“¿Por qué no cesa mi dolor? ¿Por qué es incurable mi herida? ¿Por qué se resiste a sanar? ¿Serás para mí un torrente engañoso de aguas no confiables?” (Jer. 15:18).
Querida, ¿es eterno tu dolor? ¿Perdura día y noche? ¿Acaso las heridas de tu corazón parecen ser incurables? ¿Re usan sanar no importa el tiempo que pases buscando al gran Doctor? ¿Te has preguntado si el agua viva, el arrollo de agua que el Señor utiliza para limpiarte y refrescarte, era un engaño? ¿Que realmente no tenían poderes curativos?
Querida, es la fe que está en ti, la confianza de que el Señor y Su Palabra te sostendrán. El no es un Dios que miente ya que El es la esencia de la verdad. Son los ojos de tu fe los que debes examinar. Si examinas lo que miras, las circunstancias que te rodean, entonces, indudablemente te preguntarás si tu dolor sanará y será eliminado para siempre como lo hizo Jeremías.
¡Sí, mi Querida, oh sí! Muy pronto el Señor se mostrará en tu situación y todos los dolores de esta prueba se olvidarán, serán reemplazados con gritos de gozo – ¡aleluya!
1 de Agosto
“¿Por qué entonces continúa mi sufrimiento? ¿Por qué mi herida es tan incurable? ¿Me defraudarás cuando te necesite?
como un arroyo al que uno va por agua, pero no se puede confiar en eso? (Jeremías 15:18).
Amado hijo, ¿ha continuado tu dolor? ¿Lo sientes tanto de día como de noche? ¿Las heridas de tu corazón parecen incurables? ¿Te has preguntado si no se puede confiar en el arroyo de aguas vivas con el que el Señor te ha estado limpiando y refrescando?
Amado hijo, es la fe que hay en ti, la confianza que tienes en tu Padre y en Su Palabra que te fortalecerá. Vuestro Padre no es un Dios que pueda mentir porque Él es verdad. Son los ojos de tu fe a través de los cuales debes enfocarte. Si miras lo que ves, las circunstancias que todavía te rodean, entonces sin duda te preguntarás, cómo lo hizo Jeremías, si tu dolor será curado alguna vez y desaparecerá.
¡Sí, mi Amado hijo, oh sí! ¡Muy pronto, tu Salvador aparecerá en tu situación, y todos los dolores de esta prueba serán olvidados, reemplazados por gritos de alegría!
“¡Despierta, despierta, levántate, Sión! Vístete de fiesta, Jerusalén, ciudad santa. Ya no volverá a entrar en ti ni el moro ni el impuro” (Is. 52:1).
Querida, es tiempo de despertar de tu sueño de desánimo. Despiértate y vístete en el poder del Todopoderoso. No somos un oponente conquistado; hemos alcanzado la victoria en Jesucristo. ¿Por qué temes cuando conoces quién te sostiene hoy y mañana en Sus manos? ¿Cuándo conoces quién sostiene los corazones de tus seres queridos?
Querida, ¿le has saludado en esta mañana? ¿Te has levantado en la presencia del Señor? ¿O has permitido que la tristeza y la desesperación invadan tu sueño, tu habitación, tu hogar? ¡Sácalos de ahí con cantos de alabanza, con gritos de gozo! Revístete en estas prendas preciosas llenas de fortaleza y gozo. ¡Levántate!
2 de Agosto
"¡Despertar! ¡Despertar! Vístete de fuerza. Vístanse sus ropas más elegantes porque gente inmunda e impía no entrará más por sus puertas”. (Isaías 52:1).
Amado hijo, es hora de despertar del sueño del desánimo. Vístete de la fuerza del Todopoderoso. No somos el enemigo derrotado. ¿Por qué preocuparse cuando sabes quién tiene el hoy y el mañana en Sus manos y quién tiene el corazón de todos los que amas?
Amado hijo, ¿lo has saludado esta mañana? ¿Te has despertado y sentido la presencia de tu Padre, que nunca te dejará ni te desamparará? ¿O ha permitido que la tristeza y la desesperación capturen su sueño? ¡Expulsa al enemigo con cánticos de alabanza, con gritos de alegría! Vístanse con estas hermosas vestiduras de fuerza y alegría. ¡Despertar!
“Tú nos responderás, como es debido, con maravillas, Dios salvador nuestro, esperanza de todas las naciones y de los territorios más lejanos” (Salmos 65:5).
Querida, amada de Su corazón, Dios te responderá, y Su respuesta será una de justicia y bondad. Oh, El es el Dios de nuestra salvación. El nos salvará. ¿En quién más podemos confiar? ¿Quién más que el Todopoderoso?
El Señor es grande y es bueno alabarlo. Nos salva de la destrucción que enfrentamos por Sus obras magníficas y maravillosas. El nos ama y nos contesta en todas nuestras angustias. El nos da paz en medio de nuestra tormenta. ¡Aleluya!
Toma tiempo ahora mismo para alabarlo por las maravillosas obras que El ya ha hecho por ti. Báñate en los rayos de luz de Su amor, no hay nada que temer, nada. Ya que El nos contestará en Su justicia maravillosa – ¡gloria a Dios!!
3 de Agosto
“Nos dejas sin aliento cuando Tus obras maravillosas nos responden poniendo todo en orden. Eres la esperanza de toda la creación, desde los rincones más lejanos de la tierra hasta los lejanos océanos que dan vida”. (Salmo 65:5).
Amado hijo de Su corazón, Dios promete responder, y Su respuesta siempre será asombrosa. Sí, Él es el Dios que nos salvará. ¿Quién más hay en quien confiar? ¿Quién sino el Dios Todopoderoso, el Padre?
Tómese el tiempo ahora mismo para alabarlo por las maravillosas obras que ya ha hecho por usted. Pasa tiempo bajo la luz del sol de Su amor, no hay nada que temer, nada. Porque Él nos responderá y pondrá todo en orden!!
“En Dios sólo descansa el alma mía, de él viene mi salud” (Salmos 62:1).
Oh, Querida, ¿está tu alma esperando en silencio solamente por Dios? ¿Es El a quién buscas?
¿O lloras a gritos de dolor y desesperación porque estás buscando tu salvación en otros lugares? Realmente, El solamente puede ayudarte. Pero buscas a otro. Buscas a tu amante, a quien Dios te ha hecho abominable. Es en este tiempo en tu vida que El ha ordenado que tú lo busques a El solamente. Porque no hay otro momento que este día, esta hora.
¿A quién buscas? ¿Y por qué buscas a los vivos entre los muertos? Si tu amado está muerto en sus transgresiones, ¿entonces por qué lo buscas? Dios es vida y solamente a través del poder de Su resurrección verás a tus muertos llenos de vida de nuevo para Su gloria. Porque cuando lo busques, lo encontrarás. Y en medio de Su gloria, todas las cosas se harán nuevas y enteras. Así que busca al Señor, búscalo a El solamente. Espera en silencio, porque solamente de El viene tu salvación.
4 de Agosto
“Solo en Dios espero pacientemente; Él es el que me salva”. (Salmo 62:1).
Oh, amado hijo, ¿esperas pacientemente a Dios y sólo a Él? ¿Estás llorando de dolor y desesperación porque buscaste en otra parte a alguien que te librara? Verdaderamente, sólo Él promete ayudar.
¿A quién estás buscando honestamente? Cuando lo busques, lo encontrarás. Y en medio de los tiempos más difíciles, el tiempo más oscuro, vendrá Aquel que os librará. Esperad con paciencia, en silencio, porque sólo en Él está vuestra salvación.
“Mi salvación, mi roca sólo es él, mi fortaleza, no he de vacilar” (Salmos 62:2).
Querida, mi querida, ¿estás firme sobre la Roca? ¿Es El la única Roca de tu salvación? El poder de Su brazo extendido es tu baluarte.
¿Cómo lo sabes?
¿Te conmueves? ¿Te conmueves cuando las tormentas vienen a tu vida diaria? ¿O estás tan fuertemente situada en Su roca que cuando la tormenta viene te puedes sentar en medio de ella y alabarlo?
Querida, agárrate de El hoy; no permitas que otro día u otro momento pase. Corre a El diariamente, a cada hora, y de momento a momento. El está ahí. Plántate firmemente en El, en Su agua viva, para que cuando llegue la sequía o el calor no dejes de producir fruto en abundancia. Una vez que te agarras de El, una vez que El es tu Roca, una vez El es tu salvación, entonces permite que las tormentas vengan, ya que tú no te moverás porque El es tu baluarte.
5 de Agosto
“Él sólo es mi Roca. Sólo él es mi Protector y Libertador. El es mi Fortaleza. no seré sacudido en gran manera.” (Salmo 62:2).
