Unos días atrás me encontraba en mi casa, sentada en el piso llorando con todo el dolor que había dentro de mi, angustiada y preocupada por mi situación, al punto de soportar cualquier respuesta, decidí preguntarle a Dios si debía seguir con este camino de restauración que por favor me diera una señal, ya que había permanecido mucho tiempo en silencio y yo no sabía si estaba haciendo las cosas correctas.
En un momento de silencio tal vez un poco frustrada, recibí una llamada de mi madre, quien me decía que yo estaba haciendo las cosas bien que siguiera orando que no me dejara robar mi bendición del Diablo, que Dios me tiene como una guerrera favorita para seguir luchando espiritualmente por mi matrimonio, me dijo que le entregara todo a Él, que Él se encargaría de mi esposo y tomaría el control. Así fue ese mismo día soñé con mi esposo en nuestro hogar, pero también soñé con que debía levantarme a orar en la madrugada y seguir con mi ayuno. Gloria al Señor por su forma de manifestarse a pesar de nuestra poca Fé.
“Entonces el SEÑOR me respondió, y dijo: ‘Escribe la visión y grábala en tablas, para que corra el que la lea. Porque es aún visión para el tiempo señalado; se apresura hacia el fin y no defraudará. Aunque tarde, ESPÉRALA; porque ciertamente vendrá, no tardará.’” (Habacuc 2:2-3)
Este versículo es mi favorito porque he anotado todas las visiones que he tenido estos días, aunque mis pensamientos negativos me dicen que no es como yo creo, pero tengo un Dios que es fiel y lo que él promete lo cumple. Tengan Ánimo.
~Jennifer