro. Él tenía 2 trabajos y yo también trabajaba y se había convertido en una persona rencorosa y pendenciera. Cuando desperté lo llamé y estaba súper enojado exigiendo una explicación, me gritó y dijo que no quería estar casado más. A partir de entonces, las cosas no hicieron más que empeorar. Me comuniqué con nuestro pastor y le dije, entonces fue a hablar con mi esposo y se ofendió. ¡Un gran error! Al principio, mi et se quedaba en casa durmiendo en el sofá e incluso teníamos intimidad en ocasiones. Sin embargo, después de aproximadamente un mes, como yo no había cambiado, decidió salir de casa. Gracias a la compasión de mi Amado, en la primera semana busqué en Internet restauración del matrimonio y encontré tu libro que leí en unos días. Entonces cuando él salió de casa yo ya estaba siendo restaurada en mi alma por mi Amado y pude dejarlo ir sin peleas ni exigencias. 

¿Cómo cambió Dios tu situación, Alana, mientras lo buscabas de todo corazón? 

Desde el primer momento que tuve acceso al libro y a los cursos se me cayó la balanza que había en los ojos, todo el orgullo y arrogancia proveniente del amor propio. Vi quién era realmente y no me gustó la persona que vi. Mi Amado me mostró cada día cuánto necesitaba cambiar. Recuerdo noches que pasé llorando y pidiéndole que me cambiara, rogándole que sacara toda la dureza de mi corazón. Aprendí con tus cursos y con mi EC (Esposo Celestial) los principios de la Palabra y me convertí en la mujer preciosa a los ojos de Dios con un espíritu apacible y tranquilo . Pasó el tiempo y cuanto más buscaba a mi Esposo Celestial más se acercaba y me tendía la mano mi esposo terrenal. Durante este viaje, él y yo nunca hemos perdido el contacto que no todas las novias tienen la suerte de tener. Tenemos un hijo de 5 años así que para animar a su papá a venir más, siempre me iba cuando mi et venía a nuestra casa. Nunca olvidaré la generosidad de mi Amado durante los meses que solo éramos dos. Él me proporcionó todo y en abundancia como dijo que lo haría. Su amor me convirtió en una nueva persona que creía que nunca había sucedido después de convertirme en cristiano hace más de 15 años. Porque yo creía que ya lo conocía, pero Él me mostró que ni siquiera estaba cerca de conocerlo. ¡Por eso te alabo y te agradezco por este camino, por este ministerio, porque me hizo conocerlo realmente y tener una verdadera relación con Él! 

¿Qué principios, de la Palabra de Dios (o a través de nuestros recursos), Alana, te enseñó el Señor durante esta prueba? 

Fueron tantos principios los que pude aprender y estoy muy agradecida con mi Amado y con este ministerio por aprender cada uno de ellos, pero claro, hubo algunos que me cambiaron más que otros. Una de las cosas que más me impresionó fue el principio de guardar silencio y ganarse a los demás sin palabras , pero también de guardar silencio para ser discretos ante una situación que hoy en día todo el mundo deja escapar sin pensar en las consecuencias. ¡Me impresionó lo mucho que esto realmente funciona! Cuando dejé de hablar de la situación, mi carne dejó de alimentarse y noté que cada vez que cometía un desliz y hablaba de ello, mi carne emergía y los sentimientos de dolor, ira y amargura regresaban. Guardar silencio , junto con el principio del ayuno , me dio una nueva perspectiva de toda la situación. Me hizo ver la voluntad de mi Amado antes de cada prueba . 

Otro principio esencial fue dejar ir y pude ver que tiene muchas fases, desde dejarlo ir en lo físico, hasta dejarlo ir sin siquiera pensar en la otra persona o en la restauración del matrimonio. El abandono final fue en el corazón. Lo mejor de aprender a soltar es que en la misma medida que dejamos ir a nuestro esposo terrenal, más de nuestro Esposo Celestial recibimos y entonces nos sentimos amadas, valoradas y deseadas nuevamente. Eso es totalmente diferente de cómo nos sentíamos cuando buscábamos y anhelábamos a nuestro et . ¡Y es entonces cuando el verdadero gozo y la alegría de tener al Señor como nuestro Esposo Celestial realmente se afianza y nos cambia! 

¿Cuáles fueron los momentos más difíciles en los que Dios te ayudó, Alana?

Hubo muchas situaciones en las que sentí como si mis entrañas fueran un horno de fuego ardiendo, pero Él siempre estuvo ahí conmigo. Recuerdo que las pocas veces que esposo terrenal intentó regresar y a los pocos días se volvió a ir, fueron momentos terribles. Al principio volví a sentir todo el dolor del rechazo, pero con el tiempo estas situaciones se volvieron cada vez menos impactantes y cada vez Su Amor me rehizo y me hizo mejor y más refinada así como el oro se refina con el fuego. 

