“Porque ninguna cosa será imposible para Dios.” L137
Toda la Gloria sea a nuestro Amado Esposo Celestial, lo alabo por su infinito amor y misericordia.
Les cuento queridas novias que aunque en el área matrimonial en los últimos meses no se ha movido nada en vista, en el área laboral recibí una gran bendición de nuestro Amado. Hace unos meses entré a laborar a una empresa, cuya dueña es conocida de una amiga. Yo tenía años, muchos años, incluso antes de que iniciara este viaje, pidiéndole a Dios que me enviara un trabajo perfecto, uno que me permitiera ser productiva y al mismo tiempo acompañar a mi hija en su crecimiento y más ahora que está entrando a la adolescencia (yo en 20 años de matrimonio no había regresado a trabajar, por atender a mi hija y a mi esposo, pero también por comodidad, debo reconocer). Total que este trabajo me queda a ocho minutos caminando de mi casa, tres veces a la semana abre la oficina por las mañanas y el resto de la semana se trabaja desde casa. El único tema es que se trata de ventas y ventas en grande, y yo nunca he vendido absolutamente nada. Yo le pedí a mi Amado que me enviara una señal de que éste era el trabajo perfecto que le había pedido y pues la señal llegó. Claro que los primeros meses ha sido difícil, cuesta arriba. No vendí nada (y aún no vendo nada jajaja) y los tres o cuatro posibles clientes que llegué a tener se desvanecieron en un par de días. Empecé a sentirme muy presionada porque no estaba dando resultados y obviamente porque mientras no venda no gano dinero. Dudé tanto de haber visto señales donde no había. Algunos días la tristeza no me permitió ni abrir la computadora para intentar trabajar. Le pedí a Él que me liberara de la inseguridad y del temor al fracaso que cargaba. Unos días después me levanté con otra mentalidad. Le dije a mi Amado que yo sabía que Él está siempre conmigo y que para Él no hay imposibles. Dos días después, literal, me cayó del cielo un cliente, ¡y uno grande! Claro que soy presa fácil del enemigo y a veces me invade el temor de que también se desaparezca, pero decido compartir este testimonio de alabanza en fe. Creo que el negocio con este cliente va a prosperar y que mi Amado me abrirá las ventajas de los cielos y derramará sus bendiciones sobre mi, porque me ama infinitamente. Ya les contaré.
Marcos 11:23-24
Les aseguro[a] que si alguno dice a este monte: “Quítate de ahí y tírate al mar”, creyendo, sin abrigar la menor duda en el corazón de que lo que dice sucederá, lo obtendrá. Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración y lo obtendrán.
https://www.biblegateway.com/passage/?search=marcos%2011%3A23-24&version=NVI
Proverbios 18:21
La lengua puede traer vida o muerte…
https://www.biblegateway.com/passage/?search=proverbios%2018%3A21&version=NTV
Hay gran poder en nuestras palabras, poder que no usamos muchas veces apropiadamente, pero cuando hablamos la palabra y oramos conforme a ella en FE, cuando oramos las promesas, que no ha dado nuestro amado, podemos declarar con confianza en voz alta: vida, bendición, prosperidad, y así tal cual digas será hecho.
Tu testimonio me recordó mucho esta leccion que estudiamos hace algunas semanas en el compañerismo
https://esperanzaalfin.com/amoralfin/moviendo-montanas/c7/
En ella, Erin nos hablaba como los empleos “perfectos” para dos de sus hijos habían llegado y se había desatado con el poder de sus palabras/ oración de petición. Así que si querida y preciosa Astrid, declara vida en los proyectos que el señor te ha enviado a tu vida, no albergues ninguna duda que él quiere, puede y va bendecirlos!