Alabado sea nuestro Señor!!! ÉL nos lleva a sus brazos y nada puede haber mejor que eso. Mi alabanza de hoy es para agradecer a nuestro Padre por hacer fuerte mi esperanza y fe en ÉL. Le he estado pidiendo al Señor que refuerce mi amor por ÉL, que me ayude a amarlo tal como Éll quiere, que sea el primero en mi corazón y mantenerme a su lado.! Y lo hizo!
Pues bien, le estuve pidiendo al Señor, durante varios días, que restaurara mi relación con mi pareja un día específico que le pedí, oré y ayuné por eso, pero el día llegó y no hubo restauración. Cuando desperté al siguiente día, viendo que Dios no cumplió mi petición me eché a llorar.
Le pregunté al Señor “¿por qué?” pero rápidamente me acordé de Job y de que no debía pedirle cuentas al Señor. También recordé que siempre le pedí en mi oración que sólo cumpliera mi petición “si era su voluntad”. Acto seguido le pedí perdón por mi reclamo, seguí llorando, y con todo el dolor en mi corazón por la no restauración le dije: “Señor, me duele que Usted no haya cumplido mi petición porque sigo alejada de mi pareja y lo extraño, pero no me voy a ir de Usted, no dejaré de pedirle y no voy a dejar de confiar, sé que Usted ha tenido alguna razón para no hacerlo, y yo lo acepto.” Y hoy, a dos días de este suceso, encuentro la historia de la mujer cananea, que no desmayó ante el primer silencio de Jesús ante su petición, sino que insistió y Jesús le dijo: “mujer, que grande es tu fe, hágase contigo como quieres” Ademas de este versículo de Daniel: “Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tu mano, oh rey, nos librará. Pero si no lo hace, has de saber, oh rey, que no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que has levantado.” Daniel 3:17.
No importa si Dios no cumplió mi petición, lo que sí ya hizo, fue fortalecer mi unión y amor a ÉL. Las cosas no salieron como yo esperaba, pero no lo dejaré por eso. !Eso lo hizo ÉL, puso confianza y amor en mi corazón hacia ÉL!
“Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tu mano, oh rey, nos librará. Pero si no lo hace, has de saber, oh rey, que no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que has levantado.” Daniel. 3:17.
Este versículo es significativo para mi pues me ayuda a seguir en el Señor, aún cuando él no me responda o me ponga duras pruebas.
~Liara