♕ La Promesa del día: “De seis aflicciones te librará, Y en la séptima no te tocará el mal.” Job 5:19
Hoy comparto lo bueno y maravilloso que ha sido el Señor conmigo. En obediencia a mi Amado EC (Esposo Celestial) solté la Iglesia, y aunque al principio no entendía y no sabía cómo hacerlo El me fue guiando con tanto amor paso a paso, primero ante mi pregunta: ¿Por qué debería hacer esto? Me llevó a Isaías 28:23-29. En este pasaje pude entender que Él sabe cómo tratarnos y qué necesitamos, así como el labrador conoce qué hacer con cada semilla, así mi Amado nos pasa por diferentes procesos y demanda de nosotros diferentes cosas, en diferentes tiempos.
Debo confesar que mi corazón rebelde no quería pasar por esto. Ya que toda mi vida había pertenecido a una iglesia y como muchas yo era la líder espiritual en mi casa, siempre fui sola con mis hijos a la iglesia cuando eran pequeños, fui líder de mujeres muchas veces, participaba en todo cargo que mis pastores me daban y a mi entender eso era bueno, pero ¡Cuidado! Sin darme cuenta alimente una religiosidad, una arrogancia espiritual de mucho tiempo, aún peleaba con mi Amado reclamándole: "Bueno Señor yo te sirvo en todo y no más no veo ningún cambio en mi ET (Esposo Terrenal)". "Mira pues Señor mientras yo voy a la iglesia este hombre (ET) se va a lugares impropios" y otras cosas más que le decía.
Tenía un corazón en rebeldía. 1 Samuel 15:22-23. Creyendo que era YO la que lo iba a hacer cambiar. Estaba con un corazón incorrecto. Las cosas llegaron al punto en el que cuando iba a mi servicio, siempre había un motivo para discutir. Pero yo le echaba la culpa al enemigo, creyendo que era un estorbo para que yo no cumpliera con mi servicio en la Iglesia. Pero mi amado como siempre con amor y paciencia fue dándome el discernimiento y no fue fácil.
Dice su palabra que sus pensamientos no son nuestros pensamientos. ¡Gloria a Dios! Me guió a Mateo 23 y ¡Oh! ¡El velo cayó y me vi tal cual era en realidad! ¡¡¡¡Una farisea!!!! ¡Me dolió tanto! Y fui corriendo a postrarme delante de mi Amado y le pedí que me perdonara por haber sido tan injusta no solo con Él sino con mi ET a quien había juzgado tan mal por tanto tiempo, creyéndome mejor persona que él por asistir a la iglesia, siendo que soy igual o peor de pecadora que él. Y mi amado tan fiel me ha dado tanta paz. Me ha mostrado que voy en el camino correcto.
Pues a solo semanas de haber soltado la iglesia y rendirlo al Señor pude ver a mi esposo orando por primera vez (llevamos 25 años casados) sin que yo le insistiera, o tomara la iniciativa. Alabado sea mi Señor. Se que esto es solo el principio para que él tome su papel de líder espiritual de mi familia. ¡Esperaré con paciencia y confiando siempre en mi Amado Señor! ¡¡Dios es fiel!! Ahora mis encuentros y mis citas con mi Amado son tan especiales. Que estoy aprendiendo a buscarlo con un corazón correcto y alineado a El.
~ Ivonne en México