Avergonzada de mi imagen

Queridas novias,
Quiero compartirles mi alabanza a mi Esposo Celestial por Su maravillosa forma de obrar en mi corazón, como les he comentado en anteriores testimonios de alabanza estoy atravesando por pruebas de salud específicamente relacionadas con el acné.

Hace semanas atrás estuve atravesando un periodo difícil en el que tuve un gran brote inflamatorio que comenzaba a dolerme físicamente y aún más en mi corazón porque afectaba mi imagen y la forma en que siempre suelo estar, pero aún más me afectaba porque estaba avergonzada de mi. Imagen y de la opinión de mi esposo y otros sobre mi, debido a los comentarios dolorosos al respecto años atrás en mi adolescencia, lo que quería evitar a toda costa y que me ha sido imposible.

Hay partes de viaje que a veces queremos omitir porque nos duelen pero he aprendido con mi Amado que si El lo permite en mi vida es porque lo ve necesario para tratar conmigo y llevarme a crecer aún más en mi intimidad y amor por El.

El asunto es que mi Amado justo en ese momento me llevo a hacer un ayuno de maquillaje por 40 días lo que para mi era la forma de ocultar mis imperfecciones, y fue más allá al pedirme dejar de usar filtros en las videollamadas de Zoom lo que fue realmente doloroso de entender… pero El logro hacerme comprender que no debo ocultar el problema sino enfrentarlo con fe en El. Sabiendo que El me guiaba a ello lo hice y fue difícil especialmente cuando tuvimos que viajar a la ciudad con mi esposo y salir de la comodidad de mi casa donde no tendría que enfrentar las miradas de las personas que me dicen lo mal que piensan sobre mi aspecto. Tengo que alabar a Dios pues con todo esto El ha puesto en Federico el deseo de que no use maquillaje y que además ha hecho que él no se avergüence de mí, lo que pensé podría suceder e incluso estaba preparada para ello!

Mi Amado me dio la fortaleza para resistir ese periodo, me ayudó a no rendirme aunque quise hacerlo, la tentación de retomar los anticonceptivos que mantenían el aparente control del acné hormonal estaba allí pero El me dio una salida, una noche en la que estaba viéndome empeorar en lugar de mejorar lloré a mi Amado diciéndole que estaba agitada y que necesitaba que me ayudara con esto, al otro día no sé de donde tenía nuevo ánimo y es como si Él hubiera retirado esas miradas y simplemente me dio Su gracia para soportarlo.

Él ayuno ha terminado y lo alabo porque me ayudó a mejorar mucho en ese tiempo, la inflamación ha disminuido mucho y me ha dado una nueva confianza no basada en mi aspecto lo que solía suceder sino una confianza en El en Su amor y cuidado, me ha renovado en mi corazón haciéndome ver que no tengo que ocultar mis imperfecciones sino que El me llama a ser transparente y humilde, a rendirse a Él mis imperfecciones para que sea El quien se glorifique en ellas para gloria de Su nombre. Me ha transformado, he notado que soy más amable, que me ocupo menos de mi aspecto y más en lo que las otras personas necesitan. Es raro, parece no tener relación alguna, pero lo que noto es que está removiendo parte del orgullo qué hay en mí. Mi proceso continúa, y lo alabo por todo lo que El ha ido haciendo en este viaje de restauración de mi salud.

Cuando el rey de Israel leyó la carta, rompió su vestido y dijo: —¿Acaso soy Dios? No tengo poder sobre la vida y la muerte para que el rey de Siria me mande un hombre para que lo sane de lepra. 2R57

Me llama la atención que me hablas mucho sobre la vida y la muerte y que solo tu tienes el poder sobre ambos, solo Tu puedes sanarme, nadie más, no hay médico, no hay fuerza humana, sino la fe en Tu poder.

«No por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu» z46

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