Testimonio de matrimonio RESTAURADO: “Hipócritamente acusé a mi esposo cuando estaba involucrada con alguien”

♕Promesa de hoy: “En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición."  1P389

 

Alexis, ¿Cómo empezó realmente tu viaje de restauración?

Antes de iniciar mi viaje, llevábamos 3 años y medio de casados, y en ese período ya nos habíamos separado dos veces antes, tres separaciones en tres años de matrimonio. ¿Imaginas todo lo que escuchas de familiares, amigos, personas que pensaron que tenían que dar una opinión? 

Desde el inicio de nuestro matrimonio hemos vivido separados físicamente, debido a que, a causa de su trabajo, mi esposo terrenal vivía en otro país. Y yo, por ser defensor público, no quería dejar mi trabajo para seguirlo. Amadas, ¡cómo nos destruyó! Fue la fortaleza para que el enemigo se apoderara de mi matrimonio y sucedieron muchas cosas malas. 

Cuando nació nuestra hija, pensé que sería de más compañía y más cercano a mí, a nosotras. Otra frustración de la cual le eche la culpa a mi et (esposo terrenal). Le eché la culpa de todo a mi esposo, me convertí en una amargada, contenciosa, repartidora de amor duro y era una mujer súper celosa que nunca tenia culpa de nada. Yo era todo lo que dice la Palabra acerca de la mujer insensata que derribó su casa. Luego, mi esposo terrenal me dejó, o mejor dicho, pidió dos veces la separación legal. 

Al principio, se dio por vencido justo después de una conversación que tuvimos sobre qué era lo mejor para nuestra hija (chantaje emocional). En el segundo, no quería saber de mí y fue justo después de su cirugía de reducción de peso que se realizó. Mi esposo terrenal dijo que quería disfrutar de la vida y que peleando conmigo era imposible, así que pidió la separación y se fue a vivir a otro lugar en lugar de quedarse con nosotros. 

Todavía no conocía a Esperanzaalfin.com, pero me acerqué mucho a Dios. oré, ayuné. No busqué a mi esposo terrenal, aunque seguí su vida en las redes sociales. Después de dos meses, me buscó y ya había cambiado. Pura puesta en escena, nada real. Entonces, regresó a su casa, pero no encontró a una mujer sabia, al contrario, era la misma mujer tonta de antes. No pasó mucho tiempo para que mi esposo terrenal se mudara nuevamente, pidiendo una separación y esta vez contactando a un abogado. Peleábamos mucho, nos ofendíamos por todo lo que nos decíamos, cada contacto era una pelea infernal. Quería otra vida y, en cierto modo, ya no quería mi matrimonio. Llamé a un primo que es abogado para que se encargara del divorcio. Como resultado, cultivé mucho más odio e ira y se lo dije a todos los que quisieron escucharme. Me sentí miserablemente infeliz. 

Seguí su vida en las redes sociales y me llenó de odio pensar que él era feliz lejos de mí y de nuestra hija. Esto me llevó a tener una relación con otra persona, pero era aún más infeliz. Las mujeres no están destinadas a hacer esto en absoluto, deja una cicatriz mucho más pronunciada que en un hombre. 

¿Cómo cambió Dios tu situación, Alexis, mientras lo buscabas de todo corazón? 

Incluso con un muro de odio entre nosotros, un día busqué en Internet testimonios de matrimonios restaurados, hasta que encontré al ministerio. Al principio no le di mucha importancia a lo que había encontrado. Me inscribí para recibir los devocionales y apenas los leí. Compré el libro  "Cómo Dios puede y va a restaurará su matrimonio", pero me llevó semanas empezar a leerlo. Hasta que un día recibí un correo electrónico del ministerio y revisé la página hasta encontrar los cursos.y leer el primer testimonio matrimonio restaurado del curso. Entonces decidí empezar a leer el libro. Amadas, cada capítulo fue un latir en mi corazón. Pude verme en cada palabra e identificar mis pecados graves. Hasta me da vergüenza hablar de la mujer insoportable que fui y de lo hipócrita que fui porque acusé a mi marido de adulterio, pero seguí en contacto con ex novios y todavía estaba saliendo con uno de ellos. 

Oh mi EC (Esposo Celestial), ¿cómo puedes todavía amarme? Luego, después de leer el libro, comencé a aplicar los principios que nos enseñó Erin, siendo el primero  "dejar ir". Dejé de seguir a mi marido terrenal en las redes sociales. También dejé de pagar mal con mal, sino que di una bendición: "En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición." 1P389 y dejé de pelear con el esposo terrenal. Durante cada contacto que tuvimos, que él inició, lo traté con respeto y serenidad. No le mostré "amor" porque el muro del odio estaba levantado. Empecé a buscar cada vez más ser la Esposa que el Señor merece, estando en Su presencia y trabajando en nuestra intimidad porque hasta entonces, el Señor para mí estaba muy lejano. Ni siquiera lo vi como un amigo.

