♕ La Promesa del día: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”. Juan 13:35
Humanamente hablando sería imposible llegar al punto de amar a quien en algún momento culpamos por la infelicidad en nuestro hogar, pero bien dice Su Palabra: "Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios". Pues bien, debo decir que mucho antes de llegar a AyudaMatrimonial.com, solo había leído el Curso 1 y haber aplicado los principios, eso me hizo comprender cuánta culpa tenía yo en el desastre que estaba sucediendo en mi hogar y que no todo era culpa de ella, la otra mujer.
Llegué a un punto en el que anhelaba con fervor no guardar rencor hacia la otra mujer, me sentía tan llena del amor de mi Señor sin saber, ya le cantaba canciones seculares, yo le decía que Él era mi Esposo Celestial y en mis oraciones pedía poder verla desde la perspectiva de Dios, a ella y a mi esposo terrenal ya que habían momentos en que la mente me jugaba sucio y caía en pensar mal de ambos. Sabía que no podía permitir esos pensamientos y un día le pedí al Señor que me ayudara a amar a la otra mujer, que tal vez me parecía imposible y sonaba loco; pero yo quería llegar a ese punto de sentir amor por ella.
Luego de orar por varios meses por ella, con tanto, pero tanto amor que pedía por y para ella más de lo que yo le pedía a Dios para mí, fue algo impresionante sentir esa compasión y todo lo que El Señor ponía en mí, hacia ella; pero “El Dios justo” prueba la mente y el corazón. Llegó esa prueba que realmente demostraría si sería o no capaz de amar a la otra mujer, ¡ella quedó embarazada!, yo perdí el rumbo y cambié mi enfoque de mi Esposo Celestial a mi esposo terrenal nuevamente y esta noticia fue un gran sacudón (bueno me fue haber sido humillada para aprender Sus estatutos) pero ahí fue cuando llegó el amor de mi vida, a pesar de yo haberlo dejado, Él jamás se alejó de mí, jamás se fue de mi lado, me ayudó a atravesar por el fuego ya que mi esposo terrenal con quien no estaba casada en ese entonces, seguía en casa y cuando optó por irse a vivir con ella (con engaños de que se iba a trabajar a otra ciudad), yo no me interpuse en su camino y regresó, gracias a Dios.
Conforme pasaban los meses, él me confiaba detalles del embarazo y amadas, ¡eso me dolía hasta el alma! Aún no soltaba, aún sentía dolor hasta el día en que nació la niña, ese día me eché a llorar en el piso y con mucho dolor le entregué todo a mi Rey, ese día me sentí libre y sabía que no había nada que yo pudiera hacer sino solo Él, yo solo debía confiar. Para ese entonces descubrí la página AyudaMatrimonial.com, y me metí de lleno. Era para mí un tesoro que había encontrado, cada día me fortalecía más y más. Los detalles que mi esposo terrenal compartía sobre la niña, aún eran dolorosos, pero yo me aferraba a mi Rey, no entendía muchas cosas pero mi confianza estaba en Él y así continué. Hubo un punto en que llegué a pensar que yo podía ayudar a la otra mujer luego del parto; pero el Señor siempre fue fiel, me permitió ver cosas y aspectos de la otra mujer que realmente demostraban su condición al estar sin Dios y eso me hizo verla de una manera diferente y me hacía aferrarme más y más a mi amor eterno.
En fin, el tiempo ha seguido pasando y también les comento, hubo un tiempo en que la otra mujer enfermó y mi esposo terrenal estuvo muy asustado, esto me impactó, para nada sentí alegría de que le pasara eso a ella, sino dolor pues ella es una chica menor que yo y en esos días de su malestar mi esposo terrenal trajo a la bebé y yo cuidé de ella. Realmente estoy asombrada del obrar de Dios, pero bien lo dice Su Palabra, todo obra para bien a los que le aman. Esto es sólo un pequeño resumen pues son muchas las cosas que el Señor me ha permitido ver en este viaje y en la mayoría he visto lo que Erin ha mencionado en sus materiales.
Querida Novia, es muy difícil adaptarse a la manera en que Dios ve las cosas. Estamos enseñadas arraigadas según el mundo a "no dejarnos" y a defendernos de quienes nos lastimaron. Pero esa no es la forma en la que Él trabaja, si de verdad queremos seguir Sus pisadas debemos hacer lo que hizo Él, amarnos los unos con los otros Juan 13:35 así verán que somos sus discípulos... ¡Anímate a rendir todo a Tu Amado! Hoy alabo a Mi Amado por todo este proceso, mi Rey lo ha usado para Su gloria ya que ese fue el pretexto para yo hoy conocerlo a Él, a mi precioso ¡Esposo Celestial! ¡Bendito sea mi hermoso Rey!
Yo me preguntaba cómo los demás verían que yo era parte del Reino de Dios si yo no salía, ni predicaba, ni hacía nada de lo que comúnmente se ve en las iglesias cuando salen a ganar almas... no es que menosprecie esa labor que ellos hacen; pero sí sentía esa pequeña incomodidad pues estaba teniendo tantas experiencias con mi Amado que solo quería saber cómo podía ser luz en un mundo de tinieblas... Y esto fue parte de lo que abrió mis ojos, ser o imitar al Señor, pues al ser Su seguidora yo debía vivir de la misma forma en que Él lo hizo. Y para nada ha sido fácil, pero esta verdad ha traído tanta luz a mi vida que sólo le digo que Sea Él y Su Espíritu quien testifique, porque yo nada haría de mí misma, sino sólo El. ¡Deseo llevarlo a todas partes y que todos vean que Él es Mi Rey!
~ Camila en Ecuador