Diciembre 1
"Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios." (Hebreos 4:9.) "El reposo incluye victoria, y Jehová les dió reposo alrededor . .. Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos." (Josué 21:44.)
"Hermoseará a los humildes con victoria." (Salmo 149:4. Versión de Rotherham.)
Un evangelista muy eminente nos habla acerca de su madre, quien era una Cristiana muy inquieta e impaciente. El hablaba con ella horas y horas con el fin de convencerla de la pecaminosidad que existe en irritarse, pero todo era en vano. Ella era semejante a cierta anciana que dijo una vez que había sufrido muchísimo, especialmente de las aflicciones que nunca le llegaron.
Una mañana, la madre vino con su cara sonriente a tomar el desayuno. Él le preguntó qué le había sucedido, y le respondió, que por la noche había tenido el sueño siguiente.
Soñó que caminaba por uno de los senderos principales con una gran multitud que parecía estar muy cansada y cargada. Casi todos llevaban pequeños paquetes negros, y notó que había un gran número de personas repulsivas, las cuales creía que eran demonios que dejaban caer estos fardos negros para que la gente los cogiese y los llevase.
Lo mismo que los demás, ella también cogió su carga innecesaria y fué cargada con los fardos del diablo. A poco rato, miró hacia arriba y vió un Hombre con un rostro radiante y cariñoso que iba de un lado para otro por medio de la multitud y consolando a la gente.
Al fin, Él se acercó a ella y vió que era su Salvador. Lo miró y le dijo lo cansadísima que estaba, y entonces con una triste sonrisa, Él le respondió:
"Hija mía, yo no te dí esa carga; no tienes necesidad alguna de ella. Esa es una carga del diablo, la cual está atormentando toda tu vida. Arrójala, y rehúsa el tocarla aún con uno de tus dedos, y encontrarás fácil tu camino y como si fueses llevada sobre las alas de un águila."
El tocó su mano, y fué llena de paz y gozo, y estaba a punto de arrojarse a Sus pies con un gran gozo en acción de gracias, cuando de repente se despertó y se dió cuenta que todas sus inquietudes habían desaparecido. Desde aquel día, hasta el fin de su vida, ella fué la persona más contenta y feliz de la casa.
Diciembre 2
"Perfecto por medio de los padecimientos." (Hebreos 2:10. Versión Moderna.)
El acero se hace con hierro y fuego. El suelo se forma con rocas y calor y con la apisonadora aplastante. Para obtener el lienzo, es necesario el lino, más el baño que lo limpia, el peine que lo separa, el mayal que lo machaca y la lanzadera que lo teje. El carácter humano no se forma sin dificultades. El mundo no olvida los grandes personajes; pero los grandes personajes no llegan a serlo por medio de la lujuria, sino que se hacen con el sufrimiento.
Oí acerca de una madre que tenía en su casa como compañero de su hijo, a un lisiado que también era jorobado. Advirtió a su niño que tuviese mucho cuidado en la forma de tratar a su compañero y que jugase con él sin herir sus sentimientos. Un día en que los niños jugaban, la Señora oyó que su hijo decía al jorobado: "¿Sabes lo que tienes en tus espaldas?" El jorobadito se embarazó y dudó por unos momentos. Entonces el muchacho le dijo: "Es una caja donde tienes tus alas, y algún día Dios la abrirá y volarás y serás como un ángel."
Algún día Dios revelará a cada Cristiano el hecho de que las cosas contra las cuales nos rebelamos han sido los instrumentos que Él ha utilizado para perfeccionar y moldear nuestros caracteres y pulimentarlos para Su gran edificio allí. -Cortland Myers.
El sufrimiento es un fertilizador maravilloso para las raíces del carácter. Esta es la única cosa que podemos llevar a la eternidad •.. Ganar la mayor parte de ella, y lo mejor de ella es el objeto de la prueba.-Austin Phelps.
Llegamos al monte de la visión por el camino espinoso.
Diciembre 3
"¿Tienes paz? ¿Y tu marido, y tu hijo? Y ella dijo: Paz." (2 Reyes 4:26.)
Durante sesenta y dos años y cinco meses he tenido una esposa muy amada, y ahora me he quedado sólo a los noventa y dos años. Pero al andar de un lado para otro en mi habitación, me vuelvo a Jesús, cuya presencia siempre me acompaña y le digo, "Señor Jesús, estoy sólo, pero no me siento sólo, Tú estás conmigo. Tú eres mi Amigo. Ahora, Señor, consuélame, fortaléceme, concede a Tu pobre siervo, todo aquello que Tú veas que necesita." Y nosotros no debiéramos de estar satisfechos, hasta llegar a tener la certeza de que conocemos que el Señor Jesucristo por nuestra experiencia es nuestro Amigo diariamente.-George Muller'.
Las aflicciones no pueden dañar cuando están fundidas con la sumisión.