¿Qué principios, de la Palabra de Dios (o a través de nuestros recursos), Alexis, te enseñó el Señor durante esta prueba? 

Principalmente "dejar ir"; y también entregar TODO al Señor y descansar en Su amor, confiando en Dios para restaurar mi matrimonio.

¿Cuáles fueron los momentos más difíciles en los que Dios te ayudó, Alexis?

Fue muy difícil cuando mi esposo terrenal me buscaba para asuntos íntimos a través de internet, ya que él estaba en otro estado, y luego desapareció y  no me hablaba por días y me mataba por dentro haciéndome sentir usada. Pero una vez que lo hice como "para el Señor" y luego recordé que Él era mi Amante, la vergüenza desapareció y sorprendentemente, ¡mi esposo dejó de humillarme de esta manera!

Alexis, ¿cuál fue el “punto de inflexión” de tu restauración?  

Con el tiempo, mi et empezó a hablarme más y a hablarme del trabajo, de su rutina. Me di cuenta de que estaba muy cansado porque su trabajo lo consumía más allá de lo normal. También me confió que estaba usando medicamentos que estimulaban la concentración y lo mantenían despierto durante días. Comencé a orar más por mi et, rogándole a nuestro EC que lo cuidara, que no permitiera el uso de drogas y que alejara de la vida de su hijo a las personas que le hacían daño. Ya no me preguntaba si había otra mujer, Empecé a preocuparme mucho por su salud y bienestar, pero no dije nada. Simplemente llevé mis preocupaciones al Señor. Un día estaba muy enfermo y lo llevaron de urgencia al hospital. Amada, mi esposo tomó mucha medicina y permaneció despierto durante 3 días trabajando más de lo que su cuerpo puede soportar, lo que provocó su colapso. 

Cuéntanos ¿CÓMO pasó, Alexis? ¿Su marido acaba de entrar por la puerta principal? Alexis, ¿sospechaste o supiste que estabas cerca de ser restaurada? 

En resumen, después de ser dado de alta, mi et tomó el primer avión que pudo y regresó a casa para siempre. No habíamos hablado de a qué se dedicaría, pero cuando llegó a nuestra ciudad vino directo a nuestra casa. No pregunté nada, éramos íntimos y él continuó quedándose, permaneciendo cada vez más contento con la tranquilidad de nuestro hogar y mi nuevo yo.

Como dice Erin, después del regreso de nuestro marido a casa, nuestra situación a menudo empeora aún más que durante nuestro viaje. Tuve que controlarme mucho para obedecer a mi et, para no discutir, para no sentirme necesitada, porque él no regresaba cariñoso y lleno de amor. Simplemente roto. 

A menudo todavía me siento distante emocionalmente, por lo que estoy aún más agradecida de tener un Amante que me brinda todo lo que necesito. Nada es perfecto, excepto nuestro Esposo Celestial. A veces no sigo los principios, pero el Señor los usa para atraer mi atención a mis lecciones y me lleva de regreso a Su camino. 

Amada, el Señor tomó a mi marido terrenal para comenzar a trabajar con personas que tienen familia, hombres que respetan su hogar y han influido positivamente en mi et. Estoy muy agradecida al Señor por esta gracia, porque antes mi esposo trabajaba con jóvenes, poco comprometidos, con hábitos riesgosos y desagradables. De todos modos, esa fue otra bendición maravillosa que nuestro Amado me dio después de la restauración. ¡Todavía me sorprende que una vez fui tan hipócrita que acusé a mi marido cuando estaba involucrada con alguien! 

¿Recomendarías alguno de nuestros recursos en particular que te haya ayudado, Alexis?

¡¡No solo algunos, sino CADA UNO de tus recursos !! El libro “Cómo Dios puede y  va a restaurar su matrimonio” fue la clave que me hizo querer ir a buscar y encontrar a nuestro Señor. Además de los libros, los cursos también han sido fundamentales en mi restauración como persona.

¿Estarías interesada en ayudar a animar a otras mujeres, Alexis? 

¡Realmente interesada!

De cualquier manera, Alexis, ¿qué tipo de estímulo te gustaría dejar a las mujeres, en conclusión?

Confía en el Señor y sólo en Él, porque como dicen las Sagradas Escrituras: “Sin embargo, como está escrito: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ningún corazón ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman»” 1C29.  Este fue el verso que me acompañó en uno de los momentos más difíciles de mi viaje y que todavía hoy medito. Incluso en las peores situaciones, queridas amigas, el Señor no nos abandona y quiere ayudarlas, no sólo restaurando los matrimonios sino también restaurando las familias, a ustedes como personas, y ayudarlas a encontrar su relación personal con Él. Te amo, mi Amado.