No es mi testimonio pero lo presencié

Este testimonio no es mío, pero lo viví regocijandome.
Cuando mi viaje comenzó hace 4 años y medio, e iba por el camino correcto, buscándole a Él cada vez en todos los asuntos aunque aún no era mi E.C, trabajando en una oficina de defensa de derechos de mujeres, de donde pedí más adelante que me retiraran, pude compartir la verdad con almenos 3 mujeres que estaban dispuestas.
Una de ellas llegó un día a mi oficina, soy abogada y la mandaron a mi dependencia porque su esposo la había dejado por otra mujer mayor que ella y no le estaba dando el dinero ( cuota de alimentos se llama en Colombia) para su pequeña hija, así que ella fue a la fiscalía y lo denunció y después de allí la enviaron a mi oficina para que le ayudaramos con otros procesos. Cuando ella Llegó la ví devastada, una mujer joven y muy bonita, pero ella no estaba enojada con su esposo a diferencia de las demás que llegaban, ella estaba triste, así que yo, que ya no era capaz de actuar igual, la escuché y le dije si estaba segura de querer seguir adelante con eso o que quería, le pregunté y me dijo: quiero que mi esposo vuelva, ahí mi amado comenzó a usarme, nos volvimos amigas, comparti con ella el libro como Dios puede y va a restaurar su matrimonio, ella me llamaba y orabamos pero un día ella estaba muy decaída y no hubo nada que la levantara, así que fue a un médico que ambas conocíamos y él la medicó, ella comenzó las pastillas y se puso peor, ella lloraba porque extrañaba a su esposo, lo persiguió para discutir con él y enfrentó a la O.M.
Después ella me dijo que la ayudara, pero le dije que solo Dios podía, oré por ella y con ella y dejó los medicamentos pero le fue difícil, también hubo un día que fue al medicó y se los colocaron en el hospital, y le recetaron más, pero al salir me dijo que no quería seguir así , entonces oramos y Dios la sanó, la liberó, ella comenzó a obedecer a Dios, no más medicamento, no más médico, ella le contó al médico que estaba muy bien, pero él quería que siguiera tomando el medicamento, así que ella le dijo que si, pero simplemente no lo hizo.
Ella caminó en fe y obediencia y también su matrimonio fue restaurado.
Él es el mejor médico, el mejor sanador.

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