¡Nunca bajen los brazos!
Hace un poco más de un año cuando mi ET se fue de nuestra casa yo sentí morir, vivía en una constante agonía, fue muy doloroso y pensé que realmente sería el fin de nuestra familia, fue ahí cuando estaba en el abismo, cuando había tocado fondo, Dios me levanto, me sostuvo, me guió y me habló, me dijo que espere y que confíe, que me quedara en la casa con mis hijos, que él haría su obra y yo le creí. Ahí empezó mi lucha, oré de mañana, de tarde y de noche sin cesar y empecé a ver la obra de mi amado EC. Yo me fortalecía cada día más cada vez que lo buscaba y que estaba en su presencia y toda tristeza y preocupación desaparecían, me iba diciendo de a poco lo que debía hacer y lo hacía. Mis familiares y amigos creían que estaba loca, me sugerían divorciarme constantemente, que haga mi vida de nuevo en otra parte con otra persona. Yo algunas veces incluso creí que estaba loca. Mi razón me decía, se terminó y mi corazón me decía es el comienzo. Así que busqué ayuda matrimonial en internet y encontré el ministerio de Erin gracias a Dios, pues ha sido un gran apoyo todo este tiempo. Me uní a grupos de oración y de matrimonios restaurados. Iba regularmente a la iglesia. Le cantaba a mi EC varias veces al día, y mi milagro sucedió, solo un par de meses después de irse de casa mi ET me habló de volver y unos días más tarde volvió a casa. Gloria a Dios. Pero ahí no terminaba todo, mi amado Señor recién había empezado su obra en mí. Desde que mi ET volvió a casa he pasado una prueba tras otra, no ha sido nada fácil pues Dios quería asegurarse de que yo fuese restaurada primero e hizo todo cuanto pudo porque soltará a mi ET y mi matrimonio, y ahora entiendo que lo que él quería era que mi corazón fuese de él, que mis ojos, mi confianza y mis oídos los pusiera solo en él, cuánto me costó soltar y cuan doloroso ha sido el proceso, pero todo lo que Dios hace es bueno y todo lo que permite es sin duda necesario, hoy tengo paz incluso en la tormenta, he soltado todo y lo he dejado en manos del todopoderoso, sigo cambiando Dios sigue trabajando en mí, Bendito sea el Señor. Cuando empecé todo este proceso creí que solo se trataba de restaurar mi matrimonio, pero que equivocada estuve, siempre se trató de mi restauración. Me he enamorado de mi EC, y me encanto con cada cosa que hace, con cada palabra que me dice. Me siento tranquila y confió en él y sé que tiene el control de todo. Mi lucha aún no ha terminado, pero sé que pronto mi EC me dará la victoria y pronto podré dar testimonio de restauración total.
“Sin embargo, les daré salud y los curaré; los sanaré y haré que disfruten de abundante paz y seguridad. Cambiaré la suerte de Judá y de Israel, y los reconstruiré como al principio” Jeremías 33:6-7
~Dana.