El poder del perdón y de la redención

Queridas novias,

Ayer tuve un día de quebrantamiento -el cual era muy necesario dado los caminos por los que estaba derivando otra vez en estos últimos 6 días- y hoy el Señor, que es tan fiel y tan misericordioso, me ha mostrado su Amor, su Verdad y su Sabiduría.

Veréis, como ya os he contado anteriormente, llevo ya bastantes semanas batallando, literalmente, contra “ese muro” llamado “soltar”, “dejar ir”, “ponerle solo a Él primero, de verdad”. Un muro que, gracias a las oraciones contestadas por sabiduría y entendimiento, estoy comenzando poco a poco a descifrar y comprender en mi corazón.

Aunque en estas semanas no he dejado de alabar porque veo y siento las bendiciones de Dios en muchos detalles de mi vida, ayer toqué fondo como nunca antes. Ayer ya no sentía las bendiciones, no las veía, las reconocía con mi mente, pero mi corazón y mi carne desfallecían… no podía casi ni confesar en voz alta sin tartamudear y seguido uno de mis versículos preferidos:

“Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre.”

Ayer me enfadé, me revolví y grité, pataleé… estaba literalmente desfallecida y enfurecida a causa de la frustración y de la confusión, otra vez… Os cuento esto no para justificar esta reacción inmadura, sino porque es la verdad sobre lo que hice. Hoy, más calmada sé que estas reacciones se tienen que ir abandonando según vaya madurando en Su Amor y que cuando El me haga nueva, ya no serán parte de mí nunca más.

¿Por qué esta frustración otra vez y tan fuerte? A parte de mi tema matrimonial, mi trabajo y mis finanzas me están pesando mucho y me están impidiendo sentir el amor de mi Amado por mí, por eso las incluyo en este testimonio:

Intenté diezmar en tres ocasiones durante estos días para darle las primicias de corazón, sin éxito porque la plataforma de paypal o de mi banco se caía, solo para darme cuenta cuando lo volví a intentar que mis ingresos habían sido reducidos a casi nada porque ya habían entrado todos los recibos pendientes y los habían absorbido. Ya lo solucionaré, pero mi intención era darle las primicias, no lo que me va quedado y dárselo con retraso y no pude conseguirlo… (no sabéis la rabia que esto me produjo). Llevo diezmando bastantes años, desde que conocí al Señor hará 8-9 años, pero desde que empecé a diezmar a RMI -el bruto y no el neto como hacía antes-, desde que empecé a obedecerle de verdad y a acercarme al Señor con RMI, me va peor (en mis finanzas y en mi trabajo). Esto lo cuento porque es la verdad y mentiría si os dijera que desde que he empezado a diezmar y a obedecer me va mejor en mi trabajo y finanzas. PERO lo comparto por un lado para que entendáis mi confusión, y por otro lado MAS IMPORTANTE AÚN porque yo sé -aunque a veces tiemble- que el Señor está en control, que hay algo que Él está reorganizando y necesita que esto sea así temporalmente. Ya descubriremos qué es y por qué a su debido tiempo. 😉

Otro obstáculo que no comprendo es que estoy pagando el mismo impuesto por nuestra casa dos veces (no tiene que ver con los impuestos que presenté el otro día que eran sobre las rentas del trabajo y la empresa, este es sobre la casa que tenemos mi ET y yo juntos). Después de haber intentado arreglarlo todo para poner mi hogar en orden desde septiembre, con el ánimo de ser ayuda idónea y de reorganizar mi hogar, de obedecer y de seguir los principios bíblicos para el matrimonio, resulta que, por problemas informáticos, el gobierno de mi ciudad nos está cobrando el mismo impuesto por doble, y después de largas colas y acudir a distintos lugares me dicen que “ya lo solucionarán cuando puedan”.

Mientras tanto, nuestra cuenta en números rojos…. Lo cual genera una irritación en mi ET que tengo que absorber mientras a mí, reconozco, me irrita* que se ET irrite como si todo fuera culpa mía, en lugar de agradecer todo lo que estoy haciendo a pesar de nuestra situación matrimonial.

Bueno, por las razones que sea, mis finanzas y mi trabajo no están saliendo para nada como YO quería o esperaba… y ayer desfallecí de frustración (hay más cosas, pero ya no os voy a entretener con los detalles, soy freelance y todas las puertas se me están cerrando de repente, ¡no facturo desde hace más de 7 meses!).

Pero vamos ya de una vez a lo BUENO, porque después de los ataques del enemigo siempre llega la GLORIA DEL SEÑOR para iluminar🌞los rostros de los que lo buscan en la tempestad 🥰

Ayer mi Amado me mostró la palabra REDIMIR dos veces: me volvió a llevar a Isaías 43:1 “No temas porque yo te he redimido, te he llamado por tu nombre, eres mía.”