Amado hijo, ¿estás a salvo en la Roca? ¿Es Él la única Roca, vuestro Protector? Es el poder de Su brazo extendido lo que es tu fortaleza.
¿Cómo lo sabes?
¿Estás conmocionado? ¿Estás muy sacudido cuando las tormentas te golpean en tu vida diaria? ¿O estás tan firmemente establecido en Su Roca para que cuando llegue la tormenta, puedas sentarte en medio de la tormenta y alabarlo?
Hija amada, aférrate a Él hoy; No dejes pasar otro día, no dejes pasar otro momento. Corre hacia Él diariamente, cada hora y momento a momento. Él está allí, tu fortaleza. Plantéate firmemente en Él por sus aguas vivas para que cuando llegue la sequía o el calor, no dejes de dar frutos abundantes. Una vez que te aferres a Él, una vez que Él es tu Roca, una vez que Él es tu salvación, que vengan las tormentas, porque tú, mi Amada hija, no serás sacudido en gran manera, porque Él es tu fortaleza.
“Auxílianos contra el enemigo porque de nada sirve la ayuda de los hombres” (Salmos 60:11).
Querida, el enemigo está tocando a tu puerta. Está por entrar y tomarte presa. Una vez más te robarán, te saquearán. ¿Por qué vas a permitirle al enemigo entrar y robar lo que es tuyo cuando tienes un Salvador? ¿Acaso no has visto que en el pasado todo lo que tú hiciste para detener al enemigo fue en vano? El rescate hecho por hombre es en vano. ¿Has ido a otras personas de este mundo en busca de ayuda para darte cuenta que te roban una vez más?
Clama al Señor en tu sufrimiento. Dile a El, “¡Auxílianos contra el enemigo porque de nada sirve la ayuda de los hombres!” El está más que preparado de detener lo que será robado nuevamente y recobrar lo que ha sido perdido. Ni te contentes ni busques a ningún otro. Es el Señor quien te librará. Llámalo ahora. Pídele que sea guardián de tu casa, de tus hijos, y de tu corazón. Y Querida, El recobrará todo lo que se ha perdido tan pronto El comience a moverse para ti.
6 de Agosto
“Oh, por favor, ayúdanos contra nuestros enemigos, porque toda ayuda humana es inútil”. (Salmo 60:11).
Querido retoño, tus enemigos están llamando a tu puerta, perturbando tu paz. Tu enemigo quiere llevarte cautivo a través del miedo. No dejes que venga el enemigo y te robe lo que es tuyo cuando tienes un Salvador, un Hermano, que ha prometido luchar por ti. No olviden lo inútil que ha sido su lucha por ustedes mismos. La liberación por el hombre es inútil. ¿No has esperado que otras personas, incluso tus padres, que son los que más te aman, no puedan protegerte siempre porque Dios lo diseñó para que lo busques y lo encuentres?
Clama al Señor en tu angustia. Dile: “Oh, por favor, ayúdanos contra nuestros enemigos, porque toda ayuda humana es inútil”. Amado retoño, Él sólo está esperando escuchar tu llamada. Confórmate con nadie más. Llámalo ahora. Pídele que ponga guardia sobre tu vida, tu habitación, tu casa y tu corazón. Queridísimo retoño, Él puede recuperar todo lo que se ha perdido y robado en el momento en que comienza a moverse en tu nombre.
“Con Dios haremos mil maravillas, el pisoteará a nuestros enemigos” (Salmos 60:12).
Querida, es a través de Dios que haremos mil maravillas. Solamente El puede pisotear a nuestros enemigos; porque de nada sirve la ayuda de los hombres, la ayuda de los hombres mortales. Aún así tratamos, tratamos de proteger en la carne lo que tenemos, de proteger todo aquello que nos van a robar. Oh, Querida, es solamente a través de Dios que haremos mil maravillas. La victoria es de El solamente. Nuestros pobres esfuerzos detienen la mano poderosa de Dios, prolongan la venida de Su ayuda.
Cuando llegue la amenaza y venga a robarte la paz, ¿a quién correrás por ayuda?
7 de Agosto
“Por el poder de Dios, haremos cosas poderosas; abatirá a nuestros enemigos” (Salmo 60:12).
Amado retoño, es por el poder de Dios que haremos cosas poderosas. Sólo Él es Aquel que pisoteará a nuestros enemigos; porque la liberación por el hombre, un humano hace cosas por vanidad. Tontamente tratamos en la carne de proteger lo que tenemos, lo que está siendo amenazado con ser quitado. Oh, hijo amado, es solo a través de Dios que podemos hacer cosas poderosas. Nuestros intentos frágiles y débiles solo se interponen en el camino de la mano poderosa de Dios nuestro Padre. Cada intento ralentiza Su movimiento.
¿A quién acudirás cuando te sobrevenga una amenaza para robarte la paz?
“Una vez Dios habló, dos veces yo lo oí” (Salmos 62:11).
Querida, ¿no has oído? El poder le pertenece a Dios. ¿Estás oyendo? ¿Debo repetirlo? El poder le pertenece a Dios.
Sin embargo, ¿cuántas veces le damos honor al enemigo cuando nos habla a través de un ser querido? Escuchamos las mentiras que nos dicen de que no hay esperanza. Escuchamos los planes del enemigo. Confirmamos esas mentiras. Entonces vemos que no hay esperanza. Nos resignamos al poder que le damos al enemigo cuando confirmamos sus mentiras. ¡Pero el poder le pertenece a Dios!
Querida, ¿a quién le darás la razón? ¿Le darás la razón a Dios Todopoderoso, que es todo poder? Hágase tu voluntad. Que se magnifique. El, quien creó todo lo que vemos, El quien calmó la tormenta, El quien cambió el corazón del rey, El quien caminó sobre el agua en medio de la tormenta – ¿no podrá hacer El lo que ha prometido?
¿A quién le darás el poder en tu vida, en tu futuro, en tu felicidad? El poder le pertence a Dios.
8 de Agosto
“Dios ha declarado un principio; dos principios que he oído: Dios es fuerte, y el Dios Verdadero tiene todo el poder.” (Salmo 62:11).
Hijo amado, ¿no has oído? El poder pertenece a Dios. ¿Estas escuchando? ¿Debo decirlo de nuevo? ¡El poder es de Dios!
Entonces, ¿por qué honramos tontamente al enemigo cuando habla a través de las personas descarriadas e incrédulas que amamos? Escuchamos las mentiras de que no hay esperanza. Escuchamos los planes del enemigo. Estamos de acuerdo con las mentiras. Entonces no vemos ninguna esperanza. Nos resignamos al poder que le damos al enemigo al estar de acuerdo con sus mentiras. ¡El poder es de Dios!
Amado hijo, ¿con quién estarás de acuerdo? ¿Estarás de acuerdo con el Dios Todopoderoso, tu Padre amoroso, que es todo poder? Padre nuestro, que es el Creador de todo lo que nos rodea, el que vuelve el corazón de los reyes. Nuestro SMA ( Siempre Mejor Amigo) que calmó la tempestad, El que caminó sobre las aguas en medio de la tempestad, ¿no puede cumplir lo que prometió?
¿A quién le darás el poder en tu vida, futuro y felicidad? El poder pertenece a Dios.
“Que de Dios es la fuerza, tuya, oh Señor, la gracia. Tu pagas a los hombres de acuerdo con sus obras” (Salmos 62:12).
Querida, el amor no se encontrará en la tierra, porque el amor es de El – le pertenece a nuestro Señor. El ha prometido recompensar a cada hombre de acuerdo con sus obras y trabajo. ¿Cómo recompensará las obras de ayer? ¿Lo buscaste diligentemente? Entonces lo encontrarás hoy. ¿Consolaste el alma en dolor? Entonces tu alma será consoloda hoy. ¿Perdonaste con todo tu corazón? Entonces hoy serás perdonada.
¿Has ido más allá de regresar mal con mal y ofensa con ofensa? Has quitado de tus labios palabras hirientes? ¿Estás caminando en humildad, presumiendo tus debilidades, para que así el poder de Dios pueda habitar en ti? ¡Entonces tu recompensa será grande! ¡El, pronto, muy pronto, te dará los deseos de tu corazón!! ¡Porque el amor es Suyo, o Señor!
9 de Agosto
“El amor inagotable, oh Señor, es tuyo. Ciertamente Tú pagas a todos según lo que han hecho.” (Salmo 62:12).
Retoño amado, el amor inagotable no se encontrará en nadie en la tierra, pertenece a nuestro Señor. Él ha prometido pagar a cada persona según lo que haya hecho, bueno o malo. ¿Cómo te pagará lo que has hecho? Cuando lo buscas ayer, entonces lo encuentras hoy. ¿Consolaste a algún alma doliente? Entonces tu alma será consolada hoy. ¿Perdonaste con todo tu corazón? Entonces hoy, serás perdonado.
