Testimonio de matrimonio RESTAURADO: “Mi sueño hecho realidad”

“El Señor me dijo: «Ve y vuelve a amar a tu esposa, aunque sea amante de otro y adúltera. Ámala como ama el Señor a los israelitas, aunque se hayan vuelto a otros dioses y se deleiten con las tortas de pasas consagradas que les ofrecen»..” O31 

Dena, ¿Cómo comenzó realmente tu viaje de restauración?

Hace casi 4 años me di cuenta que mi esposo, Adrián, tenía una relación con otra mujer. Fue terrible para mis hijos y para mí, porque como dijo Erin, cometí errores terribles. Uno de estos errores fue decirle a mis hijos lo que estaba haciendo su papá. Pensé que estaba buscando la “dirección del Señor” para “ayudar” a Adrián a terminar esa otra relación, pero solo logré endurecer aún más su corazón.

He sido cristiana toda mi vida y pensé que el Señor aprobaría mi divorcio por adulterio. Pensé que tenía razón cuando en realidad, solo seguí destruyendo mi matrimonio y mi familia. Las discusiones se hicieron muy frecuentes y Adrián intentaba hacer cosas para tratar de hacerme creer que no había otra mujer. Incluso me compró un auto nuevo. Una mañana hace más de un año, en vísperas del día del padre, la otra mujer lo llamó muy temprano en la mañana y yo estaba despierta orando por él. Ese día ya no pudo evitarme y decidió irse. Después de un rato, regresó y tomó sus cosas mientras seguía discutiendo conmigo. Parecía que se arrepentía de su decisión, como si quisiera que le pidiera que se quedara, pero no lo hice y finalmente se fue con una maleta.

Mis hijos se dieron cuenta que él se había ido y con mucha tristeza mi hija me dijo que ella ya quería que su papá se fuera porque no soportaba la forma en que me trataba.

Estaba tan desesperada que comencé a buscar ayuda matrimonial, a ver testimonios en YouTube. Tenemos nuestro propio negocio, así que tenía que venir a trabajar todos los días y mirar la cara de Adrián que se había vuelto muy dura. Me miraba con odio y solo hablaba con enojo y yo le gritaba con enojo. Él seguía rechazándome y defendiendo a la otra mujer y rechazándome.

La batalla más dura empezó cuando perdí la fe junto con mi hijo cuando una noche él me dijo que ya no quería orar ni leer la biblia porque el Señor no respondía nuestras oraciones y su padre no llegaba a casa. Esa noche todos nos fuimos a dormir llorando, yo más aún porque realmente todas las noches me despertaba llorando hasta sentir que no podía respirar.

Fue entonces cuando volví a estar desesperada. Busqué y encontré en Internet el libro  Cómo Dios puede y va a restaurar su matrimonio . Empecé a leerlo y cuando me preguntaron: “¿Cuánto está usted dispuesta a dar para restaurar su matrimonio?”, dije: “¡Todo!”.

¿Cómo cambió Dios tu situación, Dena, cuando lo buscaste con todo tu corazón?

Me había llevado a tocar fondo. Mis hijos y yo vivíamos en una casa alquilada mientras que Adrián vivía en nuestra propia casa. Después de encontrar este ministerio, seguí el consejo del libro y me di cuenta de que el Señor no aprueba el divorcio, sino que me dijo en Oseas: "Ve y ama a ese hombre aunque sea adúltero".

Mi voluntad se disolvió y yo quise la voluntad de mi Amado Señor. Confieso que no quería volver con Adrián. No podía volver a dormir a su lado, nunca más saber que él había estado con otra mujer no solo una aventura sino una relación durante años. Así que “busqué al Señor y Él me escuchó y me libró de todos mis temores”. “Lo miré y no me avergoncé”

¡El Señor se ha convertido en mi todo! De hecho, alguien que había pasado por lo mismo me compartió el pasaje de Isaías 54 y lo leí mientras oraba todas las mañanas declarando con fe que el Señor cuidaría de mis hijos y de mí. Seguí el consejo que daba el libro. Ya no llamaba a Adrián para nada, ni siquiera para asuntos de trabajo, ya no. Ya no lo seguí a la casa de la otra mujer. Empecé a dejarlo ir.