Y me recordó el Salmo 34:22 “El Señor redime a sus siervos, no será castigado quién se acoge a Él.”

También me recordaste Amado Jesús estos días atrás a través del libro “Encontrando la Vida Abundante” que “CUANDO comprobemos NUESTRO AMOR por nuestro Amado, ENTONCES Él establecerá las circunstancias en nuestra vida precisamente para BENDECIRNOS EN TODAS LAS AREAS, relaciones, finanzas, salud… “. Pero a pesar de comprender la relación lógica y racional en lo que describe Michele, aún no era yo capaz de comprender en mi corazón como “comprobar, verificar, sentir de verdad” ese amor verdadero, genuino por mi Amado. Lo estoy intentando, pero de alguna forma se me escapa** algo.

Luego, esta mañana, después de clamarte de nuevo por sabiduría y entendimiento para comprender mi situación al comenzar el día, tomé le libro de Erin de “Como Dios puede y va a restaurar su matrimonio” y justo se abrió por el capítulo 9:

“¿Cómo puedo estar segura de que HE SIDO verdaderamente PERDONADA (redimida)? Sabrá ….. que ha sido verdaderamente perdonada CUANDO SU PECADO y su debilidad se presenten tan ENORMES ante sus propios ojos que le sea difícil ver los pecados y debilidades de su esposo. (……). Si todavía se IRRITA* por lo que su esposo dice o hace… entonces NO LO HA PERDONADO.”

Auuuuchhh…. ¡”Touché” y “Bingo” al mismo tiempo! Pues al pincharme y mostrarme mi debilidad, me has dado Señor la bola que me falta para completar mi fila de números y poder cantar ¡bingo!

Me has mostrado lo que se me está escapando** para poder sentir el Amor de tu Hijo y para poder yo amarle de verdad, genuinamente y con todo mi corazón, no solo con mi raciocinio y mi lógica de la carne:

Aceptar y abrazar tu redención al tiempo que perdonar completamente a los que me hacen daño. Comprendí entonces Señor, que, para poder experimentar tu redención, tengo que perdonar, y viceversa: para ser capaz de perdonar tengo que hacerme consciente de que Tú ya me has redimido.

Tú eres tan bueno que ya has dejado todo dispuesto para una redención completa y para eso enviaste a tu Amado Hijo Jesucristo a la muerte en mi lugar. Pero yo no podré disfrutar de este perdón ni experimentar esta redención hasta que no perdone yo misma completamente a mi prójimo. No hasta que yo no perdone de verdad, sin permitir ni una fisura por la que se pueda colar una sola gota de rencor, de tal forma que Su Amor fluya a través de mí de forma natural, no forzada.

Y Erin nos explica muy bien en el mismo capítulo 9 COMO HACERLO: para poder PERDONAR DE VERDAD solo hay que PEDIRLE a Dios la GRACIA para hacerlo, porque solo Él puede perdonar de esta forma completa e incondicional, y que para obtener esa gracia, de nuevo solo hay que pedírsela y… HUMILLARSE.

Es curioso que llevo dos días de ayuno, a los que me Tú mi Amado me llevaste desde el domingo por la tarde. Para ayudarme a humillarme.

Cuando comencé a pedirle esta gracia ayer me llevó a la confesión, la cual dejo para otro testimonio para no hacerlos demasiado largos.

Queridas, hoy he escrito todos mis pecados en una hoja por fin con sinceridad (lo había intentado antes, pero siempre había “peros” y me quedaba a medias). Hoy veo, por fin, mi pecado mucho más grande que el de mi ET. Hoy, aunque siento un poco de dolor, ya no va acompañado de rencor ni de irritación, sino de ternura y de compasión, de arrepentimiento por lo que yo le he hecho a ET sin darme cuenta. Y también hay ternura hacia mí misma, la ternura que mi Amado me está transmitiendo, diciéndome: “está bien, ya pasó, cuando hiciste esas cosas estabas perdida y no me conocías, pero ahora ya no eres más esa persona. Tu futuro está a mi lado”.

Hoy me he quitado un gran peso de encima y mi corazón está alegre, porque ahora sí comienzo a sentir el Amor de mi Amado en mi corazón. Y veo como mi Padre Celestial que me está instruyendo con algo de vara pero con más amor, entregó a su Hijo para redimirme y para que pudiéramos tener esta relación de intimidad tan bonita e intensa en el camino hacia la salvación. Comienzo a experimentar ese amor contagioso que rebota en todas las direcciones: en cuanto te sientes amada por Él, no puedes dejar de amarle a Él y de amar todo lo que te rodea, tanto a las personas como Su Creación.

Gracias Señor otra vez y otro día más por contestar a mis oraciones pidiendo sabiduría y entendimiento para comprender lo que me faltaba y poder seguir avanzando a Tu lado.