Queridas
Mi Amado es tan cuidadoso y protector que es digno de alabanza por mostrarme su Amor inagotable en un día de angustia. Les presento un corto testimonio de su bondad y cuidado.
¿Han sentido dolor punzante, paralizante e intenso? ¿Hay dolores más fuertes que otros? ¿Se han dado cuenta que un dolor de estómago o cabeza pueden ser tan fuertes como el dolor del alma? En todos los casos, nuestro Señor tiene un remedio efectivo…
Mi niña pasó mala noche, lloró y se quejó. A la mañana siguiente, el dolor se hizo intenso al punto de retorcerse. Por supuesto mi corazón de mamá se angustio. En un lapso de 20 minutos, estaba totalmente descompuesta y sin alivio ninguno.
Recordé a Erin diciendo que a veces los hijos necesitan contacto físico: caricias y arrullos cuando hay dolor. Y eso hice. La tomé entre mis brazos y la arrunché en mi regazo. Y saque mi espada. Puse a reproducir el salmo del día y ese nos llevó a un salmo que yo ya tenía marcado en mi Biblia para mis hijos. 🥹
El salmo 20 fue el remedio.
Salmos 20:1-5, 7, 9 NTV
“Que el Señor responda a tu clamor en tiempos de dificultad; que el nombre del Dios de Jacob te proteja de todo mal. Que te envíe ayuda desde su santuario y te fortalezca desde Jerusalén. Que se acuerde de todas tus ofrendas y mire con agrado tus ofrendas quemadas. Interludio
Que Dios te conceda lo que pidas de todo corazón, y que haga realidad lo que pienses hacer. ¡Lanzaremos gritos de alegría cuando Dios te conceda la victoria, y alabando a nuestro Dios haremos ondear las banderas! ¡Que Dios te conceda todo lo que pidas!
Algunos confían en sus carros de guerra, otros confían en sus caballos, pero nosotros solo confiamos en nuestro Dios.
Dios nuestro, ¡dale al rey la victoria!, ¡respóndenos cuando te llamemos!
https://bible.com/bible/127/psa.20.1-9.NTV
Fue ahí cuando llegó la calma. Paró el llanto. Hubo silencio y paz. Fue tan rápido y tan lindo. Supe que me escuchó. Él llegó cuando yo clamaba, Él respondió a mi grito de angustia.
Su palabra es infalible para cualquier tipo de dolor: físico, mental y emocional. Él sabe cual es esa porción de su Palabra que de momento salta y se sale de la Biblia, que cobra vida y se hace realidad, justa y precisa para nuestra angustia.
¡Cuán maravilloso es tener Su Palabra tan a la mano! Gracias a Dios por la tecnología que posibilita nuestro acceso siempre disponible en nuestros dispositivos. Gracias porque escucharla siempre tiene un efecto en nuestro corazón y aplica para cualquier circunstancia. Gracias porque recurrir a Él y a su Palabra es más sencillo, seguro y favorable que ir a ninguna otra persona o cosa. Le agradezco porque me ha dado convicción y confianza de que ninguna petición es ignorada ni insignificante. Y por supuesto, le agradezco por ponerse al frente del malestar de mi hija.
Gracias por compartir querida Mia. Sus elogios me hacen pensar en cuando mi hijo todavía era un bebé y muy quisquilloso, las únicas veces que se calmaba era cuando lo abrazamos fuerte y lo abrazamos. Y me recordó la Enseñanza de Tu Madre, donde Erin compartió que tenemos que construir una base sólida de amor con nuestros hijos invirtiendo amor en ellos.
https://esperanzaalfin.com/cursos/c3/c15/