Hola mis amadas, prometí volver a escribir, y esta vez les quiero compartir acerca de como aprender a escuchar a Dios.
Cuando aún no estaba en el camino del Señor, la tristeza el miedo y el desespero eran parte de mis días, cuando mi esposo llegaba a visitar a nuestros hijos, casi ni nos dirigíamos palabra. Algunas veces llegaba a recoger a mi hijo de cuatro años para llevarlo y pasear con el, al ver a mi hijo ir con su papá me llenaba de tristeza y lloraba viéndolos partir, cuestionaba a Dios el porque no era digna de ser feliz y estar nuevamente juntos los cuatro.
Pasado un tiempo y caminando con el Señor, las cosas estaban TRANQUILAS, orando, ayunando y leyendo la biblia, pasaba mi días, llenando mi alma de su paz, su tranquilidad, su amor, sus abrazos, su protección, y de todo lo que mi amado esposo Jesucristo me ofrece.
Mi esposo terrenal ya no se llevaba a mi hijo más bien llegaba el fin de semana a visitarlos y pasar tiempo con ellos, y si en algún momento lo llevaba con él ya no sentía tristeza más me ponía a orar, cubriéndolo con la Poderosa Sangre de Jesucristo.
Llegado un día sábado, llego a ver a nuestros hijos, pasada la tarde se despidió de los bebes y de mi, cuando lo veía partir sentí mucha aflicción en mi corazón una angustia que no entendía, empecé a llorar de tristeza, le preguntaba al Señor que me pasaba, porque sentía todas estas emociones si mi caminar en el Señor era de paz y tranquilidad. Sentía que Dios ponía en mi el deseo de orar fervientemente, acosté a mis bebes, terminé algunos pendientes y decidí levantarme a media noche a orar, ese momento me cedí totalmente a Él, le pedí que tenga misericordia de mi esposo, que lo bendiga a través de mi oración, que guíe su caminar, sus decisiones, que a través del espíritu santo lo proteja, oraba con mucha fe, pidiendo también fortaleza, dirección y guía a través de su palabra, ni siquiera sentía cansancio más mi corazón se deleitaba en su presencia. Oraba, oraba y después de unas horas, sentí que había vuelto esa paz maravillosa que solo viene de El.
Al día siguiente domingo mi esposo volvió a visitarnos estuvo toda la tarde jugando con los bebes y se quedó dormido en el mueble, me había pedido que le prestará mi cargador para cargar su celular, para este tiempo el señor ya me había pedido que no me inmiscuyera más en sus cosas.
Mi esposo durmiendo y yo necesitando el cargador creí conveniente entregarle el celular para cargar el mío, y cuando desconectado su celular del cable la pantalla se encendió y llegó un bombardeo de satanás, se encendió su celular y había una foto de él y otra persona como fondo de pantalla, valla sorpresa, mientras le entregaba el celular mis ojos veían el rostro de la otra persona, y que sorpresa me lleve (obviare más detalles de la otra persona, pues debo seguir cubriendo a mi esposo). En ese momento entendí el porque mi Señor me llamó a orar el día anterior, era para fortalecerme , era para prepararme, en ese momento sentí, dominio propio, y aunque por un momento tambaleé, mi Señor me levantó. Si no estuviera en los caminos del Señor le hubiera hecho el escándalo del año a mi esposo, pero mi confianza va más allá, de seguir creyendo que el tiene el control de todo. Tranquila y fortalecida repetí el salmo 23 no se cuantas veces, y después de que mi esposo se fue por la noche en mi momento de oración le di gracias a mi Señor por haberme preparado para ese momento. Le agradecí por amarme tanto que me había armado de fortaleza un día antes, pues el sabía lo que vendría, satanás se encargo de buscar la ocasión perfecta para lanzarme un dardo, pero no contaba con que mi Señor se adelantó y me fortaleció en oración. Ni siquiera lloré por la tremenda sorpresa que me llevé, más sentí que había pasado la prueba, el día malo había pasado.
En mi caminar, he visto cada circunstancia levantarse, y me he preguntado Señor me estas, probando? Estas probando mi reacción? Estas probando la fe que digo tener?.
Cuando Dios te llame, acude a Él, pídele en tus oraciones que habrá tus oídos espiritualmente, cuando le preguntes algo, pídele que te responda a través de personas, de algún mensaje, Él es bueno y sabrá responder, tal vez ya lo ha hecho pero tu no deseas escucharlo.
Cuando las cosas estén tranquilas en tu día a día, no permitas que la comodidad te aleje de seguir orando y armándote de su armadura, prepárate para cuando llegue el día de la prueba y te encuentre fortalecida.
Vamos guerrera el Señor dice y lo llevo conmigo Isaias 41,10 NO TEMAS, PORQUE YO ESTOY CONTIGO, NO DESMAYES PORQUE YO SOY TU DIOS QUE TE ESFUERZO, SIEMPRE TE AYUDARE, SIEMPRE TE SUSTENTARE CON LA DIESTRA DE MI JUSTICIA. PORQUE YO JEHOVA SOY TU DIOS QUE TE SOSTIENE DE TU MANO DERECHA Y TE DICE NO TEMAS YO TE AYUDO.
VOLVERÉ A ESCRIBIR.