♕ La Promesa del día: "Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne." Ezequiel 36:26
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De ~ Amaris en México
Gracias doy a mi hermoso EC (Esposo Celestial), es tan bello y cuidadoso de nosotros. Escribo este testimonio para agradecer a mi EC Amado por el cuidado que tiene de mí y nuestros hijos.
En estás fechas dicembrinas había un poco de dudas sobre lo que mis hijos y yo haríamos, ellos siguen a la espera de su papá y me cuestionaban en dónde pasaríamos el 24 y 31 de diciembre, les pedí que oremos y esperemos confiando que nuestro Señor nos guiará, pudimos visitar a mi familia el 24 y 25, compartir los alimentos en agradable compañía y nada nos hizo falta, no tengo carro así que mi EC nos ayudó hasta con el transporte de ida y vuelta ya que en estás fechas sube el costo de los taxis para poder trasladarnos, pero gracias a Él no pagamos nada y pude viajar segura con mis hijos.
El 31 pudimos estar con mis suegros con quiénes en el pasado no tenía tanta relación éramos incluso cortantes y ajenos, nunca había podido verlos como familia ni siquiera aceptarlos todo por mi actitud contenciosa, grosera y juzgandoles en todo momento. Pero mi Amado me ha enseñado a morir a mí y dejarme moldear para que los demás puedan ver el reflejo de su amor en mi y yo pueda ver y tratar a otros con su amor, en una llamada antes de irnos a casa de mi suegro él me agradeció por ya no ser igual, ¡por haber cambiado! yo reconozco que todo se lo debo a mi Señor que me ha quebrantado para hacerme de nuevo, la estancia en su hogar fue bastante agradable y nos invitaron a pasar la noche ahí, ya que al siguiente día yo iría a visitar a mi et a la cárcel (otro testimonio que compartiré más adelante).
Mis hijos estuvieron felices, comimos muy rico y convivieron con sus primos y tíos quiénes también nos abrazan con tanto cariño. Doy gracias a mi Dios por el camino por dónde me ha traído y alabo su nombre porque mis hijos a su corta edad pueden reconocer su cuidado y amor, al llegar a casa nos sentamos a platicar como se sintieron y ellos me dicen que, que bueno es Dios que no pueden tener un mejor papá, seguimos aprendiendo como familia a seguir los pasos de mi Amado. Le agradezco porque nada nos falta y por el cambio que ha hecho principalmente en mí, me ha enseñado a mirar con misericordia a quiénes me rodean, anhelo que puedan conocerle y experimentar ese gran amor que yo encontré pero me ha enseñado a ganar sin una palabra, con mi actitud y en oración por todos.
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