♕ La Promesa del día: “El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche”. Salmo 121:5-6
Mi Amado hace maravillas con mi familia. Mi papá es un adulto mayor, que por malas decisiones que tomó, vive solo y sobrevive del alquiler de unas cabinas que tiene.
En medio de toda esta situación de la Pandemia, se ha visto muy afectado pues la gente no llega a las cabinas, y de los 9 hijos que tiene, sólo dos estamos pendientes de él. Yo me he sentido sumamente preocupada, porque no lo puedo ver tanto como quisiera por el transporte, mi papá vive como a 15 minutos de mi casa. Nosotros vamos los sábados a visitarlo y a comprarle cosas que necesita, ya que le da miedo salir. Hace algunos meses le compré un teléfono celular para adulto mayor, para poder llamarlo todos los días.
Bueno hasta aquí todo iba bien, hemos orado mucho por él, pasamos tiempo en su casa y disfrutaba mucho de la compañía de las gemelas, pero cuando nos íbamos siempre quedaba solo y eso me preocupaba mucho. Él no es la persona más dócil del mundo, y está acostumbrado a hacer lo que mejor le parece, por eso cada vez es más dura la situación porque él no acepta la ayuda que queremos darle.
Hace una semana llamé al celular y no me contestó lo que me preocupó mucho, volví a llamar y me dijeron que estaba equivocada, me puse a indagar y resultó que le habían robado el celular. Yo me desesperé y me puse a llorar, porque me preocupaba que lo hubieran asaltado y pegado, así que oré y le pedí un milagro a mi EC y llamé a mi ET y le pedí que fuera después del trabajo para ver cómo estaba, eran las 9 de la noche. Mi ET llamó para decirme que mi papá se había caído y tenía un golpe fuerte en la espalda, que no quiso ir al hospital y que se veía muy deprimido. En ese momento más lloré porque no sabía que hacer, mi papá no quería venirse a vivir con nosotros, ni que nos fuéramos a vivir con él, y mis otros hermanos no quieren ayudar. Llamé a mi hermano mayor y me dijo que tranquila Dios nos va a ayudar.
Al día siguiente, mi hermano me llamó para contarme que había conseguido una familia que iba a vivir en una casa que tiene mi papá en la parte de atrás de las cabinas y que iban a trabajar con él, y no sólo eso, mi hermano mayor se iba a encargar de pagarles. No podía creer lo maravilloso que es mi EC, que escuchó mi clamor y nos ayudó con mi papito. Ya tengo paz porque sé que hay alguien siempre cerca en caso de que ocupe ayuda, pero no tan cerca para que se sienta amenazado. Ya no se siente tan solo y reconoció las bondades del Señor y lo mucho que Dios lo está bendiciendo.
Yo alabo a mi EC porque Él siempre cuida de nosotras y de nuestra familia y ha tomado mi papá como su hijo y lo está cuidando de la forma en la que mi papito necesita. Siendo libre, pero con alguien de cerca!!
No hay amor más grande!!!!
~ Isabella en Costa Rica