♕ La Promesa del día: "Mi ser tiene sed de ti, mi cuerpo languidece por ti". Salmo 63:1
Hoy he recordado con el Principio #10 "Nómbralas una por una" que no debo de preocuparme por nada, que todo debo dejarlo en Sus manos y Él se encargará de esas personas que mi corazón ama, de las cosas que me preocupan y de la ansiedad que pueda sentir. Lo único que debo hacer es poner todo en Sus manos y Él hará.
Estoy batallando nuevamente con el tema de soltar a mi esposo, mi matrimonio y algunas obsesiones que sufro. Hoy recordé que solo debo enfocarme en el Señor y cantar sus maravillas, nada más debe preocuparme.
Por ahora estoy sola, todos se han ido. El Señor me está disciplinando nuevamente, pero se que sus promesas son verdad y que no me ha traído hasta aquí para dejarse así. Al contrario, Él sigue trabajando en mí.
Querida y amada, no hay nada más tranquilizador que dejar todo en Sus manos. Él se encargará de todos y todo. Cantemos a Él alabanzas por lo que ha hecho a nuestro favor. Él nos ama con amor eterno. No es hombre para que mienta. Lo que está en Sus manos no se perderá y a nosotras nos permitirá descansar. Amo al Señor, y le doy gracias por salir a mi encuentro. Él bien sabe lo que sucede en mi corazón, tanto así que me habla de ello en cada lección.
Dejemos toda ansiedad en Sus manos y en Él habrá paz y tranquilidad.
~ Rocio en Perú
Con el Principio #10 "Nómbralas una por una" aprendí lo siguiente:
- Para resistir la tentación debo primero: apartarme del mal, (y después de resistirlo debo hacer algo bueno. Es decir quedarme callada y después edificar con un buen comentario que comprenda que entiendo sus sentimientos o el punto a tratar.
- Alejarme de las malas compañías. Donde haya chisme / no me edifiquen. No importa lo que piensen.
- En la medida de lo posible reducir la televisión a mis hijos.
- Como mi ET sigue en el hogar debo: orar y ayunar por que Dios lo ayude a redimir su pecado.
- Dar gracias y alabar a mi Señor por todo lo que ha hecho en mí y a mi alrededor.
- En las batallas que normalmente son las mismas últimamente, mi pecado siempre ha sido pensar y rumiar pensamientos negativos en mi mente, que terminan apoderándose de mis emociones y al final mi lengua explota el veneno. Desde la semana pasada lo que me mostraron fue que debo aceptar y permitir la prueba... Mi Señor me está moldeando y guiando en cómo aprender a responder a ella sin desmoronarme pues ahora me concentré en NO pensar mal, ni rogar que aleje de mí lo que en ese momento no me agrada que esté sucediendo, pide poner en práctica: si algo venía a mi mente me repetía: "venceré al mal abrazando esta situación que está disciplinándome y si hago lo que es agradable a mi Señor, Él sabrá recompensarme".
Si me piden algún consejo trato de usar principios aquí aprendidos, aunque no son su estilo de vida. Así que seguiré haciendo lo que hasta ahora; aunque mi ET piensa que debo socializar para que mi hijos tengan amigos (sus hijos). No quiero ser desobediente, pediré guía al Señor, para que me ayude en esta situación, me diga que debo hacer y aplicaré lo aprendido ante una situación de berrinche por descuidos o falta de atención, guardaré silencio, dejaré de pensar en mi cabeza que esto es algo malo y les traerá muchos problemas de adultos, callaré, sonreiré y dejaré la mirada altiva, y ahora miraré con amor y comprensión.
Querida amiga, nos han dicho que muchas de nuestras batallas son perdidas en nuestra mente y esto sucede porque permitimos que los sentimientos dominen en la situación que estamos atravesando, es verdad que sentimos, no lo podemos evitar; pero te invito a que dejes de pensar tanto o suponer cosas que no sabes, el enemigo se complace cada vez nos inundamos con pensamientos y sentimientos negativos. No hay mejor manera de hacer que esto desaparezca que dejar de pensarlo, enfoca tu ojos, tus sentimientos y tus pensamientos a nuestro Señor, Él no sólo te da descanso, sino que al dejar que la prueba pase y tu permites que suceda, respondiendo amablemente Él te sabrá premiar... ¡CRÉELO! Bendiciones vendrán después de ser disciplinada.
“Ante todo vigila tu corazón porque en él está la fuente de tu vida” Proverbios 5:23
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en México.