La última prueba de este tipo fue cuando mi et regresó a casa para siempre. Supuse que durante el tiempo que estuvo fuera, viviría con otra persona. Hasta entonces, nunca había admitido que en realidad no tenía a nadie. Lo interesante es que cuando finalmente confesó eso no me sentí triste ni sentí ese dolor en el corazón que sentía antes. Al contrario, sentí una paz tan inexplicable porque sabía que Mi Amado tenía el control de todo y estaba muy agradecida de que Él me hubiera impedido saber esto antes. 

Otros momentos difíciles fueron cuando mi et me pidió que me presentara en la defensa pública porque quería solicitar el divorcio. Fueron 2 veces que hizo este pedido, las dos veces mi Amado me salvó.

Alana, ¿cuál fue el “punto de inflexión” de tu restauración?  

El punto de inflexión sin duda fue cuando solté mi corazón. Estaba viviendo con mi EC completamente satisfecha y le dije que estaba dispuesta a vivir con Él si esa era Su voluntad porque si podía elegir, lo elegiría a Él. Muy poco después mi et regresó a casa. Era viernes y pidió pasar la noche con nosotros y dijo que quería volver a trasladar sus cosas. Como esto ya había sucedido en otras ocasiones, no tenía expectativas el sábado. Temprano esa mañana, la esposa del pastor me llamó y me preguntó si podía venir a hablar conmigo a casa. Ella vino y dijo que mi et había buscado a su esposo, nuestro pastor, la semana anterior y compartió que mi et se abrió con nuestro pastor. Su marido dijo que ni siquiera parecía la misma persona cuando entró en su oficina. Antes de esto, era una persona totalmente fría que ya ni siquiera contestaba las llamadas del pastor, y durante años habían sido muy amigos. Ella dijo que mi esposo terrenal lloró y dijo que su vida era terrible, entonces el pastor dijo que era hora de que regresara a casa y a su familia y nunca mirara atrás.

Cuéntanos ¿CÓMO pasó, Alana? ¿Su marido simplemente entro por la puerta principal? Alana, ¿sospechabas o podías decir que estabas cerca de ser restaurada? 

Bueno, acaba de aparecer el viernes. Al principio no dije nada. Mi esposo terrenal no me lo dijo pero escuché lo que pasó durante la conversación con la esposa de mi pastor. Ella dijo que  confesó que había estado viviendo con alguien y aunque no estaba del todo seguro de lo que quería, dijo que quería estar en casa con su familia. Sé que no parece una situación prometedora ya que él mismo no salió a decírmelo, pero la paz que me dio mi Amado durante esta conversación me aseguró de nuestra restauración. Mi Amado también me ha demostrado que todavía me queda un largo camino por recorrer, especialmente ahora que mi et está en casa. Porque él no está completamente quebrantado y aún no ha regresado a buscar a Dios de la manera que necesitará. Pero sé que Aquel que comenzó la obra es Aquel que la completará. Mi Amado es mío y yo soy suya, y Él ha hecho Su voluntad en mi vida. Mi familia y mi matrimonio son Su voluntad y Él es en quien confío. 

¿Recomendarías alguno de nuestros recursos en particular que te haya ayudado, Alana?

Los libros Cómo Dios puede y va a restaurar su matrimonio y Una mujer sabia son extremadamente buenos. Ambos están llenos de la sabiduría de Dios. El curso es muy útil porque nos permite absorber cada lección más fácilmente y vivir lo aprendido. También disfruté mucho el segundo curso , tiene varias lecciones que fueron mis favoritas y volví a ellas muchas, muchas veces.

¿Estarías interesada en ayudar a animar a otras mujeres, Alana? 

Sí. Ya llené mi solicitud para ser ministra en formación para convertirme en ministro .

De cualquier manera, Alana, ¿qué tipo de estímulo te gustaría dejar a las mujeres, en conclusión?

Busca a nuestro Amado. No te preocupes por nada más. Tu papel principal aquí en este viaje es encontrar a tu Esposo Celestial . Conocerlo es más importante que intentar hacer las cosas que crees que son correctas o incluso seguir los principios que estás aprendiendo. Incluso si te equivocas con uno u otro principio, si en tu corazón buscas a tu Amado y tienes el deseo de cumplir el principio, la próxima vez tendrás éxito y cuando menos lo imagines, tu matrimonio será restaurado. Busque ser Su Novia. Persigue a tu Esposo Celestial más intensamente de lo que perseguiste a tu esposo terrenal o restauración y verás a tu Amado transformando todo ante tus ojos. Así fue para mí y oro y confío en las promesas de mi Amado que también será así con vosotros para cada una de las que hoy estáis leyendo mi testimonio. Créame, sé que lo hará.