La verdad es que han sido de una enorme bendición para mi vida, gracias a Erin por haber dado de lo que Dios le estaba dando a ella en medio de su viaje de restauración, gracias a Ana quien es el contacto que tenía en mi página, por compartir su testimonio y ser ambas y todos los que de una u otra forma están involucrados en Ministerio de restauración. Sin duda Dios los puso en mi camino para darme tantas enseñanzas, que hoy tengo y aplico con su ayuda a mi vida.
Gracias por hablar acerca de sus experiencias y su relación con Dios. Les envió toda la bendición del Padre Celestial y oro para que continúen dando de lo que han recibido a tantos corazones. Sin duda y para gloria de Dios hoy les digo que no soy la misma mujer que inició este viaje, hoy me siento más cerca de Dios en una relación que pensé nunca podría tener con mi Amado Salvador.
Justamente eso pensaba esta mañana, hoy se que diría algo muy diferente a una mujer que se acerque a mí llena de angustia o tristeza a lo que hubiese dicho antes. Le diría que un día conocí a una mujer frustrada y llena de fracasos, que erróneamente pensaba que era víctima y que esa tormenta que estaba viviendo no era justa para ella, que aquella mujer se sentía sola y olvidada y pensaba que todo eso era un castigo, y buscaba cambios por su cuenta y apoyo en todas partes.
Pero que fue en medio de aquella tormenta que apareció su Salvador a rescatarla, dispuesto a perdonarla y curar aquel dolor, a darle su amor día a día de tal manera que ella jamás se volvió a sentir sola, El llegó a remover toda frustración y fracaso y hacerla nueva. Sólo pedía confianza y un corazón dispuesto a dejarse moldear y a recibir aquellos cambios y aceptar que sólo así ella tendría paz y vería grandes bendiciones. Que hay una esperanza en la cual, aquella mujer se aferró con todas sus fuerzas y aceptó tal ayuda, y pudo obtener la vida que ella desesperadamente anhelaba, y mejor aún ya que quien le ofreció esa ayuda es sin duda el Todopoderoso que hace nuevas todas las cosas. Que cómo sé que es cierta aquella historia? Porque esa mujer soy yo. Y hoy no soy nada parecida, la que te habla es una nueva mujer, gracias a mi Amado Salvador.
Yo tenía las prioridades cambiadas, pensaba que lo urgente era recuperar mi relación terrenal, la cual estaba fracturada por mis constantes pleitos y mi terquedad de no saber aceptar un error y traer angustia a mi vida por no saber callar y menos oír. Pero Dios ya tenía su plan, me arrebató de manos del enemigo, me quebranto y dio su perdón y me hizo ver que debía volver mi corazón a Él primeramente, que ese debía ser su lugar en mi. EL PRIMERO.
Que debía recuperar mi primer amor, y El tomaría el control de lo demás. Hoy continuó parada en la brecha con Él, de su mano y dejándome guiar por su voluntad, hoy sé que esta es la primera parte de mi testimonio y sin duda la más importante, ya que mi rescate y el hecho de que mi Amado pasara a ser el primero en mi vida y pusiera las cosas en su orden son las que darán paso a la otra parte de mi testimonio, la restauración de mi hogar. Y que se que pronto estaré escribiendo el testimonio completo. Hoy lo alabo por ayudarme hasta aquí y por hacerme nueva, y seguimos en nuestro viaje juntos, ya no deseo separarme nunca más de El.
Amado Salvador, hoy te doy infinitas gracias, por rescatarme de manos del enemigo, por perdonarme, y sanar las heridas que el pecado dejó en mi. Gracias por haber puesto a Ministerio de Restauración en mi camino y por darme la certeza que venía de ti, que era parte de tu plan. Hoy lo sé por los cambios que haz hecho en mi, y por la necesidad que siento de poder ser bendición para otras mujeres.
Gracias por ver mi aflicción, lo que realmente era urgente y llegar en mi rescate, por darme la oportunidad de recuperar mi primer amor y poder lograr la relación que ahora tu y yo tenemos. Hoy te conozco como jamás pensé podía hacerlo, te siento, siento tu amor, tu paz y me gozo contigo en tu palabra y en nuestros momentos a solas.
Gracias porque nunca me abandonaste, siempre me cuidaste de una u otra forma, hoy se que era porque tenías un plan y en su momento tu me rescatarias. Gracias por tomar mi hogar en tus manos mientras yo emprendí mi viaje contigo, se que en tu momento y en tu tiempo, podré ver las promesas que me haz dado, sobretodo la última que me diste, ayer justamente mientras conversaba contigo, en Isaías 43:19 me dijiste ” He aquí yo hago cosa nueva, pronto saldrá a luz…”
Te amo, y te doy toda gloria, toda honra hoy y siempre. Sólo tú me has podido llenar de tanta alegría, oh Amado.
Te amo.
~Aleza en Venezuela