¡Mi proveedor, mi todo!

 La Promesa del día: ”Mujeres, estén sujetas a sus maridos, como conviene en el Señor“. Colosenses 3:18

PR Audio Maria

Bendiciones hermanas, me encontraba haciendo una taza de café cuando vino a mi mente imágenes de lo que mi Amado ha hecho por mí en estas semanas, alabar Sus obras es necesario, debemos dar a conocer que Él vive y que sepan que Él va a suplir todas sus necesidades, si lo hizo conmigo lo hará con el que sea, les pido que confíen en Él y Él hará.

Voy a comenzar dando gracias por el libro “Una Mujer Sabia” ¡es una delicia!, así como todos los materiales que nos brinda el Ministerio, el Capítulo 8Esposas sean sujetas”, basado en: Colosenses 3:18: ”esposas, sujétese cada una a su esposo como corresponde a quienes pertenecen al Señor“

En este capítulo mi Amado me guío a subrayar cada cita bíblica y tenerlas a la mano siempre, me enseñó que, si Sara obedeció a Abraham, yo debo vivir sin temor, no importa lo que suceda, Dios protegió a Sara y Él me protegerá a mí también. 

Hace unos meses mi Esposo Terrenal me intercambió parte del ingreso que me da para la comida de nuestros hijos, por vales, es más difícil para mí, pero no dije nada solo acepté porque si mi Amado lo permitió yo nada tengo que decir. Y hace unos días me comentó que quería quitarme más para él y sus gastos, que no entiende por qué no le alcanza para nada y que veía que yo podía darle más de lo que ya le daba; mi respuesta fue: "lo que tú decidas está bien, sé que vas a decidir algo bueno para mí y los niños". 

En cuanto se fue lágrimas caían por mi rostro pues a mis ojos era injusto pues ahora no me alcanzaría, corrí a los brazos perfectos y le dije cómo me sentía, que estaba enojada y preocupada, después le dije que mi dependencia no es de mi Esposo Terrenal si no de Él pues Él sabe que nada soy sin Él, no es mi voluntad sino la Suya, todo enojo y preocupación desapareció. A los días mi Esposo Terrenal vino por lo que me había pedido, sinceramente di la cantidad con algo de miedo pues tenía el dinero de la comida contada, pero en mi mente le dije que no se haga mi voluntad sino la Suya y se los di con mucha alegría. Unos días después tenía que comprar un medicamento para mis ojos algo fuera de mi alcance, de nuevo fui y le dije mis necesidades y Él maravillosamente me dio para mis necesidades y ¿qué creen? el dinero de la comida que comente arriba nos alcanzó perfectamente aun cuando en mi mente pequeña decía que no. 

En el libro de “Una Mujer Sabia” y el curso 3 he aprendido mucho y mi Amado me ha enseñado a llevarle todo a Él únicamente y no hablo con nadie más de mis temores, llantos enojos y alegrías. Él es mi Admirable Consejero; si yo hubiera llevado esto al brazo de la carne me hubieran dicho lo que un día escuché: “demándalo, pelea, grita, es por tus hijos” y no damas eso es una trampa porque no tengo que pelear nada, pues mi dependencia está en mi maravilloso Esposo Celestial que es fiel y ama pelear mis batallas. 

“Toda palabra de Dios es digna de crédito: Dios protege a los que en él buscan refugio”. Proverbios 30:5 

“Así dice el Señor: ¡Maldito el hombre que confía en el hombre! ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor!” Jeremías 17:5 

Mi seguridad eterna es Su Amor y tengo el mejor Esposo, es Maravilloso y su nombre es El Señor.

~Maria en México

Restaurada en Gracia