¿Qué principios, de la Palabra de Dios (o a través de nuestros recursos), te enseñó el Señor durante esta prueba, Dena?

Tantos principios. Estar contenta sea cual fuere mi situación y, sobre todo, dejar de luchar contra Su voluntad. No tratar de satisfacer mis propios deseos, sino hacer lo que el Señor me pedía, obedeciendo y guardando silencio. ¡Qué difícil me resultaba guardar silencio!

¿Cuáles fueron los momentos más difíciles que Dios te ayudó a superar, Dena?

Lo más difícil fue cuando perdí la fe. Perdí la fe cuando mi hijo me dijo que ya no quería orar al Señor porque no había respondido su oración y no había traído a papá de regreso a casa. Esa noche también dejé de orar. Me fui a la cama sin saber qué decir ni cómo orar. Mi hija también dijo: “nos arruinaron la vida mamá”, fue muy duro verlos sufrir por la ausencia de su padre así que perdí la fe, por una noche, que nunca olvidaré.

Dena, ¿cuál fue el “punto de inflexión” de tu restauración?

Cuando me di cuenta que necesitaba salir de la casa donde pagaba renta, porque Adrián me dejaba todos los gastos, no me dio absolutamente nada, ah salvo una vez que parecía que iba a venir un huracán a la ciudad. Entonces oré mucho para que el Señor me dejara regresar a mi propia casa. Tenía confianza que si esta es Su voluntad, Él me dejaría regresar. Así que sin pedirle nada a Adrián, simplemente dejé que mi Amado me guiara y obedecí. La idea era que nos mudáramos para allá y Adrián se fuera, pero no era el plan de mi Amado Señor “porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos, sino mis caminos dice Jehová”.

Cuéntanos cómo sucedió, Dena. ¿Tu Adrian entró por la puerta principal? Dena, ¿sospechaste o te diste cuenta de que estabas a punto de ser restaurada?

Una vez le pregunté con calma y mucho amor que necesitaba que volviéramos a vivir en nuestra propia casa, él me preguntó “¿dónde voy a vivir?” y yo le dije “nadie te está echando”, su rostro se transformó de amargura y tristeza a una sonrisa radiante!!!

Me llevó inmediatamente a ver la casa que aún estaba reparando donde hacía falta ya que estuvo deshabitada varios meses antes de que él se mudara. Me llevó a comprar una estufa nueva y a elegir cómo quería que luciera la cocina al final!! Hasta en el color mi Amado me permitió ver mi sueño hecho realidad!!! "deléitate en el Señor y Él te concederá las peticiones de tu corazón!" así sucedió como mi Amado lo quería y fue mucho mejor porque esperé en Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, a Él sea la gloria, la gloria, la gloria" ¡Ni siquiera me lo imaginé, solo estuvimos separados 8 meses!

¿Recomendarías alguno de nuestros recursos en particular que te ayudó, Dena?

Por supuesto que sí, principalmente “Cómo Dios puede y va a restaurar tu matrimonio” para que si estás en una situación similar a la mía, sigas el consejo y no cometas los mismos errores tontos que yo cometí. Entrégate al Señor en completa obediencia y “resiste al diablo para que huya de ti”. No dejes que tu matrimonio termine, deja que comience de nuevo contigo de la mano del Señor en cada decisión. Pídele a Él lo que necesitas y deja que tu esposo terrenal, tus hijos y tú estén en Su control.

¿Te interesaría ayudar a animar a otras mujeres, Dena?

Sí,

De cualquier manera, Dena, ¿qué tipo de estímulo te gustaría dejarles a las mujeres, como conclusión?

El Señor es el mismo ayer, hoy y por los siglos, así que sigue adelante y no te rindas. ¡Aférrate a las manos del Señor y nunca lo sueltes, aun cuando tu matrimonio haya sido restaurado! Te mando un abrazo y el amor de nuestro Esposo Celestial, el que comenzó una buena obra la perfeccionará hasta el día del Señor.

 

3 comentarios de “Testimonio de matrimonio RESTAURADO: “Mi sueño hecho realidad””

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