Soy bendecida

“Antes bien, en la medida en que comparten los padecimientos de Cristo, regocíjense, para que también en la revelación de Su gloria se regocijen con gran alegría” 1P413

Después de leer la lección 2 de “Cómo ser bendecida” de esta semana, pude identificarme con Erin en la alegría de mirar hacia atrás para notar cuando mi Amado Esposo ha cambiado y continúa cambiando en mí a través de las pruebas y sufrimientos. Ayer estuve muy enferma y débil y sin embargo durante la noche en el momento de mayor debilidad me encontré agradeciendole entre lágrimas porque a través de las pruebas de salud que El me ha guiado a pasar me ha llevado a ser humilde y ese es un verdadero regalo, que podemos disfrutar sintiendo el amor y cuidado de quienes nos rodean. Lo que sin dudas es Su amor en los hacia nosotras.

Las bendiciones de mi Amado son preciosas como lo es El, Sus regalos son maravillosos, pero El es más deseable que todas esas bendiciones y eso es lo que quiero recordar, no quiero mirarlo a Él por las bendiciones que puede y quiere darme sino porque Él es mi mayor bendición y es a Él a quien quiero anhelar cada día. Mi vida no sería nada feliz si Él no estuviera en ella, gracias a que Él está en mi, puedo tener paz y esperanza en medio de cualquier circunstancia, puedo mirar a mis pruebas y agradecer porque me van a llevar a un nuevo nivel de madurez… muchas veces me quedo atrapada en el dolor, hasta que mi Amado me recuerda que todo eso es pasajero y que El está obrando todo aquello para mi bien, cuanto bien me hace el ir a derramar mi corazón ante El y escuchar de Él lo que tiene para mí, sin dudas el mayor regalo y bendición que me ha dado ha sido la RELACIÓN que hoy tengo con El, esa que una vez estuvo rota por mi pecado y mi falta de arrepentimiento, hoy es mi mayor bendición, estoy sumamente agradecida con mi Amado porque Él es todo lo que quiero, todo lo que deseo y el motivo de mi vivir. Me siento sumamente bendecida desde que he comprendido que no son las cosas las que me alegran la vida sino Su presencia, y cuanto más me acerco a Él más feliz soy.

Esta es una valiosa lección que me ha dado el entendimiento de que el sufrimiento es necesario, que tiene una función valiosa en medio de nuestro proceso de crecimiento espiritual y que me lleva a compartir con mi Amado los sufrimientos y así mismo él quiere que comparta con él la alegría que produce el ver Su gloria manifestarse. Puedo decir que son los mayores sufrimientos los que me han dejado las mayores alegrías y mejores testimonios que compartir y recordar cuando estoy en medio de crisis momentáneas, de hecho son esos testimonios que se veían tan imposibles de salir de la crisis los que más admiramos y más nos gustan y alegran con esperanza. Así que si té estás viendo en una situación tan en donde parece imposible, te animo a alegrarte porque el sufrimiento es pasajero pero Su gloria es eterna! Él QUIERE bendecirte!!!

“Nuestros sufrimientos son pasajeros y pequeños en comparación con la gloria eterna y grandiosa a la que ellos nos conducen” 2C417.