¿Has pasado de devolver mal por mal e insulto por insulto? ¿Has quitado la crueldad de tus labios? ¿Estás caminando humildemente, solo jactándose de tus debilidades, para que el poder de Dios te alcance? ¡Entonces su reembolso será grande! ¡¡Él pronto, muy pronto, te concederá los deseos de tu corazón!! ¡Porque el amor inagotable es tuyo, oh Señor!
“Señor, tu eres mi Dios, a ti te busco, mi alma tiene sed de ti, en pos de ti, mi carne desfallece. Cual tierra seca, sedienta, sin agua ” (Salmos 63:1).
Querida, ¿has buscado a tu Dios en serio hoy, esta semana, esta misma hora?
¿Está tu alma sedienta de Su agua viva y de Sus Promesas?
¿Anhela tu carne a Dios solamente, o todavía ahnelas a otro u otra cosa?
Querida, Dios es un Dios celoso. Solamente El te puede dar lo que realmente necesitas. El te dará el agua viva en esa tierra seca y cansada que ahora estás ocupando forzadamente. No es por castigo que El te ha traído aquí. Es para que aprendas a buscarlo a El. ¡Para que aprendas que es el Señor y Su agua, Su Palabra la que te hará sentir fresco y traerá vida a tu alma!
Mi Querida, si continúas buscando fervorosamente a otro u otra cosa, entonces buscas en vano. Hay consolación en la tierra desierta de Guilgal; hay un gran y poderoso Doctor ahí. Búscalo en serio. Eso significa que lo busques en tu búsqueda.
Permite que tu alma esté sedienta de El y que beba cada palabra que El tiene para ti.
Permite que tu carne lo ahnele. No hay sustituto o imitaciones que te satisfaga. Ningún hombre en tu vida. Ni la comida. Ni entretenimiento ni diligencia. Ni otro ser viviente ni alma. No. Tu carne debe ahnelarlo en esta tierra seca y cansada donde no hay agua. Búscalo.
10 de Agosto
“Oh Dios verdadero, Tú eres mi Dios, Aquel en quien confío. Te busco con cada fibra de mi ser. En esta tierra seca y árida sin agua a la vista, mi alma está seca y te anhela. Mi cuerpo sufre por ti, por tu presencia” (Salmo 63:1).
Retoño amado, ¿has buscado fervientemente a tu Dios hoy, esta semana, a esta misma hora?
¿Tiene cada fibra de mi ser sed del agua viva de Él y de Sus Promesas?
¿Tu cuerpo anhela solo a Dios, o todavía anhelas a alguien o algo más?
Amado hijo, Dios es un Dios celoso. Sólo Él puede darte lo que realmente necesitas. Él te dará el agua viva en esa tierra desértica, seca y cansada donde ahora te ves obligado a vivir. Vives allí no como castigo. ¡Está diseñado para que lo busques a Él, Su agua, Su Palabra, que traerá refrescamiento y vida a tu vida!
Mi precioso retoño Amado, si continúas buscando a alguien o cualquier otra cosa, tu búsqueda será en vano. Hay sanidad en vuestra tierra desértica donde vuestro gran y poderoso Médico está esperando para sanarlos. Búscalo con cada fibra de tu ser.
Ningún sustituto o imitación le satisfará. Ninguna persona en tu vida. Sin comida. Sin entretenimiento, ni ajetreo. Ningún ser vivo, No. Cada fibra de tu ser debe anhelarlo en esta tierra seca y árida sin agua. Búscalo y lo encontrarás.
“Yo quiero contemplarte en el santuario para admirar tu gloria y tu poder” (Salmos 63:2).
Querida, ¿lo has contemplado en su santuario? Un santuario es definido como “un lugar seguro, especialmente para personas que son perseguidas,” “un lugar protegido de los predadores y de ser destruidos,” “un lugar santo,” “un lugar que provee inmunidad de la ley,” “el santo de santos en el templo isrealita en Jerusalen.” ¿Lo has contemplado en Su santuario? ¿Has visto la gloria que le pertenece a El solamente?
Querida, párate en la maravillosa presencia del Señor; comienza a pararte y alabarle con las manos en alto, porque El es digno de alabanza y merece ser alabado. Ahora, siente la paz que comienza a rodearte una vez le das las gracias por Su bondad, por Su fidelidad, por Su amor.
Querida, levántate y alábale en tu casa, en el santuario, en tu iglesia; ve sola, hazlo un hábito.
Porque, ¿qué mal te puede perseguir en el poder y la gloria de El en Su santuario? Baila frente a El. Amale y adórale. Corónale con alabanzas y observa Su poder y Su gloria mientras te paras en medio de El.
11 de Agosto
“Así te he mirado en el santuario, y he contemplado tu poder, esplendor y gloria”. (Salmo 63:2).
Retoño amado, ¿lo has mirado con firmeza en el santuario? Un santuario se define como “un lugar seguro, especialmente para las personas que están siendo perseguidas”, “un lugar protegido de los depredadores, de ser destruido”, “un lugar apartado”, “un lugar que brinda libertad de la ley”. ¿Has encontrado Su santuario reservado para Sus hijos? ¿Has visto Su poder, esplendor y gloria que es solo Suya?
Amado hijo, párate en la maravilla de Su presencia; comienza a estar de pie y alabadle con las manos en alto, porque Él es digno de la alabanza que se le debe. Ahora, siente la paz que comienza a rodearte mientras le agradeces por Su bondad, Su fidelidad y Su misericordia.
Amado hijo, ponte de pie y alábalo en tu hogar, santuario e iglesia; ve allí solo, conviértelo en un hábito. Porque ¿qué clase de mal te seguirá cuando entres en el poder, el esplendor y la gloria en Su santuario? Danza delante de Él. Ámenlo y adorenlo. Corónalo con alabanza y contémplalo en Su poder y Su gloria mientras estás en medio de Él.
“Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán” (Salmos 63:3).
Querida, Su amor es mejor que la vida que has perdido. Te lamentas que has perdido tu matrimonio, o tu familia, o a lo mejor el hogar donde vivías. Te fijas en el espacio vacío al lado de tu cama, o habitación que ya no ocupa tu hijo o hija, donde ya no duerme, la ropa que no está en el ropero o gavetero.
Sin embargo, Querida, Su amor es mejor que la vida, ¡así que deja que tus labios lo alaben!!
Querida, nada de lo que has perdido se acumula a nada una vez que tienes a Jesús. Para mí, vivir es Cristo, y morir a este yo es para mi beneficio. Nada de lo que hayas perdido o perderás vale la pena por ese dolor, que saldrá de tu corazón al instante, en el momento que tus labios canten himnos de alabanza a El.
Querida, ahora mismo, comienza a alabarlo por el amante que se ha ido, alábalo por el matrimonio que terminó dolorosamente, alábalo por el divorcio que se perdió, y alábalo por las posesiones que se robaron. ¡Alábalo!!
Querida, mira frente a ti. Las puertas se abren ahora – despierta y deja la prisión del dolor. Eres libre, libre para alabar el nombre del Señor – ¡aleluya!!
12 de Agosto
“Porque tu amor inagotable es mejor que la vida misma, mis labios te alabarán”. (Salmo 63:3).
Amado retoño, Su amor inagotable es mejor que la vida que has perdido o que nunca conociste pero deseaste. Lloras por la pérdida del matrimonio de tus padres, o la familia que deberías tener, o tal vez la casa o el lugar donde solías vivir. Miras el asiento vacío en la mesa, o la habitación donde dormían tus padres, la ropa que ya no está en el armario o la cómoda.
Sin embargo, hijo amado, su amor inagotable es mejor que la vida misma, ¡así que deja que tus labios lo alaben!
Amado hijo, nada de lo que pierdas valdrá nada una vez que hayas ganado Su amor inagotable y te hayas convertido en Su hijo. Nada de lo que has perdido o perderás vale el dolor que abandonará tu corazón al instante cuando tus labios canten alabanzas a Él.
Amado hijo, ahora mismo, comienza a alabarlo por el ser amado que se ha ido, alábalo por el matrimonio que terminó dolorosamente, alábalo por el divorcio perdido o la custodia, y alábalo por las posesiones robadas. ¡¡Alábenlo!!
Hijo amado, mira allí delante de ti, las puertas se abren ahora, despierta y sal de la prisión del dolor. ¡Eres libre de alabar al Señor, regocíjate!
“Te bendeciré mientras viva , y alzando mis manos te invocaré” (Salmos 63:4).
Querida, ¿bendecirás al Señor? ¡Mientras vives, bendícelo; levanta tus manos, levántalas en alto!! Entrégale tu corazón, tu voluntad, y tus emociones a Aquel a quien debemos bendicir. Bendice el nombre del Señor.
