Un Testimonio de la Fidelidad de Dios: Un Trampolín, una Oración y una Gran Bendición


"Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre." S1004 

Quiero tomar un momento para alabar al Señor por todo lo que está haciendo en mi vida.

Durante un par de semanas estuve orando por una cama elástica segura para mis hijas. Vivimos en el campo, y uno de los tíos de mi esposo nos trajo un trampolín que estaba en muy mal estado. Las niñas se estaban lastimando, y sabía que no era seguro. Para que tengas una idea, tengo un par de gemelas idénticas de ocho años, una hija de tres años, y mi hija mayor tiene 18. ¡Sí, tengo solo niñas!

Estaba realmente preocupada por su seguridad, así que comencé a orar. Sabía que un trampolín seguro sería un cambio de vida para nosotras—no solo porque podrían jugar seguras, sino porque me daría tranquilidad mientras trabajo, sabiendo que están seguras y felices.

El viernes pasado, Dios respondió nuestras oraciones y proveyó el dinero para comprar un trampolín. ¡Estaba asombrada y tan feliz! Me recordó cómo todo puede cambiar en un instante cuando oras, cuando expresas tus necesidades, cuando compartes tu visión y cuando Dios pone en tu vida amigas dispuestas a bendecirte.

Dos amigas maravillosas nos ayudaron al bendecirnos con el dinero para el trampolín. Pero la historia no termina ahí. Mi esposo y yo oramos para encontrar la adecuada. Como vivimos lejos de la ciudad, a veces es difícil encontrar lo que necesitamos en nuestra localidad. Buscamos y sentimos que debíamos ir a Panamá (un país cercano a unos 40 minutos), y allí encontramos exactamente lo que necesitábamos.

Al llegar al primer centro comercial, ¡los trampolines estaban en oferta! Era exactamente el de 3 metros que habíamos estado pidiendo en oración. Como si eso no fuera suficiente, mi esposo notó que el dueño de la tienda estaba allí y le pidió un descuento adicional. El dueño amablemente nos dio $10 de descuento, además del precio de oferta, ¡y hasta incluyó una garantía de un mes!

¡Estábamos alabando al Señor ahí mismo en el centro comercial!

Pero Dios no había terminado. Vi un hermoso libro para colorear que mis hijas podían usar para mejorar su escritura—¡y lo compramos! Luego, mientras íbamos a pagar el trampolín, las niñas vieron unas botellas de agua que habían querido desde hace tiempo. ¡También estaban en oferta! Compramos cuatro—una para cada hija.

Y créelo o no, ¡hasta nos alcanzó para comprar pizza para el almuerzo!

Quiero animarte hoy: sigue orando. Sigue confiando. Sigue poniendo al Señor en primer lugar. Ten una visión de lo que Él puede hacer en tu vida—porque Él es más que capaz de hacer todas las cosas.

Hoy, entro en Sus atrios con acción de gracias, porque verdaderamente, el Señor es tan, tan bueno.

¡Gracias, queridas! ¡Que tengan un día bendecido! 💖

1 comentario de “Un Testimonio de la Fidelidad de Dios: Un Trampolín, una Oración y una Gran Bendición”

  1. Gracias Isabella por compartirnos esta hermosa alabanza, sabia del trampolin pero no sabeia cómo llego a tus manos, me ha animado muchisimo leer toda la historia!!! Que precioso nuestro Amado! Es tan cierto que la oración —el hablar con nuestro Esposo— y compartir nuestras necesidades hace una gran diferencia en nuestras vidas. Me alegra mucho que El haya dado respuesta a sus oraciones como familia y que les haya dado mucho más de lo que le pidieron, lo que me habla claramente de Su forma de ser y actuar: “A Dios sea la gloria, pues por su poder eficaz que actúa en nosotros, él puede hacer muchísimo más de lo que nos podemos imaginar o pedir” E320

    Mientras escribia podia sentir como EL me indicaba que como RMI somos una familia y que El esta escuchando nuestras oraciones, cuando oramos las unas por las otras y rendimos nuestros deseos compartidos a EL. Oremos con confianza en Su amor y deseo de bendecirnos!

    Gracias por compartirlo bella!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *