Ara la tierra de tu corazon

Esta semana el señor ha estado trabajando conmigo en el tema del AMOR, y me mostro que en un inicio volví a RMI (Ministerios de Restauracion Internacional) con un corazón endurecido e indiferente, no solo roto. Llegue incapaz de amar y dejarse amar. Yo le llame crisis de FE. Y aunque sigo creyendo que si libramos una batalla en nuestra Fe. Lo mío era una tierra dura y seca en el corazón.
Doy tanta gracias a mi amado Señor que él sabe aún sin pedírselo, que áreas debían ser tratadas, déjenme les explico cómo fue llevándome a esto de lo que ahora quiero platicarles.
Al inicio por mis propios malos deseos (de la carne) hicieron menguar la voz de Dios, me alejé de su presencia, de la intimidad de nuestros encuentros, de separar ese tiempo valioso para pensar, estudiar y meditar su palabra y lo peor, de volverme una hacedora de su palabra, me convertí de nuevo en aquella falsa farisea que cumplía con ciertas cosas que me había establecido yo misma como ley y me sentía superior a los “incrédulos” con los que convivía. Hice crecer la arrogancia, la soberbia, la crítica, el juicio, la contención, los celos, la impaciencia, la ira, el resentimiento, la falta de perdón, tantas cosas que provenían de mis deseos desordenados de controlar personas y las situaciones. P35 “confía en el señor y no en tu propio entendimiento”
Esta semana escuche un mensaje acerca de lo que significa realmente amar, no como el mundo lo ha enseñado sino como Dios lo piensa, o podría decir como Dios lo es, pues sabemos y reconocemos que Dios es AMOR. Llego este mensaje a mi corazón, el amor, o amar o sentirme amado no tiene nada que ver con un sentimiento, aunque a veces al amor puede percibirse de esa manera, pues Dios no ha dado nuestros sentidos para disfrutar de él, de sus abrazos, su presencia. Pero cierto es que el NO sentirlo no significa que no este, y refiriendo a mis relaciones, yo le decía en aquellos inicios, Señor no tengo nada para darles estoy vacía, rota, mi amor es tan imperfecto, y el me decía, da lo que tengas y como este, así como la viuda que entrego sus últimas y únicas dos monedas en ofrenda,( El sabia mis carencias y aceptaba lo poco que tenía, sabiendo que él se iba a encargar de hacerlo prosperar) Trato conmigo de una forma tan compasiva, después de ahí me instruyo en lo siguiente, el amor tampoco es una decisión, porque yo quería hacerlo en mis propias fuerzas, porque era una mujer de “decisión y fuerza de voluntad “ tenía y debía que obedecerle y aunque el fin era correcto el medio por el que quería lograrlo NO. tenia que humillarme y pedírselo a mi fuente de amor inagotable, tenía que reconocer que, aunque la semilla del amor fue sembrada en mi interior por mi bautizo y reconocerlo como mi Señor y Salvador, Él es el experto agricultor y quien la hará crecer, con o sin mi ayuda.
Marcos 4:26NTV: Jesús también dijo:
“el reino de Dios es como un agricultor que esparce la semilla en la tierra. Dia y noche, sea que el este dormido o despierto, la semilla brota y crece, pero él no entiende como sucede. La tierra produce la cosecha por si sola. Primero aparece una hoja, luego se forma la espiga y finalmente el grano madura”

Esto lo relacióno con dos plantitas que plantaron mis hijos hace aproximadamente un mes, era un kit, donde venia la tierra en una bolsa, las semillas en otra y dos macetitas, junto con las instrucciones, mi niña pequeña quiso ser la primera, con la impaciencia de un niño ella quiso poner la tierra así tal cual venia de la bolsa, yo esparcí las semillas y ella puso la ultima capa de tierra, entonces note que la tierra por estar almacenada por algún tiempo supongo, se había endurecido y estaba como en bolas de tierra seca y dura. No la deshice pensando que íbamos a dañar las semillas y así las dejamos, ahí sembramos epazote. Hasta hoy no ha brotado ni una semilla, se quedaron atrapadas entre la tierra endurecida. A veces la riega, pero al ver que no brotaba nada, se desilusiono y ya la olvido.
Siguió el turno de mi hijo mayor, el Señor le ha dado el talento de ser muy precavido y obediente desde pequeño, así que solo le mencione lo de la tierra endurecida y el hizo todo solo. Primero aplasto y quebró la tierra con sus manos la revolvió y acomodo y puso semillas de cilantro, las tapo con mas tierra ablandada y el rego, fue muy meticuloso, ordenado y cuidadoso, en regarlas cada 3 día y ponerlas también al sol por periodos de tiempo, las sacaba al balcón y luego volvía protegerlas del sol y las hidrataba. Cuido de ella desde que la sembró. Y el primer brote apareció a los pocos días, luego la ramita y ahora las hojas de cilantro ya se aprecian, esperamos el tiempo que de poder usarlo en nuestra cocina.
¿Como pude relacionar esto con la palabra?
Yo pensaba que la buena semilla que ya había sido sembrada siguiera dando frutos, pero la tierra en mi corazón se había endurecido, y aunque mi experto agricultor tenía disponible para mí el agua (su palabra que es como corrientes de agua viva que calma toda sed) y tenia al sol (mi amado Jesús que es mi fuente de amor inagotable, constante y calienta mi alma) era necesario que fuera quebrantada la tierra de mi corazón, deshaciendo todas esas bolas que la arrogancia, la contienda, los celos, la falta de perdón y todas esas cosas que les mencione el señor me mostro y ahora mismo está tratando de una en una con ellas.
Mi esperanza es la siguiente, a su tiempo, sin prisa, el esta en control, arando profundamente mi tierra para hacer de ella una tierra buena, arrancando maleza desde la raíz, porque es meticuloso, ordenado y paciente y el todo lo hace bien, está quitando piedras y todo aquello que impediría que su buena semilla eche raíz.
Yo eligo creer que con sus innumerables riquezas en Cristo Jesús las hará crecer y dar fruto, esa es mi esperanza, quien inicio la buena obra en mi la llevara a feliz término, consciente que NO necesito VER o SENTIR que él es esta aquí y ahora mismo trabajando (EL ESTA SIEMPRE), tampoco necesito HACER algo para ayudarle, solo aquello que el me pida y esperar con paciencia que ya sea de día o de noche, este yo durmiendo o despierta Él lo hará en mí. alabado sea el nombre de mi Amado por siempre. Gracias por todo lo que eres en mi vida, Gracias por darme entendimiento y sabiduría para descifrar todo esto que antes estaba oculto, gracias por tu amor y tu compasión, gracias por instruirme y corregirme porque como un padre corrige a su hijo preferido así tu lo estás conmigo amado Padre Celestial.
Esto quiero aplicar para todas las buenas semillas, la de la compasión, la humildad, la alegría, la paz, el dominio propio, la fortaleza, etc. no solo para la semilla del AMOR, que para mi se ha convertido en la cosa en la que más quiero permanecer, la más valiosa que quiero desarrollar y hacer, porque creo que, permaneciendo en ella, permanezco en Dios y todos los demás frutos se dan por añadidura
1 corintios 13:13 “hay 3 cosas que permanecen, la fe la esperanza y el amor, pero la mas importante es el AMOR