♕ La Promesa del día: “No tendrá que temer malas noticias: su corazón está firme, confiado en el Señor”. Salmos 112:7
Queridas hermanas esta semana quiero compartir con ustedes como mi Amado me ha mostrado Su amor.
Está semana he tenido dos fuertes ataques del enemigo, el primero fue con mi hija menor ella se ha estado sintiendo mal con dolores de cabeza, náuseas, sudoraciones e incluso un día le dió un vértigo que la tumbó al piso, como todo ser humano, mi primera reacción fue asustarme; pero gracias a la misericordia de Dios de inmediato reaccioné y empecé a reprender al enemigo, le dije a mi hija para ponernos a orar y juntas hicimos una oración declarando sanidad sobre ella.
Luego de unas horas mi hija estaba bien y pudo comer sin problema. Alabé a mi Amado por Su obra en mi hija y en medio de ello, me llamó mi mamá que es una persona mayor, hipertensa y que vive sólo con mi hermano menor, ella me dijo que él estaba con fiebre muy alta y qué se sentía mal con dolores de cabeza y cuerpo.
Nos asustamos porque pensamos que era el covid, tengo que confesar que después de hablar con mi mamá mi corazón se estremeció y mis ojos se llenaron de lágrimas de temor de pensar que les podría pasar algo terrible; pero una vez más una voz interior que me dijo: "no te asustes sólo confía en Dios", así lo hice, una vez más reprendí al enemigo por tratar de hacerme dudar o temer y entregué todos mis temores y mi preocupación en manos de mi Señor.
Luego, me puse en oración con el grupo de RMI aquí en mi país y declaré sanidad sobre mi hermano, gloria a Dios una vez terminada la hora de oración y alabanza para nuestro Amado, llame a mi hermano y me dijo ya estoy mucho mejor a un 90%. Lloré de felicidad al saber que la mano sanadora de mi Amado ya había empezado a obrar en mi hermano.
A la mañana siguiente, salí temprano con la intención de llevarles medicinas y cosas para la desinfección de la casa, así como algunos víveres, como estamos en cuarentena las filas para hacer las compras eran interminables, pensé que a lo mejor no podría comprar o que me demoraría horas pero fue increíble, según avanzaba buscando el final de la fila iba encontrando lo que necesitaba como si esos pequeños puestos fueran abiertos sólo para mí, incluso el acceso a una calle que debía pasar, estaba cerrada por un cordón policial; también pensé y ahora tendré que regresar todo lo que he caminado para buscar otra salida cuando de repente un policía dijo pasen rápido, les aseguro que sentí una bendición tan grande, que mis lágrimas brotaban de mis ojos, compré todo lo que necesitaba sin hacer fila y pude llegar donde mi mamá tranquila .
Una vez más mi emoción se desbordó, cuando al llegar mi hermano me dijo: "ya estoy al 100% no sé qué pasó". El es un muchacho que sabe de la existencia de Dios; pero no lo conoce así que yo le dije: "la oración del justo es poderosa y más aún la oración de una madre", él solo me dijo: "ok".
Realmente yo le agradezco a mi Amado Señor, porque siempre me demuestra que está a mi lado, atento a mis necesidades, mis preocupaciones y a mis oraciones. Puedo decirles que jamás, jamás he recibido un NO por respuesta, siempre que lo he necesitado Él siempre me ha respondido de inmediato, cada día me demuestra más Su amor por mí, aunque yo no lo merezca; pues aún así sea por un breve momento me dejo estremecer por el temor, sea siempre todo el honor, la honra y la alabanza para mi amado Esposo Celestial, con Él estoy más que segura, lo amo cada día más y sé que sin Él yo no podría seguir adelante.
Mi corazón vive confiado por qué cuando le entrego mis cargas a mi Amado puedo descansar tranquila sabiendo que Él obrará conforme a Su voluntad que siempre es mejor que la mía.
~Hefziba en Perú