Querida, no permitas que las líneas divicivas de las denominaciones te roben de la bendición de alabar al Señor con las manos en alto. ¡Aquel a quien el Hijo ha liberado es realmente libre!! El salmista, en medio de sus enemigos, en medio del campo con el rebaño de su padre, en medio de un ataque de un león y un oso, alabó el nombre del Señor. De ahí recibió poder de lo alto que le dio la valentía y confianza de pararse frente al gigante.
¿Hay un gigante enfrentándote con temor, llamándote y riéndose de ti? Pero escucha. Este gigante de temor no se burla de ti si no de tu Dios. El está diciendo que El no puede o no va a liberarte. El dice que no lo mereces. El tiene razón – ninguno de nosotros lo merecemos, todos hemos pecado y nos quedamos cortos de la gloria de Dios. Pero El, pero Dios, El es digno, digno de nuestra alabanza y confianza en El. ¡Y es Su deseo traer victoria a tu vida!! ¡Alaba al Señor!
¡Querida, levanta tus manos ahora mismo y bendice al Señor mientras vivas! ¡El es digno! ¡Aleluya!
13 de Agosto
“Así te bendeciré mientras viva; en tu nombre levantaré mis manos.” (Salmo 63:4).
Amado Retoño, ¿bendecirás al Señor? Mientras vivas, bendícelo. Levantando tus manos, levántalas en alto!! Entrega tu corazón, voluntad y emociones a Aquel a quien debemos bendecir. Bendice el nombre del Señor.
Retoño amado, no permitas que lo que piensen los demás te robe la bendición de alabar al Señor con las manos en alto. ¡¡A quien el Hijo ha puesto en libertad es verdaderamente libre!! El salmista, rodeado de sus enemigos, en medio de los campos del rebaño de su padre, en medio del ataque de un león y un oso, alabó al Señor. Desde allí, recibió poder de lo alto para darle el coraje y la confianza para pararse ante el gigante.
¿Hay un gigante del miedo que está frente a ti, llamándote y burlándose de ti? Pero espera, escucha. Este gigante del miedo no se burla de ti, sino de tu Dios. Él está diciendo que tu Padre no puede o no te librará. Dice que eres indigno. Tiene razón: ninguno de nosotros es digno; todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios. Pero Él, sino Dios, Es digno de nuestra alabanza y confianza en Él.
¡Levanta tus manos ahora mismo y bendice al Señor, hijo amado, mientras vivas! Él es digno!! ¡Alégrate y canta!
“Mi alma quedará satisfecha como de un suculento banquete, y con labios jubilosos te alabará mi boca” (Salmos 63:5).
Querida, ¿está tu alma satisfecha con el suculento banquete? ¿O es probe tu dieta y pasas hambre? ¿Has estado festejándote en la presencia del Señor? ¿Le has brindado agua viva a tu alma sedienta? ¡Porque con un alma que está llena, tu boca podrá ofrecer alabanzas al Señor con labios gozosos!
Querida, ¿por qué estás abatida, alma mía? ¿Por qué andas en derrota, en decadencia? ¿Has comenzado a envidiar a tu opresor y a aprender sus caminos? Entonces tus labios están muertos de sed, agrietados, ensangrentados. Gritos de dolor, no de gozo, están en tus labios.
Bebe del agua viva, mi amadísima Querida. No busques hacer nada más con tu tiempo que no sea festejarte en El. Lee, medita en Su Palabra. Siéntate silenciosamente en Su presencia mientras pides por tu sanación. Levántate y alábalo con cantos de liberación. Porque, ¿para qué, mi Querida, debes morirte de hambre cuando la plenitud del Señor está ahí contigo?
¡Ofrécele alabanzas con labios gozosos!! ¡Aleluya!
14 de Agosto
“Me satisfaces más que el festín más rico. Te alabaré con cánticos de alegría”. (Salmo 63:5).
Retoño amado, ¿está tu corazón satisfecho más que el banquete más rico? ¿O todavía tiene hambre, con ganas de más? ¿Ha estado festejando en la presencia del Señor? ¿Has estado bebiendo el agua viva para satisfacer tu alma sedienta? Si es así, ¡tu boca cantará al Señor con labios gozosos!
Bebe de las aguas vivas, mi amadísimo hijo Amado. No busques hacer nada con tu tiempo sino deleitarte con Él. Lee y medita en Su Palabra. Siéntate en silencio en Su presencia para tu sanidad. Ponte de pie y adora con cantos de alabanza y libertad. ¿Por qué, amado mío, morir de hambre cuando la plenitud del Señor está allí contigo?
¡Cantad alabanzas con labios alegres! ¡Alegrarse!
“En mi lecho me acuerdo de ti; pienso en ti toda la noche.. . .” ( Salmos 63:6).
Querida, ¿anoche te evadió el sueño y se te escapó? ¿Te acostaste despierta y pasaron por tu mente todos tus problemas? ¿Miraste ese sueño preciado como que lo merecías, pero te había sido robado?
No, mi Querida, es en tu lecho en las largas horas de la noche que necesitas recordarlo. Medita en El. Háblale a El. Háblale amorosamente.
Querida, recuérdalo en tu cama, sabiendo que en la quietud de la noche El está ahí. Y no solamente está El en tu noche oscura, sino que El está en tu mañana también. Está poniendo la piedra sólida en el escalón que pisarás cuando el sol comience a salir. El ya está ahí en tu mañana.
Mi Querida, medita en lo maravilloso que es Dios; mira la totalidad de Su rostro. Las cosas de este mundo, las preocupaciones y molestias que cargas, comenzarán a disminuir y perder su importancia cuando te bañes en la luz de Su gloria, Su gracia, y Su misericordia. Querida, medita en El en el silencio, en medio de tus noches en vela.
15 de Agosto
“Me despierto pensando en Ti, meditando en Tu grandeza hasta que la mañana sonríe a través de mi ventana”. (Salmo 63:6).
Retoño amado, ¿anoche el sueño te evadió y se te escapó? ¿Te quedaste despierto y ensayaste tus problemas? ¿Perdiste el sueño, sintiendo que te habían robado?
Oh, mi Amado hijo, es sobre tu cama en las horas de vigilia que necesitas meditar en Él en Su grandeza. Hablale. Háblale con amor.
Mi Amado hijo, medita en la grandeza de Dios; mirad la plenitud de Su rostro, entonces las cosas de este mundo, las preocupaciones y preocupaciones que os dejan inquietos, empezarán a oscurecerse ya perder su importancia. Hijo amado, meditando en Su grandeza hasta que la mañana sonría a través de tu ventana.
“A la sombra de tus alas cantaré, porque tú eres mi ayuda” (Salmos 63:7).
Querida, ¿quién ha sido tu ayuda en tiempos de conflicto? ¿Quién te ha sacado con Su brazo extendido? ¿A la sombra de las alas de quién te has escondido? ¡Entonces canta de alegría en la sombra de Sus alas!!
Querida, ¿por qué miras hacia el futuro con pavor cuando El ha comprobado Su fidelidad hacia nosotros? ¿Acaso no siempre ha estado ahí para escucharnos, rescatarnos, consolarnos? Nada, tú dices que El no estuvo ahí porque no lo sentiste – ¿pensaste que El se había ido? ¿Entonces por qué pasó, por qué no llegó?
Querida, ¿dónde está tu esperanza? ¿Dónde está tu salvación? ¿A quién añoras? ¿Es Su rostro el que buscas o simplemente Su mano de liberación? Querida, ¡regocíjate en todo lo adverso que ha pasado en tu vida, ya que no sólo tienes Sus promesas de que El nunca te dejará ni olvidará, como tu amado te habrá hecho a ti, sino que El ha prometido que aquello que ha quebrantado tu corazón lo usará y lo trabajará con armonía en Sus creativas manos para tu bien!!
Querida, canta de alegría bajo las alas del Todopoderoso, ya que El ha sido y seguirá siendo tu ayuda en tiempos de conflictos – ¡aleluya!!
16 de Agosto
“Porque Tú has sido mi Ayudador constante; por tanto, canto de gozo bajo la protección de Tus alas.” (Salmo 63:7).
Amado retoño, ¿quién ha sido tu constante Ayudador? ¿Quién te ha sacado adelante con Sus brazos consoladores y seguros? ¿Dónde te sientes más seguro? Sí, bajo la protección de Sus alas donde has estado escondido. ¡¡Es hora de cantar de alegría bajo la protección de Sus alas!!
Amado hijo, canta de alegría bajo las alas de tu Padre Todopoderoso, porque Él estará contigo, protegiéndote bajo Sus alas amorosas, ¡alégrate!
“El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso” (Salmos 91:1).
