♕ La Promesa del día: "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús". Filipenses 4:7
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Clementina, ¿cómo comenzó realmente tu restauración?
Todo comenzó con un mensaje de mi esposo Adal diciéndome que se iba. Después de unos días hablamos porque yo no entendía lo que estaba pasando y ahí fue cuando me dijo que ya no estaba seguro de sus sentimientos por mí, que yo lo estaba asfixiando y que solo hacía cosas por mí y había dejado de pensar sobre sí mismo y necesitaba tiempo para pensar. Después de nuestra conversación, decidió volver a casa, pero luego dijo que no podía más y lo dejé ir. Mi mundo se derrumbó ese día, pensé en cómo podría vivir incluso sin mi esposo, cómo podría ser una madre separada, una mujer abandonada por su esposo. No vi esperanza de nada, pensé que había hecho lo mejor que podía y solo podía ver sus defectos. Busqué ayuda de pastores y amigos, pero nadie me dio esperanza.
¿Cómo cambió Dios tu situación, Clementina, mientras lo buscabas de todo corazón?
Un día comencé a buscar en Internet acerca de la restauración del matrimonio y encontré el libro Cómo Dios puede y va restaurar su matrimonio. Leí cada página, sin creer lo que estaba leyendo, y mientras lo leía una y otra vez, Dios me estaba mostrando la mujer tonta y arrogante en la que me había convertido. Caí de rodillas y entregué todo a Dios. Le dije que quería ser completamente quebrantada y restaurada. Le dije a Dios que quería que Él usara mi vida como Él deseaba y que estaba dispuesta a obedecer la voluntad del Señor para mí en todo.
¡Después de un mes descubrí RMI (Restore Ministries International) y comencé mi viaje! Dios me mostró su amor infinito, me quitó todo el dolor, el dolor que sentía por mi esposo y me enseñó a perdonar. Mi esposo ya no quería hablarme y cada vez que venía a recoger a nuestra hija me demostraba que ya no se preocupaba por mí. Oré por él todos los días y deseé que no me ignorara porque me dolía (no solo me dolía a mí, le dolía a nuestra hija). Con el tiempo le entregué todo a Dios y le dejé hacer lo que sólo Él puede hacer. Seguí obedeciendo y buscando más y más de Su presencia. Ya no me sentía vacía y era más feliz que nunca en mi vida cuando Él se convirtió en mi EC (Esposo Celestial), ya no pasaba el día pensando en mi esposo y todos mis días estaban enfocados en mi Esposo Celestial.
¿Qué principios, de la Palabra de Dios (o a través de nuestros recursos), Clementina, te enseñó el Señor durante esta prueba?
Dios me enseñó que debo dejar ir a mi Adal y no interponerme en su camino. Al principio lo perseguía y no lo dejaba solo, pero luego su ministerio me mostró que no debía interponerme en su camino. Después de eso mi esposo me dijo que tenía una om (otra mujer), yo estaba tranquila porque ya me había demostrado que estaba preparada. Claro que estaba triste porque solo llevábamos un mes separados, pero lo entregué a Dios y no lo critiqué ni dije nada negativo. Siempre fui amable con mi esposo, aunque me trataba con indiferencia y a veces con rudeza, sin embargo, siempre lo recibí con cariño, mansedumbre y amor.
¿Cuáles fueron los momentos más difíciles en los que Dios te ayudó, Clementina?
Los momentos más difíciles fueron cuando mi esposo se fue a vivir con la om y los fines de semana se llevaba a nuestra hija a vivir con ellos. Estos fueron los tiempos que sufrí mucho, pero entregué todo a Dios y pedí que se hiciera su voluntad. Oré para que Dios pusiera un cerco alrededor de mi esposo y también para que le diera nueva vida a la om al restaurar a su familia. Fue muy difícil saber que mi esposo estaba con ella, pero mi EC (Esposo Celestial) me fortaleció y me enseñó a confiar en los planes de Dios, que son mucho más grandes que los míos.
Clementina, ¿cuál fue el “punto de inflexión” de tu restauración?
