Crea en mí un corazón limpio, oh Dios; y renueva un espíritu recto dentro de mí “. Salmos 51:10…
Alabo a mi señor Jesucristo porque ha venido obrando en mi, y ha quitado lo que para mi antes era una supuesta enfermedad, el pecado de la ansiedad, siempre leía libros de la psicología y sus consejos de como sanar la depresión y obtener el “amor propio”. La falta de estima propia la tapaba con orgullo, era bipolar, muy orgullosa y tenía amargura en mi corazón, con todo me enojaba, debido a que mi niñez fue con muchos miedos e inseguridades ya que mi crianza fue con un padre estricto y muy poco nos daba amor, crecí con miedos e inseguridades e inestabilidad emocional, gracias a Dios nunca asistí a un psicólogo, pero siempre sabía que en mi existía algo que no estaba bien.
Fue cuando me enfrente a mi realidad, mis relaciones casi no duraban y la que finalmente creí que era la que me iba a hacer feliz resultó siendo mi prueba para acercarme a Dios, luche siempre con los miedos y las inseguridades y la falta de estima propia, un día le rogué a Dios que me salvara de eso y me ayudara por que me estaba enfermando de eso, no podía confiar en nadie y siempre me cubría con orgullo, egoísmo y arrogancia, no sentía seguridad hacia ninguna persona que se me acercara y casi siempre tenía malos pensamientos hacia mi en cuanto a que nadie me quería… fue una lucha constante, como lo mencione un día desesperada le dije a mi Señor que no quería vivir así, con ese miedo y desconfianza con todo, ya que ni en mí confiaba, era depresiva y muy ansiosa, de hecho bastante bipolar, de tantas cosas que pasaban en mi relación con el papá de mi hija, le dije a Dios que no quería esa vida, que yo me estaba muriendo por dentro por ser así, que no quería más esa vida.
Como Dios usó la separación con el papá de mi hija, entonces entendí que era Él quien necesitaba que yo cambiara, pero me enfoque en pedirle que me regresara a mi ex, mas sin embargo mientras yo me enfocaba en orar para que lo trajera nuevamente a mi, Él me iba mostrando que tenía que cambiar, me llevó al profundo dolor de cada cosa que viví en mi niñez y aun lo sigue haciendo por que se que debo entregar más.
Doy testimonio de que mirando atrás me rio de como era y como Dios me ha cambiado, la verdad era bastante bipolar, y orgullosa y sin darme cuenta solo en la búsqueda constante de mi relación con mi Esposo Celestial me ha cambiado… Se que me falta mucho más por cambiar pero se que con El todo es posible y aun lo que empezó en mi y con mi familia lo va a terminar.
Sus Promesas
Crea en mi corazón nuevo oh Dios y renueva un espíritu recto dentro de mí salmos 51:10
Significa mucho para mi, ya que es siempre lo que he clamado a Él, que me cambie, que me ayude a ser como Él quiere que yo sea, que sea totalmente suya, que mi corazón sea completamente suyo y no a medias, que me ayude siempre a renovar mis pensamientos para agradarle y hacer su perfecta voluntad…
~ Gabriela