Yo era una mujer contenciosa y se podría decir que obstinada, siempre quería saber todo sobre mi esposo, cuando los problemas comenzaron fue cuando mi esposo comenzó a salir todos los viernes a casa de amigos a quienes yo no conocía y siempre que llegaba yo estaba molesta, aunque ya no le reclamaba nada puesto que ya había comenzado a seguir la palabra de Dios, pero aun asi me daba mucha ira el hecho de que él salía y llegaba tarde así que un dia luego de que él me dijo que ya no me amaba igual que antes yo me sentí devastada pero aun así por las cosas que había leído, yo estaba decidida a luchar por mantener mi matrimonio (sin darme cuenta aunque era ir en contra de lo que debía hacer) y en ese proceso permanecí por aproximadamente 2 meses de los cuales no valieron de nada puesto que luego mi esposo me confesó una infidelidad y otras cosas que no me corresponde a mí mencionar.
Asistir a terapia de parejas fue la peor decisión, allí me di cuenta que debí acudir primero al Señor, pero debía continuar, ahora sola en este camino de restauración, cuando mi esposo se fue de casa yo nunca me opuse y ya había aprendido sobre las cosas que había leído y un dia me postré ante el Señor y le pedí que me diera fuerzas y me diera descanso, le pedi que si Él escuchaba mis oraciones me permitiera descansar y tener una noche tranquila (ya esas noches no las tenía porque siempre vivía angustiada esperando a mi esposo y enviándole mensajes) esa noche al dormirme no me di cuenta de nada más hasta que amaneció, fue allí cuando supe que solo de la mano de Dios podía avanzar en este camino.
Desde entonces he ido estableciendo una intimidad con el Señor y me ha mostrado cosas que jamás imaginé (por lo menos nunca imaginé en mi antigua vida) a veces yo misma me sorprendo de mis actitudes, mis palabras y hasta la tranquilidad que siento en estos momentos que mi esposo no está en casa, hoy ya tiene 2 meses de haberse ido y justamente 12 días sin verlo, antes de estos días sin verlo siempre venía a la casa ya que su trabajo queda cerca pero tengo esos días sin verlo y me siento tranquila porque Dios está llenando ese vacío que el dejó, lo he aceptado como mi Esposo Celestial y Él me acompaña en cada momento, se que esta prueba de no verlo y yo no buscarlo me ha servido para intimar más con mi Amado celestial, solo El puede saciar mis necesidades. A él sea toda la gloria y honra.
Se que Dios trabaja aunque los ojos humanos no vean nada, mi corazón siente la presencia de un Padre amoroso, quien ha permitido todo esto para acercarme de una manera inimaginable a El. Amen por todas las cosas maravillosas que están pasando en mi vida y las que vendrán, porque Su plan es perfecto y agradable y solo Él guía nuestro camino.
Sus Promesas
Yo preferiría que estuvieran libres de preocupaciones. El soltero se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarle. Pero el casado se preocupa de las cosas de este mundo y de cómo agradar a su esposa; sus intereses están divididos. La mujer no casada, lo mismo que la joven soltera, se preocupa de las cosas del Señor; se afana por consagrarse al Señor tanto en cuerpo como en espíritu. Pero la casada se preocupa de las cosas de este mundo y de cómo agradar a su esposo. Les digo esto por su propio bien, no para ponerles restricciones, sino para que vivan con decoro y plenamente dedicados al Señor. 1 Corintios 7:32-35.
Es significativo puesto que en este momento de separación es cuando he podido buscar verdaderamente al señor y este es el propósito de esta tribulación.
~ Shoiret