Capítulo 1
"El Problema"
“Lo mismo pasa con ustedes: Dios sabe hasta cuántos cabellos tienen.
Por eso, ¡no tengan miedo! Ustedes valen más que muchos pajaritos.”
— L127
Muchos al igual que yo podrían pensar que tener acné es algo “normal” que no necesita ser curado o que es un problema “insignificante” para Dios, o quizás muy fácil de resolver por lo que no lo considerarían un milagro, podrían aguar mi testimonio porque no es una enfermedad terminal como lo es el cáncer, pero para Dios nada es insignificante cuando se trata de algo que afecta el corazón de Su amada. Déjame decirte que lo que yo tenía no era normal y tampoco insignificante para Él, pues esta enfermedad no fue parte solamente de mi etapa de juventud, sino que se quedó permanentemente convirtiéndose en una gran carga, pero además es una enfermedad crónica y silenciosa que comenzó donde menos lo imaginaba.
Como mujeres nuestra tendencia natural es arreglarnos para lucir bellas, y todas sabemos que cuando tenemos un cambio hormonal aparecen esos incómodos comedones que nos hacen sentir feas, en mi caso no solo eran uno o dos comedones pero eran muchos más que me dejaban marcas, por ese motivo mi mamá en ese entonces recurrió a miles de recetas caseras y exóticas para intentar curarme, y claro como no fue algo guiado por mi Amado nunca funcionó. También me llevó a la mejor clínica dermatológica para que me trataran, con medicinas muy fuertes lograron controlar el acné pero no por mucho tiempo, la médico dijo que ya que era severo el desorden hormonal necesitaría tomar anticonceptivos siempre para que el efecto de la medicina persistiera. Así que desde ese entonces tomé anticonceptivos. Supe que en el momento en que dejara de tomarlos el problema regresaría.
“Con pañitos de agua tibia pretenden curar las heridas del pueblo. Insisten en que todo está bien, cuando en realidad todo está mal” J614 TLA
Realmente así fue, aparentemente todo estaba bien, no tenía más comedones en mi cara, así que por mucho tiempo (13 años) tuve una curación superficial, dentro de mi el desorden hormonal persistía, toda vez que los anticonceptivos solamente engañan a mi organismo.
“Recetan medicina inútil para las dolorosas heridas de mi pueblo, pues le aseguran que todo va bien cuando es totalmente lo contrario. J614 NTV
“Ofrecen curas superficiales para la herida mortal de mi pueblo. Dan garantías de paz cuando no hay paz”. J614 NVI
Cuando mi Amado me enseñó los peligros de la planificación en “El fruto del Vientre” del Libro Una Mujer Sabia mis ojos se abrieron a la verdad de que no es la voluntad de Dios que planifiquemos, ya que trae una cantidad de problemas en nuestro cuerpo y afecta el comportamiento y pensamiento del hombre respecto a la concepción y la intimidad sexual. Pude ver que esos malos frutos se reflejaban en mi vida y en mi esposo. Por lo que decidí de corazón entregar mi fertilidad a mí Amado, muy pronto tuve la oportunidad de hablar con mi esposo para dejar de tomar las píldoras a lo que el --milagrosamente-- no se opuso. Pero esto fue para mí un verdadero paso de fe, porque sabía en mi interior que la sanidad era superficial, y que el acné iba a volver. Aun así mi corazón deseaba obedecer al Señor y preferí creer que Él estaba en control y que tenía el poder de sanarme o de no permitir que regresara la enfermedad toda vez que estaba siendo obediente.
Con esto no quiero decir que los médicos sean malos, no estoy en contra de la medicina, pero hay muchas cosas que simplemente no son Su plan o Su guía para nosotras, son cosas que no nos convienen, solo Dios conoce la causa raíz del problema y sabe cual es la solución, recuerda El es nuestro creador, Él sabe perfectamente cómo funciona nuestro cuerpo.
Pasaron dos años en los que tuve un desorden hormonal tremendo, mis periodos menstruales eran demasiado largos ¡podían durar más de 20 días!, a veces eran muy seguidos entonces fue realmente difícil por un buen tiempo, pero seguía confiando en mi Amado. Cuando comencé a estar un poco más regular en mis periodos el acné reapareció, poco a poco, tenía la piel más grasosa, comedones en el rostro, pecho y espalda... sabía lo terrible que podría llegar a ser y sentí miedo... Para ese entonces ya tenía una relación íntima con mi Esposo Celestial, por lo que sabía que tenía que correr a Él con mi problema y mis sentimientos.
