Presentando mis impuestos de la mano de mi Amado

Quiero dar gracias a mi Amado porque ya terminé de presentar mis impuestos y los de la empresa que tengo con mi ET, y El me ha guiado dulcemente a dejar de contar con un gestor y poder ahorrar ese dinero.

Me ha guiado de las formas más insospechadas: siempre que parecía que algo se torcía, incluso con cosas no relacionadas con estos impuestos y estaba en una cola esperando más de 40 minutos cuando tenía una cita a una hora específica, entonces mi Amado usaba ese tiempo para mostrarme algo.

Por ejemplo, justo cuando lo necesitaba, el día que tenía que decidir sobre mi gestor, me mostró un software para hacer mis impuestos sola.

El día límite de la fecha de presentación de una parte de los impuestos me hizo creer que no los tenía que presentar… para luego darme cuenta de que sí los tenía que haber presentado y de que había perdido el plazo, lo que significa multa. Entonces me dije, y le dije a El también: “Amado, ¿por qué no me has prevenido si los estábamos haciendo juntos?” El me dijo: “Espera, confía”. Yo me quedé esta vez tranquila, sin enfadarme (¡¡estoy cambiando por fin!! ¡¡Gracias Jesús!!). Y obedecí, esperé sabiendo que de una forma u otra lo solucionaría para mí.

Entonces, después de unos días, al límite ya del siguiente plazo para los siguientes impuestos, entre llantos y algo de agonía, por diversas razones (frustración, situación con ET, cambio de humor premenstrual) pero también por la desesperación que suponía llevar llamando al número de atención al ciudadano para los impuestos y que durante tres días mi llamada nunca fuera atendida, clamé y clamé….y de repente, cuando ya se había cortado la llamada por enésima vez (o eso parecía, pues había sonado la voz de “lo sentimos, no hay agentes disponibles, vuelva a llamar en otro momento, tiii, tiii , tii) alguien contestó al teléfono. Me atendieron, me guiaron, me explicaron que ese modelo que no había presentado, realmente no lo tenía que presentar y que tenía que dar de baja no sé qué. El caso es que di de baja esa obligación, y pedí hora para la semana siguiente (hoy) en la delegación más cercana de Hacienda, para terminar de solucionar todo.

Y hoy, milagrosamente, todo se ha solucionado ya del todo y la cita me ha valido para tomar contacto con la Hacienda y se han portado maravillosamente conmigo y a partir de ahora he aprendido dónde tengo que ir. Realmente, nunca tuve esa obligación de presentación que mi gestor siempre presentaba… precisamente la que olvidé presentar en fecha, la que mi Amado escogió no recordarme… ¿no es increíble?

Como El escogió no recordarme presentar este impuesto, sabiendo que no tenía obligación real y que no me iba a pasar nada, y al mismo tiempo usó la prueba para llevarme a aprender a esperar, a confiar y a conocer cómo funciona el servicio de ayuda, de la web, y todo de una forma que ya soy totalmente independiente (independiente del gestor, porque de mi Amado, ¡nunca!)

Luego descubrí un error contable de otro trimestre, y mi Amado me ayudó a rectificarlo presentando unos modelos complementarios, todo justo a tiempo y con las personas correctas ayudándome en el tiempo preciso. He aprendido muchísimo y para ver el resultado de estas últimas presentaciones, si las hice bien o no , aún he de esperar unos meses, pero estoy tranquila porque los hice con El y El me ha enseñado a caminar de su mano y a presentar impuestos. Y sé que para los que le amamos y hemos sido llamados de acuerdo a su propósito, todas las cosas resultan para bien.

Gracias Jesús, porque siempre respondes y siempre estás ahí. Para todo. Gracias por tu paciencia conmigo y por no dejarme nunca sola. Te amo, te necesito y no soy nada sin ti.

2 comentarios de “Presentando mis impuestos de la mano de mi Amado”

  1. Disfruté tanto leyendo este testimonio!!! Caminar de Su mano a veces es como andar en una montaña rusa de emociones jajaja uno está en lo más bajo y luego El te lleva a lo más alto cuando se presenta tan gloriosamente como en este caso!!!

    El sabe muy bien lo que hace 🙌🏻 que linda forma de enseñarte y de recordarnos a todas que de eso se trata caminar en fe, a veces se parece a dar pasos cuando no vemos con claridad cómo si fuéramos con los ojos tapados sólo escuchando Su voz, y dudamos por momentos si acaso escuchamos bien o si quizá El no se va a presentar pero si soportamos todo eso y lo esperamos podremos disfrutar de esa alegría incomparable que sentimos cuando vemos que El siempre estuvo allí y que en efecto obró a nuestro favor.

  2. Querida Mira, me gustó mucho el testimonio sobretodo ver como nuestro Amado utiliza tareas en las cuales no somos muy diestras o no tenemos mucho conocimiento, con la finalidad de enseñarnos muchas lecciones. Nos fortalece la paciencia, la esperanza, la confianza y a reconocer que nunca debemos confiar en nuestro propio entendimiento. El es suficiente para resolver cualquier tarea que debamos realizar. Me llena de gozo saber que El estaba al frente de tu tramite tributario pero más aún que lo reconozcas a El como el autor.

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