Nunca sabemos quien nos mira

Hace unos días salimos a comer una pizza con mi et y mi hija. Mientras esperábamos la orden, sin ningún juguete a la mano como acostumbro a mantener en mi cartera, no tuve más opción que usar mis manos para hacer juegos sencillos pero que tenían divertidisima a mi niña.
En realidad fueron 2 o 3 actividades cortas pero con algún objetivo que ella debía alcanzar. Estaba emocionada y gritaba sin hacer mucho alboroto. Entonces, noté unos ojitos chiquitos puestos sobre nosotros. Nos sonreía con timidez. Era una niña de unos 8 añitos. Estaba sentada en la mesa del lado con sus padres y un hermano mayor que ella.
En eso, llegó nuestra comida y nos dispusimos a compartir los alimentos. Pero de reojo, vi a la niña, llamando la atención de sus padres (sumidos en el celular) y a su hermano (quien veía TV) para hacer los mismos juegos que nos vio haciendo.
Mi queridas no solo me enternecio sino que me confrontó en muchos pensamientos… En la intimidad con mi Señor me brotaban lágrimas de pensar como los padres ignoranos tan severa y conscientemente a nuestros hijos, como nos distrae cualquier pequeñez de lo verdaderamente importante.
He pensando tanto en esto: los niños piden nuestra atención a gritos pero también hay un punto en que simplemente se quedan ahí, ensimismados e imperceptibles, lo cual creo que es peor.
Y alabo a mi Dios y mi Rey porque esas situaciones me hacen más sensible, me tocan lo profundo de mi corazón y me hacen ver que NO ES TIEMPO DE CALLAR, y que no se habla solamente con palabras. Lo que hacemos cuenta. Cada pequeño acto de bondad, de amor, de paciencia, de amabilidad está siendo observado por otros. Y si son ojitos pequeños, el impacto es exponencialmente superior.
Querido Amor Mio te doy gracias por tu misericordia, por dejarme ver mis errores y los de los demás para aprender y para tomar acciones que sin hablar, griten a los 4 vientos qué tú eres un Dios de amor y que como tal te comportas y me llevas a comportarme a mi sin religiosidad ni siendo una farisea.
Es en la autenticidad, en el andar de la vida diaria que otros tienen la oportunidad de verte por medio de nuestros actos. Dios nos llama a reflejar Su corazón de padre en la manera en que estamos criando a nuestros hijos.

3 comentarios de “Nunca sabemos quien nos mira”

  1. Hermoso testimonio, gracias por compartir ❤️ es cierto el día a día nos absorbe y la tecnología tampoco ayuda mucho, y los niños no necesitan tantos aparatos para pasarlo bien 🥰🙏🏻

  2. Wow bb, que lindo testimonio! Me alegra tanto que mi querida sobrina este gozando de la educación en casa https://elanimador.com/h4h/ esa cercania que tiene contigo esta obrando en su corazón de una forma que un no alcanzamos a ver… pero en fe se que ese amor de El a través tuyo esta construyendo a una mujer conforme a Su corazón. Que afortunadas somos con que nuestro Amado abra nuestros ojos en este momento para corregir estos errores para con nuestros hijos.

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