¡Fueron días difíciles! Me veía al espejo y sufría por pensar que seguía empeorando, un día estaba tan desesperada que llore en Sus brazos y le pedí que me dijera cual era Su voluntad, ese día me llevó a leer un testimonio de alabanza: “Mi curación apareció tan rápido”:
Jeremías 17:14 “Cúrame, Señor, y seré curado; ¡Sálvame y seré salvo, porque tú eres mi alabanza!
Jeremías 30:17 "Porque te devolveré la salud y te sanaré de tus heridas, dice el Señor"
Isaías 58: 8 "Tu luz brotará como el amanecer y tu sanidad aparecerá rápidamente"
Isaías 41:10 “Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te desanimes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; Te sostendré con mi diestra justa”.
Lo más hermoso es que no me dio solamente una promesa como pedí, sino que me dio mucho más!, me dio 4! Es tan maravilloso!!!
La lucha seguía porque verme al espejo era difícil y pasaban días en los que estaba llena de fe, al recordar Sus promesas y otros en los que estaba desanimada... pero en todo caso siempre hubo un rayito de esperanza en mi corazón. Un día de esos en los que la duda invadía mi mente mi Amado dijo:
Pueblo mío, ¡confía siempre en Dios! Cuando vayas a su templo, cuéntale todos tus problemas. ¡Dios es nuestro refugio! Salmos 62:8 TLA
Por eso le conté que además de mi problema hormonal sentía que tenía problemas con mi estómago o colon enfermo, sentía que en las tardes no podía comer nada porque se me inflaba el estómago, me sentía indispuesta, con acidez, pesadez, tenia reflujo, gastritis, estreñimiento y me sentía muy incómoda con mi estómago la mayor parte del día... Le dije que sentía que no estaba funcionando bien mi cuerpo, además reconocí que a veces mi alimentación no era la adecuada. Tenía en mi corazón que había relación entre mi colon enfermo y mi piel enferma, así que le pregunté qué debía hacer ya que quería sanidad total.
Te entiendo muy bien porque yo tambien sufri de acne en mi adolescencia y luego se me quito pero al comenzar mi viaje no se si fue el estres de la situacion en mi cara me dio como una alergia con el acne, no queria salir ni verme al espejo fueron dias que yo no queria que nadie me viera porque me quedaban viendo raro, y le pedi ayuda muchas veces pero siempre metia la mano fui a la doctora, pero me salia muy cara, aun asi fui, y el tratamiento me disminuyo la picason y la hinchason pero me hizo aumentar de peso, luego lo trate con otra doctora y me quemo la piel, ya no sabia que hacer haste que se lo solte y de la nada una persona que me conoce y no vive en el pais estaba de viaje me vio y sin preguentar mucho me recomendo una crema y lo pense mucho por todo lo anterior pero simplemente crei que me ayudaria y asi fue, y se que Fue su mano ✋ y Gracias a Dios me he sanado de eso, siempre fue El advirtiendome que el tenia el remedio ademas que era una prueba para mi y si que lo fue!!!
Gracias por compartir tu testimonio Jewel! Siempre que lo vuelvo a leer recuerdo que El tiene diferentes métodos para sanarnos. El sabe que funcionará para cada una y eso nos lleva a depender de Él por completo. 🙌🏻
Muchas gracias por compartir tu testimonio! Me ha ayudado mucho. Justo ayer estaba pasando por una mala noche porque me había vuelto el brote de acné que meses atrás me había desaparecido. Estaba pensando “otra vez igual que el año pasado” pero no, algo a cambiado mi actitud, porque se lo entregó ahora todo a Él y confío en su mano. Muchas gracias he aprendido mucho con los versos que has puesto los voy a leer todos los días. Que bonitos!! Cada vez que me sienta mal por mi acné iré a esos versos en mi Biblia y se lo entregaré todo a Él!!
Que bendicion querida Ruth!! Queria que supieras que tenemos un libro sobre la restauración de salud que podria ayduarte en este proceso: https://esperanzaalfin.com/ryh/