Cada error cometido El lo usa para nuestra bendición🥰

Hola hermosas,

Este TA es para agradecerle a mi Amado por algo que hizo hace un mes y que un maravilloso testimonio de Paula Paul “¿Qué hice mal?” me ha confirmado y terminado de explicar cómo se desarrolló nuestra bendición.

Esta situación, similar en algunos aspectos a la de Paula, diferente en otros, la enfrenté hace menos de un mes y la compartí en un compañerismo cuya lección viviente era la de “Su GPS“.

En mi caso, también por obedecer a mi et (esposo terrenal) cometí un error: desobedecí, sin darme cuenta, a la autoridad del gobierno pues salí de casa con el coche cuando había una alarma roja por fuertes tormentas. Todo hay que decirlo: en mi ciudad apenas llueve y lo de la alarma roja, pues se me olvidó, no estoy acostumbrada a estas cosas.

El caso es después de pasar un rato en oración por la tarde, no sé cómo se puso en mi corazón el llevar a mi hija pequeña Esther a un restaurante -tal y como le había prometido hacía unas semanas- y aprovechar para recoger en la misma zona a mi hija mediana Ruth que salía de trabajar tarde. Así que agarré el coche y me fui al centro con Esther (¡¡¡horror!!! nunca lo hago ni me gusta) a recoger a Ruth para que no tuviera que volver por la noche sola en metro y caminar desde la boca del metro a casa, esto en obediencia a et. Yo procuro no usar coche en el centro de la ciudad y solo uso el trasporte público.

Imaginaos mi cara cuando llego a un parking público y está cerrado, el siguiente cerrado, el siguiente, cerrado también. Yo, en mi justicia propia, pregunto a un operario: “¿oiga, no hay derecho, ¿cómo es que están todos los parkings cerrados a estas horas?” “Señora, ¿a usted no le ha llegado a su móvil un aviso para que se quede usted en casa y no salga salvo emergencias? Lo ha mandado el Gobierno a todos los ciudadanos.” jajajaja… glups…. la justicia propia NUNCA funciona.

Ahora me río pero mi arrepentimiento fue inmediato y me cayó como una losa, claro, ¡qué vergüenza! Era cierto: por la mañana había llegado un aviso al móvil con alarma y todo, pero el Señor sabe que por la tarde se me había olvidado por completo.

Y Él es tan bueno, que, si bien durante unos minutos duró mi vergüenza y mi condenación apuntando al culpable : YO por desobediente -pero con algo de confusión porque no había sido mi intención- El tocó mi corazón y me dijo que el error ya estaba cometido y que no era cuestión de buscar culpables. Que El veía mi buena intención de obedecer a et, lo cual ese día era totalmente incompatible con obedecer al Gobierno.

Y también veía la buena intención de salir al restaurante con Esther y con El, pues este era un plan que Esther, mi Amado y yo queríamos hacer juntos para precisamente ir superando esta parte del VR (viaje de restauración) en la que necesitamos comprender que, aunque et viva en casa, no está con nosotras.

El orquestó todo. Cuando ya estaba callejeando buscando el camino para volver a casa arrepentida y bastante chafada, ya más calmada y sin vergüenza pero aún confusa -porqué en mi corazón estaba la misma pregunta: “¿qué hice mal Amado?”-, y sin saber a dónde iba con el coche por el centro, de repente aparecimos en un parking público abierto. Y no estaba lejos del restaurante. Llegamos, cenamos muy bien, el restaurante era lo que buscábamos, de precio, todo, lo habíamos buscado con El en google por la tarde. Aquí nos reveló su faceta de guía o de GPS que sabe por adelantado todo lo que es lo mejor. El condujo el coche por las callejuelas estrechas de la ciudad.

Más tarde llegó Ruth de trabajar, cenó también y descansó. Pasamos una noche preciosa las 3 con mi Esposo Celestial y el Padre Celestial de las niñas. Regresamos andando al coche, sin mojarnos, pues ni a la ida ni a la vuelta había caído una gota de agua. Y cuando salimos del parking con el coche, ¡se puso a llover a cántaros, tan fuerte como para otro aviso! La ciudad quedó vacía en cuestión de segundos. Hubo una ventana de apenas 2 horas de descanso se la lluvia y fue la que El nos sacó de casa para ir a cenar con El. ¡En esta parte vimos Su faceta de Creador todopoderoso!

Es increíble como El bendice todo, aunque cometamos errores, El no busca culpables y tu TA me lo ha recordado y explicado a la perfección, Paula. Y cada error o cada situación adversa, si se la entregamos, El la usa para llevarnos a una bendición mayor. ¡Aquí nos mostró Su Amor y su misericordia eternas por nosotras!

Fue una velada maravillosa. Te amamos tanto Amado, eres el mejor Esposo para mí y el mejor Padre para mis niñas.