Querida, ¿a qué te atienes? ¿Estás escondida, segura en Su refugio? ¿Te atienes a la sombra del Todopoderoso? ¿O te mantienes expuesta? ¿Expuesta en medio de la guerra que está arrasando contigo y tu familia? Querida, corre a El; permanece escondida en El. No mires a lo que pasa en lo natural. Tu Padre, el Dios Altísimo, está cuidando de todo lo que te preocupa. No escuches, ni te inquietes, o preocupes; sólo te llevará al cansancio y destrucción. Permanece escondida en El.
Querida, ¿a dónde te han llevado las preocupaciones? En vez de preocuparte, déjalas en la cruz, y luego entra en tu cuarto y escóndete ahí en el refugio del Altísimo. No caigas en tentación de salir, sino que atente. Permanece en la sombra, la sombra fresca del Todopoderoso. ¡Alabado sea Dios por Su amor!! ¡Aleluya! ¡Nos mantendremos en pie y veremos la salvación del Señor! ¡Aleluya!
17 de Agosto
“En cuanto a ti, que vives al abrigo del Altísimo, y resides a la sombra protectora del Todopoderoso”. (Salmo 91:1).
Amado hijo, ¿dónde vives? ¿Estás seguro escondido en Su refugio? ¿Estás residiendo, viviendo bajo la sombra del Todopoderoso? ¿O te quedas expuesto, desprotegido? ¿Abierto de par en par en el centro de la guerra que se libra contra ti y tu familia? Hijo amado, corre hacia Él; permanece escondido en Él. No mires, ni escuches porque ambos conducen a la ansiedad y la preocupación. Mantente escondido en Él.
Amado hijo, ¿dónde te ha llevado la preocupación? En cambio, déjalo con el Todopoderoso, tu Padre, y concéntrate en Su fuerza y fidelidad. Permanece a la fresca sombra del Todopoderoso. ¡¡Dale gracias por Su misericordia!!
“Yo le digo al Señor: “Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío” (Salmos 91:2).
Querida, ¿qué dirás? ¿Proclamas a otros y a ti misma, “El Señor es mi refugio y mi fortaleza”? ¿O te escondes en medio de los escombros de la guerra que se desata en tu contra?
Querida, ¿en quién confías? ¿Confías en la humanidad? ¿Es acaso tu compañera(o) de oración, tu amiga, tu pastor, o alguien más en quien confías? Entonces serás como un arbusto en el desierto. No verás prosperidad. En vez de prosperar vivirás en desechos.
Oh, Querida, el mundo y muchos cristianos no confían en el Señor. Corren tras el hombre, frenéticos, solo para correr a y vivir en la tierra desierta. Pero somos Sus amadísimos. ¿Quién nos hace sentir pavor? ¿A quién debemos temer? Si el Señor está de nuestro lado, si es El quien aplastará a nuestros enemigos, ¿entonces por qué corremos? ¿Por qué tenemos miedo? ¿Por qué dudamos?
Proclama hoy y todos los días, “¡El Señor es mi refugio y mi fortaleza – El es mi Dios en quién confio!” ¡Aleluya! ¡No importa lo que mires o sientas, reconoce que el amor del Señor es para aquellos quienes le temen, aquellos quienes lo aman! ¡Aleluya! ¡Alaba el nombre precioso del Señor!!
18 de Agosto
“Digo esto del Señor, mi refugio y mi fortaleza, mi Dios en quien confío, pongo toda mi confianza en Ti”. (Salmo 91:2).
Amado hijo, ¿qué dices? ¿Declaras a los demás y a ti mismo: “Mi Dios es donde pongo toda mi confianza”? ¿O te estás escondiendo rodeado por los pedazos rotos de la guerra que ruge contra ti?
Amado retoño, ¿en quién confías? ¿En quién puedes confiar? ¿Estás confiando en la humanidad? ¿Confías en tu amigo, en tu pastor o en alguien más? Entonces Dios dice que serás como un arbusto en el desierto. No verás cuándo está previsto que lleguen la tranquilidad y la paz. En cambio, vivirás en un páramo, una tierra desierta y polvorienta.
Oh, hija amada, el mundo e incluso los cristianos no confían plenamente sólo en el Señor. Corren hacia el hombre, frenéticos, solo para correr y vivir en la tierra del desierto. Pero somos Su hijo amado. ¿A quién, por qué debemos temer? El Señor está de nuestro lado, y prometió pisotear a nuestros enemigos, entonces ¿por qué corremos? ¿Por qué tenemos miedo? ¿Por qué dudamos?
Proclama hoy y todos los días: "En ti pongo toda mi confianza".
“Sólo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas” (Salmos 91:3).
Querida, ¿acaso te ha atrapado la trampa del cazador? ¿Estás atrapada en miedo, en preocupación, en planificación, en imaginarte lo que está ocurriendo en el campamento del enemigo, o preguntándote qué pasará? ¡Oh, preciada creyente, es El, nuestro Padre, El, nuestro Señor, quien te librará!! ¡Mira al cielo, tu redención se acerca!
Querida, ¿han envenenado tu corazón y tu espíritu con la plaga del resentimiento? Oh, búscalo, busca al poderoso Doctor. Siéntate en Su presencia. Alábalo con manos santas. Y una vez que hayas sanado, Querida, nunca más permitas que otra raíz de resentimiento sea plantada en tu corazón. Perdona. Perdona a quien sea y perdona a todos. Aquello que decidas no perdonar te envenenará. No le hará daño a aquellos que te han ofendido. Déjalo con el Señor, quien puede trabajar con eso; o es tuyo o es Suyo – es tu decisión. ¿Quieres ser sanada? Entonces, estira tu mano. Es El quien te librará de la trampa del cazador y de mortíferas plagas que quieren matarte espiritualmente y emocionalmente.
Querida, alábalo y deja ir todas las cosas a Sus queridas manos. ¡Alábalo! ¡Alaba al Señor! ¡Aleluya!!
19 de Agosto
“Porque ciertamente él os librará de toda trampa y os protegerá de enfermedades mortales, plagas y pestilencias”. (Salmo 91:3).
Retoño amado, ¿te sientes atrapado? ¿Vives con miedo, preocupándote, planeando, preguntándote qué está pasando en el campo del enemigo o preguntándote qué te sucederá a continuación? ¡¡Oh, niño precioso, es Él, nuestro Padre, Él, nuestro Señor, quien te librará!! ¡Mira hacia arriba, porque tu protección te rodea!
Hijo amado, ¿está tu corazón envenenado y sufres la pestilencia mortal de la amargura? Oh, búsquenlo, el gran y poderoso Médico. Siéntate en Su presencia y siéntete curado. Oh, hijo amado, nunca más permitas que otra raíz de amargura sea plantada en tu corazón. Perdona. Perdona a cualquiera y a todos. Aquello a lo que elijas aferrarte te envenenará. No dañará al que te ha lastimado. Déjalo con el Señor, Aquel que puede tratarlo; o es su problema o el de Él, es su elección.
¿Quieres ser sanado? Él te rescatará de toda pestilencia mortal que está determinada a matarte espiritual y emocionalmente.
Hijo amado, alábalo y deja ir todas las cosas. Déjalos en Sus manos amorosas. ¡Gracias a el! Abrázalo fuerte!!
“Pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte!” (Salmos 91:4).
Querida del Señor, el Señor te cubrirá, y cubrirá los pecados de tu pasado, los errores que cometes a diario. Es bajo Sus alas de amor que hallarás refugio cuando se acerquen las tormentas que hay encontra de tu mente y corazón. Querida, es Su fidelidad la que servirá de escudo.
¿Es El tu baluarte? ¿Es El tu pared, la estructura que mantiene fuera a los atacantes que vienen contra ti? ¿Es El la persona que te provee protección y apoyo? ¿Es El quien te defenderá y apoyará con poder? Mi Querida, ¡sí! El Señor es el Unico, el Unico que puede hacer exactamente eso.
Descansa en El, ya que El es fiel. ¡Aleluya!!
20 de Agosto
“Él te cobijará, te protegerá, con sus alas; encontrarás seguridad bajo sus alas emplumadas. Su fidelidad es como un escudo, una armadura y un muro protector”. (Salmo 91:4).
Amado hijo del Padre, Dios promete cubrirte no solo del enemigo sino también de los pecados de tu pasado y de los errores que cometes a diario. Bajo Sus alas de amor, busca la seguridad que necesitas de las tormentas que azotan tu corazón y tu mente. Hijo amado, Su fidelidad es tu escudo, armadura y muro protector.
¿Es Él tu muro protector, la estructura que mantiene fuera a los atacantes que quieren venir contra ti? ¿Es Él la persona que te da protección y apoyo? ¿Es Él el muro que levanta el mar embravecido que os cobija en un puerto de mares en calma? Mi Amado hijo, ¡sí! El Señor es el único que puede hacer todo eso y más.
Descansa en Él, porque Él es fiel. ¡¡Alégrate!!
“Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos” (Salmos 91:11).
