El Señor me Escudriña me Guía por Camino de Paz

Alabado sea mi Amado, por su gran amor y misericordia. El día de hoy quería compartir un testimonio para animar a aquellas novias que, como yo, se han sentido sin esperanza. A veces al no ver pasar nada, nos desanimamos, incluso tal vez algunas se rendirán en la lucha, como en algún momento yo lo hice.

Estos tiempos han sido difíciles para mí, llegó un momento en el que mi situación me tenía abrumada, pero Alabado sea el Señor por ello, porque en medio de la tormenta el me enseñó a depender de Él y solo de Él, y me ayudó a soltar primero a mi esposo, una de mis más grandes luchas es contra la idolatría, y primero mi esposo es quien ocupaba ese lugar, cuando pude empezar a soltarlo, la restauración de mi matrimonio tomó ese primer lugar, hasta que por fin fui capaz de dejarla, está enteramente en manos del Señor, al llegar al punto de ser feliz estando solo con mi Amado.

Pero un nuevo ídolo comenzó a levantarse en mi vida, y esa era que el Señor terminará la relación de mi esposo y la OM (otra mujer), yo podía decir Señor contigo me basta, no lo traigas pero termina esa relación y sin darme cuenta ese deseo de que mi Amado obrara para terminar con esa relación se estaba haciendo un lugar cada día más importante, al punto de no tener paz, mi afán por querer ver esa relación destruida, era movida por mi orgullo, no nacida del amor y la misericordia. Ese pensamiento estaba en mi mente día y noche, y el no ver que eso terminará comenzó a agotarme lentamente y no mal entiendan claro que al Señor no le agrada el adulterio, pero igual aborrecía las intenciones ocultas de mi corazón.

Yo me justificaba diciendo, debo orar por el alma de mi esposo y que sea libre, pero lo que yo no podía entender era que a pesar de “mi buena intención” lo estaba haciendo con un corazón equivocado, yo rogaba al Señor día y noche que me diera una señal un indicio de que Él estaba actuando en esa área, pasó más de un año para que el Señor me mostrara, y peor aún yo veía que esa relación se hacía más fuerte y no podía entender ¿qué estaba haciendo mal? No veía que en el fondo mi corazón era perverso, hasta que en un momento, me rendí, pero me rendí a los pies de mi Amado, acepté que mis oraciones eran movidas por mis deseos egoístas, pedí perdón desde lo más profundo de mi corazón y fui capaz de entregar eso a mi Amado. Le dije hágase tu voluntad, de verdad lo abandoné en sus manos, empecé a orar de una manera diferente, ya no con egoísmo, sino con amor.

Después de que entendí que mi Amado lo que quería era que orara con amor, y no con egoísmo por fin pude ver lo que el Señor está haciendo.

Ayer en una plática con mi cuñada me dejó saber que mi ET (esposo terrenal) a veces se queda en casa de mi suegra a dormir, y me dejó saber que la relación entre la OM y mi esposo no es buena. Hermanas no fue hasta que rendí esto al Señor y Él cambió mi corazón que estuve lista para descubrir esta verdad, no puedo más que Alabar al Señor y estar agradecida porque aún en medio del silencio Él estaba obrando, solo que no estaba lista para ver sus maravillas.

Saben, sé que tengo que orar aún más, para que mi corazón no se desvié del camino, para que mi mirada no se aparte del lugar correcto, que aunque vea “cosas buenas” pasar, mi corazón esté en lugar correcto. Con mi Amado, creciendo cada día en Él, abrazándome a Él con más fuerza, con más amor y que su amor me llene de tal manera que pueda desbordarse hacia los demás. Ese es el anhelo de mi corazón, tener a mi único y verdadero Amor a mi lado, y sé que guardada en su amor, todo lo demás es secundario. Quiero enamorarme cada día más de Él, depender más y más de Él. Tatuar su nombre en mi corazón y ser totalmente suya.

Hermanas examinemos nuestro corazón, aún nuestras oraciones, estamos rindiéndonos de verdad ante el Señor, estamos orando más que por las cosas correctas, ¿con un corazón correcto? Pongan su corazón en Sus manos y Él lo hará. Bendiciones.

Sus promesas:    

Jeremías 17:10 Yo, el SEÑOR, escudriño el corazón, Pruebo los pensamientos, Para dar a cada uno según sus caminos, Según el fruto de sus obras.

~ Johanna