Queridas, como Equipo nos hemos comprometido a unirnos en espíritu para orar cada lunes a nuestro Padre Celestial en nuestros cuartos a puerta cerrada, a El quien está y ve en el secreto y nos recompensa en público M66, con el ánimo de levantar los brazos de cada una de Sus novias —nuestras compañeras de viaje y miembros de RMI— en oración.
Hoy traigo una gratitud enorme hacia Mi Buen Padre y Mi Dulce Amor, que no es porque estén pasando cosas que una podría catalogar como “exageradamente buenas” sino porque justamente, en medio del caos, Él sigue marcando la huella de Su Amor,