Querida, ¿no has sentido las alas de los ángeles cuando el Señor te ha encomendado a su cuidado? ¿No estás consciente de su presencia en lo que te concierna? El Señor es grande y bueno para ser alabado. Alábalo con cánticos de alegría. El ha enviado a guardianes para que te cuiden, seres celestiales para que te protejan. Entonces, ¿por qué te preocupas continuamente?
Querida, ¡despierta y levántate hoy y ponte el manto de alabanza! No hay nada que vaya a pasar hoy que el Señor no haya visto y te haya preparado para ello. Búscalo durante el día. Háblale cuando entras y cuando sales. Permanece en Su perfecta voluntad donde se encuentra protección. En medio de todo y cualquier prueba, ¡regocíjate! Ya que el Señor le ha dado autoridad a Sus ángeles en todo lo que concierne contigo. Te cuidarán hoy, y todos los días, en todos tus caminos. ¡Aleluya! Alábalo ahora.
21 de Agosto
“Porque Él ordenará a sus ángeles que te protejan en todo lo que hagas, dondequiera que vayas”. (Salmo 91:11).
Retoño amado, ¿has sentido las alas de los ángeles desde que tu Padre les ha dado la orden de protegerte? Dios es bueno y muy digno de alabanza. Alábalo con tu canción favorita. Alábenlo con alegría. Él ha enviado guardias para velar por vosotros, seres celestiales para protegeros. ¡Es hora de no temer más!
Hijo amado, levántate y despierta. ¡Ponte el manto de alabanza hoy! No hay nada que vaya a suceder hoy que tu Padre no haya visto y preparado para ti. Habla con Él a lo largo del día. Habla con Él dondequiera que vayas y en todo lo que hagas. Mantente conectado y deja que Él te guíe. Cuando alguna y todas las pruebas interfieran, ¡regocíjate! Recuerda que tu Padre ha dado órdenes a sus ángeles para que te protejan. Ellos te guardarán hoy, y todos los días, en todos tus caminos. Deténgase para agradecerle ahora.
“Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna” (Salmos 91:12).
Querida del Altísimo Dios, no tropezarás. Los ángeles que te cuidan nunca permitirán que tu pie tropiece con piedra alguna. Sus poderosos brazos, sus alas extendidas te levantarán. ¿Por qué temes? ¿Por qué desmayas?
Querida, no te desmayes. Te lleva al camino de la maldad. No envidies a tu opresor. No aprendas sus caminos. ¿Por qué miras al pecador con envidia? Están sin esperanza sin la presencia del Señor. Serás rechazada, pero tu rechazo es por hombre, no por el Señor, tu Dios, tu Redentor. Mira con compasión a aquellos que no le conocen, aquellos que se han alejado como un toro al matadero. Cultiva la compasión.
Querida, mantén esto presente en tu mente durante tu día: nunca estás sola. Háblale al Señor con todas tus preocupaciones. Háblale como a un Amante y un estimado Amigo muy cercano.
Porque El dijo, “Nunca te dejaré. Nunca te abandonaré.” Agradécele ahora por Su fidelidad. ¡Aleluya!
22 de Agosto
“Te sostendrán en sus manos para que nunca resbales y te lastimes el pie con una sola piedra”. (Salmo 91:12).
Amado hijo de Dios Padre, tu pie nunca podrá resbalar. Los ángeles que están a cargo de ti nunca permitirán que ni siquiera tu pie toque una piedra. Sus brazos poderosos, sus alas extendidas, te sostendrán.
Amado hijo, no temas nunca porque esto lleva a hacer el mal. No envidies a tu torturador. No aprendas ninguno de sus caminos. ¿Por qué miras al pecador y lo envidias? Están sin esperanza sin la presencia del Señor. Puedes ser rechazado, pero tu rechazo es por parte del hombre, no del Señor, tu Dios, tu Redentor. Mira con compasión a aquellos que no lo conocen y se han alejado como buey al matadero. Cultiva la compasión.
Amado hijo, mantén esto en primer plano en tu mente a medida que avanzas en tu día: nunca estás solo. Habla con el Señor sobre todas tus inquietudes. Habla con Él como tu Amigo más querido y cercano. Recuerde, Él ha dicho: “Nunca te dejaré. Nunca te abandonaré”. Agradécele ahora mismo por su fidelidad. ¡¡Alégrate!!
“Aplastarás al león y a la víbora; ¡hollarás fieras y serpientes!” (Salmos 91:13).
Querida, ¿por qué temes al enemigo quien está en tu camino? Es el miedo al que debes temer.
El Señor, nuestro Salvador, dijo que no debemos temer nada sino a El; temer el no agradarle a El. ¿Acaso no reprobó a Pedro por su falta de fe aunque sólo fue Pedro quien se atrevió a salir de la barca para tratar de caminar en el agua cuando el Señor le dijo, “Ven”? ¿Debemos nosotras lamentarnos con nuestro Amante quien nos ha dado dominio sobre el maligno?
Querida, el enemigo fue aplastado en el Calvario. Nuestro Dios derrotó al maligno y a la muerte. Si estás en El eres una nueva creación. Las cosas viejas están en el pasado, las cosas nuevas han llegado. Debes echar a un lado al hombre viejo lleno de miedo. Revístete del hombre nuevo lleno de fe y no de temor. Camina sobre el león y la víbora. Aplástalos. No tengas miedo. ¡Regocíjate!
Querida, esta es la herencia del Señor. ¡Tómala; medítala en este día y mira como tu temor desaparece cuando experimentas la paz que sobrepasa todo entendimiento, aunque la guerra se desata en tu contra, mientras estás en los brazos de tu Querido, Jesús, no tienes nada que temer!
23 de Agosto
“Pisotearás leones y cobras; ¡Aplastarás bajo tus pies leones feroces y serpientes! (Salmo 91:13).
Amado retoño, ¿por qué temer al enemigo que se encuentra en tu camino? Es el miedo lo que debes temer. El Señor, nuestro Salvador, dijo que no temiéramos nada más que a Él; miedo de desagradarle. ¿Recuerdas cómo reprendió a Pedro por su falta de fe incluso cuando Pedro era el único que salía de la barca para intentar caminar sobre el agua cuando el Señor le decía: “Ven”?
Amado hijo, el enemigo fue aplastado por Su sacrificio y muerte por nosotros. Nuestro Señor venció el mal, la muerte y el morir. Si estás en Él, eres una nueva creación. Las cosas viejas ya pasaron; Han llegado cosas nuevas. Debes deshacerte de la vieja persona llena de miedo. Vístete de la nueva persona de fe sin miedo. Pisotea a los leones y a las cobras. ¡Están bajo tus pies! No tengas miedo. ¡Alégrate!
Hija amada, ésta es la herencia del Señor. Tómalo; Medita en esto hoy y observa cómo tu miedo se aleja mientras experimentas la paz que sobrepasa todo entendimiento, incluso cuando la guerra ruge contra ti, mientras permaneces en los brazos de tu Amado, ¡no tienes nada que temer!
“Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre” (Salmos 91:14).
Querida, ¿qué tan grande es tu amor por el Señor? ¿Te has enamorado de El? Debes tener intimidad con el Señor. En los días de juicio no querrás escuchar estas palabras, “Aléjate de mí; Yo nunca te conocí.”
Oh, Querida, ¿a quién buscas? ¿A tus seres queridos? Pero El ha alejado a tu amado y tu amiga de tu lado. El ha permitido que ellos te detesten. Este es el día, este es el tiempo, este es el momento de tu luna de miel para acercarte en intimidad a tu Salvador. Tu eres Su Novia, blanca sin mancha. ¿Tus pecados han sido perdonados? ¿Eres blanca como la nieve bajo la sangre de Jesús?
Querida, permite que El te ponga firme en alto porque tú le amas. ¿Por qué vas a permanecer en el valle de la miseria cuando hay un lugar de intimidad esperándote? ¿Por qué vas a permanecer ansiosa cuando el Señor está listo para librarte y ponerte en alto sobre tus enemigos para que los mires llegar a su fin. En ese día, el corazón de aquel a quien amas regresará a ti. No esperes ni te inquietes. Corre a El. Amale. Conócele íntimamente. Conoce Su nombre.
24 de Agosto
“Por cuanto me ha amado, yo lo libraré del mal; Lo pondré seguro en lo alto, por encima del peligro, porque me ha conocido por mi nombre”. (Salmo 91:14).
Amado hijo, ¡qué maravilloso es que conozcas a tu Padre por el nombre! ¡¡Imagínate, eres el hijo Amado del Dios del universo, el Creador!!
Amado retoño, mírate donde Él te ha puesto: seguro, en lo alto, por encima del peligro. ¿Por qué? Porque lo amas. Ya no estás viviendo en el valle de la angustia. Ahora puedes mostrarles a las personas que amas, a las personas asustadas que conoces, cómo encontrarlo. Cómo correr hacia Él. Cómo amarlo y sentir Su amor como tú lo sientes. Lo has conocido íntimamente, lo has conocido por Su nombre. ¡¡Deja que tu luz brille!!
“Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores” (Salmos 91:15).
Querida, ¿has invocado al Señor hoy? ¿Es Su dulce nombre lo primero que dices mientras despiertas de tu sueño? Porque El dijo que si le llamas El te responderá. Pero muy pocos le llaman en el día de problema. Se preocupan, temen. Corren al teléfono, a la computadora, a una amiga en busca de ayuda. Pero El es el Unico que permanecerá más cerca que un hermano. Y El está ahí, un suspiro de distancia.
Querida, ¿invocarás al Señor? ¿Le escucharás cuando El te conteste? ¿Esperarás que El te calme? El estará contigo en tiempos de dificultad. Nunca estás solas. En medio de la circunstancia más seria, El te rescatará.
Oh, Querida, sólo piensa. Ahora en medio de tus pruebas te deshonran, te humillan, y se burlan de ti. Pero vendrá el día en que El vendrá, el Rey de reyes, te honrará. Te vestirá con honor en la presencia de tus enemigos. Oh, cómo se desbordará tu copa de gozo. La bondad y Su tierna misericordia te seguirán todos los días de tu vida. Ahora vive en la casa del Señor, en Su amor, para siempre. ¡Aleluya!
25 de Agosto
“Cuando me llamen, yo les responderé. Estaré con ellos cuando estén en problemas; Los rescataré y les daré honor”. (Salmo 91:15).
Amado retoño, ¿has invocado al Señor hoy? ¿Es Su dulce nombre el que pronuncias primero al despertar? Recuerde, para que Él responda, primero debe llamarlo. ¿No es tan triste que tan pocos clamen a Dios, que quiere ser su Padre cuando están en problemas? Temen, luego corren al teléfono, a la computadora o a un amigo para pedir ayuda. Sin embargo, sabemos que Él es Aquel que estará más unido que un hermano. Oh, ¿no es maravilloso que Él esté allí, a sólo un suspiro de distancia?
Hija amada, ¿clamarás al Señor? ¿Escucharás para que Él te responda? ¿Esperarás a que Él te calme?
Oh, amada hija, piensa en ello. Ahora, en medio de tus pruebas, se burlan de ti, te humillan y se burlan de ti. Sin embargo, Dios dice: "dentro de poco" llegará el día en que Él, el Rey de reyes, os honrará. Serás vestida de honor en presencia de tus enemigos. Oh, cómo se rebosará tu copa de alegría. Seguramente el bien y su tierna misericordia te seguirán todos los días de tu vida. ¡¡Ahora habita en la casa del Señor, en su amor, por los siglos de los siglos!!
“Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación” (Salmos 91:16).
Querida, el Señor te ha prometido que estarás sostenida por Su salvación poderosa. Tú la verás sino desfalleces. Oh, cuántas han perdido la salvación del Señor. Ahí, en la espera del milagro, se dan la vuelta, se vencen, comienzan a sentirse ofendidas, y se debilitan. Oh, las artimañas del enemigo. Él pelea y se disfraza de santo. Ese es su propósito. ¿De que otra manera pudiera robar nuestro milagro, o terminar con nuestros sueños, o destruir nuestra esperanza?
Aún así, Querida, Él te ha prometido que viviremos una larga vida, y una vida satisfecha. Él ha prometido, que aquellas que le llaman por Su Nombre, serán las que verán el día de salvación. Cuando nuestra esperanza está en Él, nunca seremos avergonzadas. Cuando vemos Su Rostro, nuestras caras estarán radiantes. ¡Contempla al Cordero de Dios! ¡Contempla el rostro del Todopoderoso! Entra por sus puertas con acción de gracia y entra en sus atrios con alabanza.
Un día en Sus Atrios es más que miles de días en este mundo. ¡¡Quédate con Él! ¡Regocíjate!!
26 de Agosto
“Lo recompensaré con muchos buenos años en esta tierra y le dejaré ser testigo de Mi salvación”. (Salmo 91:16).
Amado retoño, el Señor te ha prometido tantas bendiciones maravillosas e increíbles como uno de Sus hijos.Imagina cómo será cuando seas testigo de Mi salvación. Lo verás si no desmayas en el camino. Oh, ¿cuántos se han perdido la salvación del Señor? Si tan solo hubieran caminado por la vida con Él a su lado.
Amado hijo, mira cómo Él te ha prometido vivir una larga vida como recompensa por ser Su hijo. Él ha prometido a todo aquel que invoque su nombre, que serán ellos los que verán el día de la salvación. Cuando nuestra esperanza está en Él, nunca seremos avergonzados. Cuando lo miramos, nuestro rostro estará radiante. Entrad por sus puertas con acción de gracias y entrad por sus atrios con alabanza. Un día en Sus atrios es mejor que mil días en este mundo. ¡¡Alégrate!!
“El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme?” (Salmos 27:1).
Querida, ¿quién es tu luz? ¿Quién te guía? ¿Quién te da la luz que te da vida?
Querida, ¿quién es tu salvación? ¿A quién estás buscando? ¿Quién te salvará del dolor que sientes, del desprecio que te embarga, del futuro que ahora se ve tan oscuro? ¿Es el Señor, el Rey del Universo? Porque si no lo es, entonces temerás sin duda. El miedo que estás experimentando es porque buscas en otros la luz para tu salvación.
Oh, Querida, ¡Él es todo lo que necesitamos! Cuando lo tomes a Él como tu luz, entonces “El Señor es mi luz”, serán las palabras en tus labios y en tu corazón. Di, “El Señor es mi salvación”, entonces, y sólo en ese momento, serás capaz de proclamar fuertemente, “¿A quién temeré?” Cuando otros te digan acerca de la condenación de tus circunstancias.
Querida, ¿quién es el único que te defenderá? ¿Quién está de tu lado? ¿Será un amigo? ¿Es algún abogado? ¿Es alguno de tus padres, o compañeros de trabajo? Si esto es así, entonces, tu te atemorizarás.
Tú temes cada mañana que te despiertas después de una mala noche. Tú te inquietas cada vez que se escucha el teléfono llamar. Tú te atemorizas con cada circunstancia, tribulación o proceso. El Señor ha sido quien te ha defendido en tu vida, ahora y siempre, tu tendrías que decir, “¡Oh, a quien temeré!” Nada te causará angustia, miedo o desesperación.
Querida, di en voz alta, con clara y absoluta seguridad, “El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré?” El Señor es quien me defiende en mi vida; ¿a quién temeré?
27 de Agosto
“El Señor es mi luz y mi salvación. No temo a nadie. El Señor protege mi vida. No tengo miedo de nadie”. (Salmo 27:1).
Amado hijo, ¿quién es tu luz? ¿Quién te guía? ¿Quién os da la luz que os da vida?
Hija amada, ¿quién es tu salvación? ¿A quién miras? ¿Quién te salvará del dolor que sientes, de la desesperación que te embarga y del futuro que ahora parece tan inseguro? ¿Es el Señor, el Rey del universo?
¡Oh, amado hijo, Él es todo lo que necesitas! Cuando lo tomes como tu luz, "el Señor es mi luz" serán las palabras en tus labios y en tu corazón. Di: "¡El Señor es mi salvación!" Entonces, y sólo entonces, podréis gritar: “¿A quién temeré?” cuando otros te hablan del desastre de tus circunstancias.
Amado retoño, ¿quién es el que te defenderá? ¿Con quién estás del lado? ¿Es un amigo? ¿Es un maestro? ¿Es tu padre? Si es así, entonces continúas temiendo.
Amado retoño, di en voz alta, con voz clara y decidida: “El Señor es mi luz y mi salvación. No temo a nadie. El Señor protege mi vida. ¡¡No le tengo miedo de nadie!!
“Cuando los malvados avanzan contra mí para devorar mis carnes, cuando mis enemigos y adversarios me atacan, son ellos los que tropiezan y caen” (Salmos 27:2).
Querida, los que hacen mal vienen sobre ti para devorarte, ¿estás segura que no te harán daño? Tú, criatura de Dios – los hombres te odian. Ellos odian a Dios; por lo tanto, Él nos ha dicho que ellos nos odiarán. Entonces, ¿por qué te sorprendes de lo sofocante que es esta prueba por la que estás pasando como si fuera algo extraño o algo inesperado sobre ti? Por el contrario, ¡regocijáte! Porque el Señor es tu fortaleza y tu defensa. Aunque la maldad venga hacia ti, El promete que tus adversarios y tus enemigos tropezarán y caerán.
