Nadie podría creer las líneas que escribo con el ánimo de confesar mis debilidades y para alabar a mi Señor por su inagotable amor y paciencia conmigo. En los últimos días, algo alejada del blog y del material del ministerio, me he encontrado con la verdad: la realidad de mi corazón. Y aunque ha sido doloroso, también ha sido sanador. Ahora sé el porqué de los obstáculos para avanzar, echar raíces y por consiguiente dar fruto. Lo que escribo aquí pondrá al descubierto mi corazón y heridas sensibles que sanaron en falso pero de las que mi Buen Amor no se olvidó y ha tocado esta vez para mi sanidad.
Para mi bendición, mi hermana Anastasia es ministra aquí en RMI y estoy absolutamente segura que Dios la ha usado en sus vidas, pero no se puede enumerar lo que ha hecho en la mía, han sido incontables las formas en que me ha bendecido. Sin embargo, lo que más le agradezco a Dios ha sido permitirme ver en ella a esa mujer mayor que todas necesitamos ver aunque sea una vez.
Y aunque mi admiración es para Dios por todo lo que ha hecho en su vida, venía creyendo y experimentando una actitud incorrecta en mi corazón hacia ella. Cierta envidia por su discernimiento, por la manera en que Dios le muestra las cosas, por su fidelidad y por esa exacerbada pasión por Él. Para mi sorpresa, en una conversación con ella, brotaron las raíces de amargura y la causa de mi estancamiento en este ministerio.
Deseo alabar a mi Dios y mi Rey porque al escribir esta alabanza entregó un sin número de pensamientos contrarios nacidos en mi niñez… Estoy diciendo que mi imposibilidad para permanecer fiel, mis excusas y temores nacieron cuando mi madre (quien no conocía del Señor en ese momento) destacaba las virtudes, habilidades y aciertos de mi hermanita mientras que yo me escondía persiguiendo a otros… Gracias a mi Señor puedo ver que mi reticencia a plantarme aquí tiene que ver con envidia, fe de doble ánimo, pereza mental y si se puede llamar así, un espíritu de comparación e inferioridad que me ha hecho sentir defectuosa o insignificante en muchas áreas.
Gracias a mi Padre Celestial ella y yo tratamos de ser tan transparentes como Él nos lo permite y tenemos la dicha de conocernos tanto que en pocas palabras sabemos cómo está el estado de fe (no de ánimo) de la otra. Esto no debe agradarle mucho al enemigo… pues ha intentado plantar sus mentiras. Por eso, vengo a alabar a mi Dios, por Sus exhortaciones y por Su verdad: nadie es mejor que nadie, ni el Señor tiene favoritismos, así como tampoco es verdad que ella esté más abajo o más arriba, ni tampoco es verdad que soy gobernada por mis emociones. MI AMADO me ama. ÉL pagó un alto precio por mi. Mis debilidades son para Su gloria y en mis fuerzas nada bueno alcanzaré.
GRACIAS a MI AMADO porque el viaje que mi hermana ha recorrido me ha permitido ver a un Dios real que restaura, sana y hace todo nuevo. GRACIAS a MI SEÑOR porque al traerme aquí, me ha dado los recursos que nunca antes tuve para comprender que era, como se vivía y como se experimentaba una relación con Dios desde tantas aristas diferentes: mi Padre Celestial, mi Consolador, mi Ayudador, Mi Príncipe de paz, mi Esposo Celestial, el Padre Eterno de mis hijos… GRACIAS porque aquí entendí mi llamado, cuál era mi ministerio y qué necesitaba para correr mi propia carrera. GRACIAS PADRE por cuidar mi relación con mi hermana a quien amo tanto y por abrirme los ojos a TU verdad sobre el concepto que tengo de ella y de mi misma: todo lo bueno que tenemos proviene de ti. GRACIAS por revelar mi corazón y usar mis debilidades de carácter, de fe y de fuerza física para glorificarte.
Mil y mil gracias Amado de mi alma has quitado un peso inmenso sobre mi, has tocado esa sensible área de recuerdos y me has dejado ver una vez más tu amor inagotable. Cuánto te amo por lo que eres en mi vida.
Asi mismo es bb, toda la gloria es de El. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” E210. “todo lo bueno y perfecto que se nos da, viene de arriba, de Dios, que creó los astros del cielo…” S117, porque “separados de mí no pueden ustedes hacer nada” J155
Querida mía, gracias por tu Ta, por compartir tus debilidades, como dice su palabra porque cuando somos débiles entonces somos fuerte porque la fuerza viene de Él, me alegra que cuando reconozco algún pecado porque es allí donde podemos sentir aún más el amor de nuestro amado y tú lo has hecho. En cuanto a mí querida Anastacia como tú dices a ti te ha sido de mucha bendición, pues ami aún más, aprendo de ella en cada podcast que competía y en los blogs y en una ocasión tuve la bendición de hablar con ella y la verdad he aprendido mucho de ella y como dice mi querida Anastacia todo proviene de Él a Él sea toda gloria y alabanza, sigamos fieles al señor quitándonos toda cosa mala porque como un ministerio necesitamos estar más que nunca unidas para resistir los ataques del enemigo 🙌
Gracias por abrir tu corazón y compartir Mía, eres muy valiente. Las relaciones entre hermanas son preciosas pero también con muchos recovecos que, si no estamos en el Señor, se pueden llenar de confusión. Yo tengo una hermana también y leer tu TA me ha bendecido mucho, ha sido como una contestación del Señor porque llevo ya orando muy seguido: “Amado restaurara POR COMPETO mi relación con mi hermana”. Me llevo bien con ella, pero ves, esos recovecos están llenos de confusiones aún y la relación no es plena. ¡Leerte me ha dado tanta esperanza!
Qué maravilla que estéis las dos aquí en este ministerio y que bendición para las dos de teneros la una a la otra y sobre todo, de estar ambas firmes en el Señor.
Mía abrir nuestro corazón y sus sentimientos frente a todos es de gran valentía, Nuestro Padre nos transforma y como dices para Él todas somos iguales somos la niña de sus ojos, nos ama infinitamente, supongo como escuché en un podcast de las Ministras a cada una nos dió un talento especial y tú también tienes el tuyo que es muy valioso para Él y para su Reino!
Anastasia es una mujer mayor que bien sabe cómo bendecir nuestra vida con cada enseñanza, Gracias a las dos.