Mi punto de inflexión fue cuando entendí que solo ÉL podía satisfacerme y amarme, que en verdad solo quería estar con mi EC y que podía ser feliz, más feliz que nunca en mi vida. Le pedí que me ayudara a dejar ir todo lo que me impedía ser totalmente suya, que era principalmente mi esposo y mi iglesia. Me di cuenta de lo maravilloso que sería si mi matrimonio no se restablecía, ya que tendría tiempo solo para mi EC y soñé que esto se hiciera realidad. Le pedí que quitara a mi esposo de mi corazón y como dejé de orar por él para entregárselo a Dios para que Él hiciera Su voluntad, ahí fue cuando todo cambió. Cuando dejé que todo se fuera y tuve la paz que Dios me dio que sobrepasó todo entendimiento.
Cuéntanos ¿CÓMO sucedió, Clementina? ¿Su marido solo entró por la puerta principal? Clementina, ¿sospechaste o pudiste decir que estabas cerca de ser restaurada?
Mi esposo llevó a nuestra hija a pasar el fin de semana con él a la casa de la om, yo estaba triste pero luego me di cuenta de todo el tiempo que podía tener con mi EC. Una vez que decidí que usaría este tiempo para pasar más tiempo con mi EC, Él me llevó a ayunar y orar específicamente. Declarar una vez más que quería Su voluntad, que solo quería obedecerle y vivir Su voluntad. Pedirle nuevamente que no permita que mi hija vaya a la casa de la om, que toque el corazón de mi et para que no quiera llevarse a nuestra hija a esa casa, pero sobre todo terminé mi oración declarando Su voluntad a hacerse y no la mía.
Pues bien, Él hizo Su voluntad y no la mía, mi esposo se llevó a mi hija y yo solo obedecí. Para mi sorpresa antes de traer a mi hija, se quedó en nuestra casa y todavía dormía aquí conmigo. Tuvimos intimidad por primera vez después de tres meses y para mi sorpresa al día siguiente decidió regresar a casa. Me dijo que no podía dejar de pensar en mí, en lo que teníamos juntos y en el daño que sabía que le estaba haciendo a nuestra hija. Ese día que nos reconciliamos, me dijo que ya no quería una relación con la om, estar con ella lo enfermaba físicamente. Ese día salió a recoger su ropa cuando sabía que ella no estaría y dejó la llave en el mostrador.
¡Nunca imaginé que esto sucedería, porque mi esposo fue frío y distante todo el tiempo! Nunca entró en nuestra casa, solo se quedó en la puerta principal. No me llamó y todo parecía apuntar a vivir una vida sin él. Pero Dios tenía el control y fue en ese momento en que la restauración ya no era mi enfoque que Dios volvió el corazón de mi esposo hacia mí.
¡Hoy nuestro matrimonio no se parece en nada a lo que soñé y todo es gracias a ti, mi amor!
¿Recomendarías alguno de nuestros recursos en particular que te haya ayudado, Clementina?
Recomiendo el libro Cómo Dios puede y restaurará su matrimonio, este libro me hizo ver la verdad acerca de la mujer en la que me había convertido, todo basado en la Palabra de Dios. Tus cursos y todos tus recursos de verdad.
¿Te interesaría ayudar a animar a otras mujeres, Clementina?
Sí
De cualquier manera, Clementina, ¿qué tipo de aliento le gustaría dejar a las mujeres, en conclusión?
Nunca abandonen sus matrimonios, por más difícil que sea, Dios nunca desampara a sus hijos. Cuando todo parece irresoluto y no creemos que nada pueda cambiar, cuando dejamos ir todo y nos enfocamos en nuestra relación con nuestro EC, es cuando Dios entra y transforma la situación imposible. Buscad al Señor y dadle todo a Él. Si retienes algo de Él, sólo alargas tu viaje. No os angustiéis sino buscad sólo vuestro Primer Amor.
Lea MÁS testimonios en nuestra serie completa Por la palabra de su testimonio.
¿Está SU Matrimonio RESTAURADO?
¡COMUNICADO!
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