Querida, sus malvadas conspiraciones no asustan al Señor. Él se sienta en los cielos y se ríe, de lo que están planeando en vano. ¿Por qué observar, pensar o valorar lo que viene en contra tuyo? En lugar de eso, vuelve tus ojos al Señor, porque Él es tu vida, tu fortaleza, tu libertador. ¡Es tiempo de regocijarte!
28 de Agosto
“Cuando los malvados vengan a devorarme, cuando mis enemigos y adversarios me ataquen, tropezarán y caerán”. (Salmo 27:2).
Amado hijo, gente malvada espera para devorarte; ¿Estás a salvo de cualquier daño? Tú, querido hijo de Dios, la gente en este mundo te odia porque odia a Dios, Él nos dijo que así lo harían. Entonces, ¿por qué os sorprendéis del fuego de prueba que os ha de probar, como si algo extraño e inesperado os hubiera sucedido? En cambio, Él dice: ¡regocíjense! ¿Por qué? Porque el Señor es tu protección y quien peleará por ti. Aunque el mal venga contra ti, Él promete que tus enemigos y adversarios tropezarán y caerán.
Amada hija, sus perversas maquinaciones no asustan al Señor. Él se sienta en los cielos y se ríe de lo tontos que conspiran contra quienes Él protege. ¿Por qué mirar o pensar en quién o qué viene contra ti? En cambio, vuelve tus ojos al Señor, porque Él es tu vida, tu fortaleza y tu libertador. ¡Es hora de regocijarse!
“Aún cuando un ejército me asedie, no temerá mi corazón; aún cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza” (Salmos 27:3).
Querida, ¿hay algún ejército de enemigos acampando al lado de tu puerta? ¿Existe alguna guerra de ira hacia ti, hacia tus finanzas, sobre tu matrimonio, o tu familia…. sobre tu paz? Oh Querida, en lugar de temer, a pesar de todo lo que tu ves u oyes, ¡confía! Esta no es una confianza en lo que tú puedes hacer, o de lo que tú puedas analizar, sino confianza en el Señor, Dios Todopoderoso. El es el creador del cielo y de la tierra. Él puede frustrar a los malvados; El puede volver sus espadas en contra de ellos mismos. Tú estarás segura, bajo la sombra de Sus alas, rodeándote con Sus brazos de amor.
Querida, tu salvación y tu fuerza está en la quietud y en la paz. ¿Por qué te inquietas? ¿Por qué huyes o buscas consejo, apoyo o seguridad? Permanece quieta con Él. No veas la guerra que se desata, no mires hacia afuera de tu ventana o escuches los comentarios anticipados del miedo que sentirás. En lugar de eso, di, “Permaneceré confiada.”
29 de Agosto
“Aunque un ejército poderoso me rodee, mi corazón no tendrá miedo. Incluso si me atacan, mantendré la confianza”. (Salmo 27:3).
Amado hijo, ¿sientes como si un poderoso ejército te hubiera rodeado? ¿Te sientes como si los enemigos estuvieran justo afuera de tu puerta? Oh, hija amada, en lugar de miedo,incluso si todo lo que ves y oyes parece desesperado, permanece confiado en el Señor, Dios Todopoderoso. Él es el Hacedor del cielo y de la tierra. Puede volver sus espadas una contra la otra. Estarás a salvo a la sombra de Sus alas y sus brazos amorosos que te rodean.
Hijo amado, en la quietud y la paz, es tu fortaleza. No se preocupe ni busque consejo, apoyo y seguridad. Siéntate tranquilamente con Él. No mires la guerra que arrecia, no mires por tu ventana ni escuches los reportes de tu perdición. No, en lugar de eso, diga: “Mantendré la confianza”.
“Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo” (Salmos 27:4).
Querida, ¿cuál es la única cosa que buscas? ¿Cuál es la única cosa que le has pedido al Señor? ¿Será que vuelva el corazón de tu amado a ti? ¿Hasta ese momento podrás decir que tu corazón ha sido devuelto al Señor? Si es Él verdaderamente lo primero en tu vida, te sientes satisfecha, en paz y no estás ansiosa. ¿Es este el estado de tu corazón?
David, buscó una cosa – él buscó al Señor.
¿Quién eres, María o Marta? ¿Estás muy ocupada en las cosas del Señor, ocupada haciendo cosas para arreglar tu presente situación, pero fallaste en mantenerte a los pies del Señor? ¿Has descuidado la mejor parte?
Querida, ¿anhelas contemplar el rostro del Señor, para ver Su belleza? O, ¿has visto ya Su mano en tu circunstancia?
Querida, la razón por la que el Señor ha permitido esta prueba en tu vida, y la razón por la que esta situación no se ha completado, es simplemente que el Señor quiere que seas para Él. Es en Su presencia que te encontrarás llena de gozo. Es en Su presencia que existe la paz. Es en Su presencia que todas las cosas serán hechas bien. Siéntate en Su presencia hoy. Trabaja con tu rutina diaria para pasar un tiempo sin interrupciones sentada en Su presencia, y ser transformada en Su Imagen.
30 de Agosto
“Una cosa he pedido al Señor, qué buscaré para poder habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la belleza del Señor y meditar en Su templo”. (Salmo 27:4).
Amada hija, ¿qué es lo que le has pedido al Señor? David buscó una cosa: buscó al Señor y, a su vez, recibió bendiciones infinitas.
¿Eres Marta o María? ¿Estás ocupada haciendo las cosas? para el Señor, ocupada haciendo las cosas para arreglar su situación actual, pero no se ha sentado a los pies del Salvador? ¿Has descuidado lo mejor?
Amado hijo, ¿anhelas mirar el rostro del Señor, ver Su belleza? ¿Has buscado Su mano en su lugar?
Amado hijo, la razón por la que el Señor ha permitido esta prueba en tu vida, y la razón por la que la situación aún no está completa, es simplemente que Aquel que te ama profundamente te quiere para Él. Es en Su presencia donde hay gozo completo. Es en Su presencia donde hay una paz inexplicable. Es en Su presencia que todas las cosas se arreglarán. Siéntate en Su presencia hoy. Desarrolla tu rutina diaria para pasar tiempo ininterrumpido sentado en Su presencia y observa cómo te transformas a Su imagen.
“Porque en el día de la aflicción él me resguardará en su morada; al amparo de su tabernáculo me protegerá, y me pondrá en alto, sobre una roca” (Salmos 27:5).
Querida, ¿dónde estás en el día del problema? ¿Estás escondida segura en Su Tabernáculo? ¿Estás escondida en el lugar secreto de Su tienda? ¿Te ha levantado Él sobre la roca, sobre un lugar sólido por sobre todos tus enemigos, y por sobre la guerra que se desata en contra tuya?
Querida, si estás sentada a los pies de Jesús cada mañana, a mitad del día, cada tarde, sentada ahí fijándote en Su rostro, tu cara en Sus manos amorosas, para que cuando el día del problema venga, no te pueda mover. No tienes que correr hacías Sus amorosos brazos – ¡tu estás ahí! Tú estás en paz aún cuando la fatalidad de los rumores traten de debilidarte. Tú estás en paz. ¡Oh, qué existencia! ¡Oh, qué gozo!
Querida, ahí es donde debes estar para que el Señor restaure lo que te había sido quitado. Porque una vez tu promesa está segura en ti, la guerra no se detiene. El enemigo va a perseguir lo que ha perdido y tratará de venir a tu casa a robar tu gozo. Pero tú, que has probado y visto que el Señor es bueno, tendrás una paz perfecta. Nada podrá causarte el huir de nuevo a Egipto. Nada causará que tu corazón tema. Has sido liberada. ¡Aleluya!
31 de Agosto
“Porque Él me esconderá en Su retiro secreto cuando vengan las dificultades; Él me esconderá en su santuario. Él me pondrá fuera de mi alcance sobre una Roca alta”. (Salmo 27:5).
Amado retoño, ¿dónde estás en el día de la angustia? ¿Estás escondido de manera segura en Su retiro secreto? ¿Te ha elevado a lo alto de la Roca, por encima de tus enemigos y por encima de la guerra que se libra contra ti?
Amado hijo, si estás sentado envuelto en los brazos de tu Padre cada mañana, cada mediodía, cada tarde, sentado con tu rostro entre Sus amorosas manos, entonces, cuando llegue el día de la angustia, no serás conmovido. No necesitarás correr a Sus amorosos brazos: ¡estás ahí! Estás en paz incluso cuando los rumores de problemas intentan apoderarse de ti. Estás en paz. ¡Oh, qué manera de vivir! ¡Ay qué alegría!
Amado hijo, aquí es donde debes vivir para que el Señor te restituya lo que te ha sido quitado. Una vez que tu promesa esté a salvo contigo, la guerra no se detendrá. El enemigo seguirá mintiendo, matando y robando tu alegría. Permaneced, pues, en Sus brazos, sobre la Roca. No tienes nada que temer. Has sido liberado. ¡Alegrarse!