El hielo rompe muchas ramas, y de la misma manera veo a muchas personas encorvadas y amilanadas a causa de sus afliccíones, pero de vez en cuando encuentro a alguna de ellas que canta en medio de su aflicción, y entonces doy gracias a Dios tanto por ella, como por mí. No hay canción semejante a la que se hace cuando el alma está dolorida. Recuerda la historia de una cierta mujer, quien al morir su único hijo, elevó su mirada con gran gozo, como si tuviese el rostro de un ángel y dijo: "Adios amado, te entrego a la tierra de pleno gozo." Esta frase durante muchos años de mi vida me ha avivado y fortalecido grandemente.-Henry Ward Beecher.
Diciembre 4
"Subió al monte, apartado." (Mateo 14:23.)
Una de las bendiciones del Sábado en los tiempos pasados era su calma, el reposo, su paz sagrada. En la soledad se concibe una fortaleza muy extraordinaria. Los cuervos van en manadas y los lobos en cuadrillas, pero el león y el águila son animales solitarios. La fortaleza no está en el escándalo y en el ruido. La fortaleza existe en la soledad. Para que los cielos se reflejen en la superficie del lago, es necesario que haya calma en el mismo. Nuestro Señor amaba a la gente, pero leémos muy a menudo, que la dejaba y se retiraba durante breves períodos a lugares solitarios. El siempre se retiraba a las colinas por la noche sin que nadie lo percibiera. La mayor parte de Su ministerio lo llevó a cabo en pueblos y ciudades junto a la costa, pero lo que Él más amaba eran las colinas, y frecuentemente cuando llegaba la noche, se sumergía en la paz de sus profundidades. Sobre todas las demás cosas, lo que hoy se necesita es que nos retiremos aparte con nuestro Señor y nos sentemos juntos a Sus piés en el retiro sagrado de Su bendita presencia. ¡Cuán grande y dañina es la pérdida de la meditación! ¡ Cuán valioso es para el creyente conocer el secreto de la soledad!. ¡Cuán saludable es el tónico de esperar en Dios! -Seleccionado.
"Para que una vida sea poderosa, es necesario que tenga su lugar Santísimo donde Dios entre solamente."
Diciembre 5
"Conozco, oh Jehová que el hombre no es Señor de su camino; ni del hombre que camina es ordenar sus pasos." (Jeremías 10 :23.) "Guíame por senda de rectitud." (Salmo 27:11.)
Hay muchas personas que quieren dirigir a Dios en vez de resignarse y ser dirigidas por El. Quieren señalar a El un camino, en vez de seguir por donde Él conduce.-Madame Guyon.
Una vez dije: "Déjame que camine por el campo," y Dios me respondió, "Nó, marcha por la ciudad;" "Pero allí no hay flores;" le repliqué. "Sí, es cierto que no hay flores, sino una corona", esta fué Su respuesta. "El cielo está muy oscuro, y allí no hay cosa sino tumulto y ruido," continuó diciendo. Entonces, Él lloró mandándome volver y dijo: "Hay algo más y peor, hay pecado."
Dije: "El aire está muy pesado y las nieblas cubren el sol;" Él contestó, "Hay más, hay muchas almas enfermas y arruinadas." Yo dije: "Si pierdo la luz, mis amigos dicen que me perderán." "Está bien," respondió, "Pero esta noche elige entre perderme a mí o perder a ellos."
Eché una mirada hacia los campos, y cuando después volví mi rostro y miré a la ciudad, Él me preguntó, "Hijo mío, ¿aceptas mi ofrecimiento? ¿Quieres abandonar las flores y sustituirlas por una corona?"
Entonces coloqué mi mano entre la Suya y Él entró en mi corazón. Desde aquel instante caminé guiado con una luz Divina, por la senda que yo temí contemplar.-George MacDonald.
Diciembre 6
"He aquí, yo vengo presto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona." (Apocalipsis 3:11.)
George Mueller, dió el siguiente testimonio. "Cuando en Julio de 1829, Dios se complació en revelar a mi corazón la verdad de la segunda venida de nuestro Señor Jesús, y de que yo había cometido una gran falta pensando en la conversión del mundo, me produjo este efecto. Desde lo más profundo de mi alma sentí una gran compasión por los pecadores que perecían y por el mundo adormecido que me rodeaba y se hallaba en la maldad. Entonces me pregunté: ¿No es mi deber para con mi Señor, el hacer por Él todo cuanto pueda mientras El viene, y despertar a esta Iglesia adormecida?
Puede ser que haya muchos años de trabajo duro delante de nosotros antes de la consumación, pero las señales son tan alentadoras para mi, que si hoy a la puesta del sol viese extenderse el ala del ángel apocalíptico para dar su último vuelo triunfante, lo creería; o si mañana por la mañana los cables del océano nos conmoviesen con la noticia de que Cristo el Señor había descendido en el Monte de los Olivos o en el Monte Calvario para proclamar el dominio universal, no estaría desprevenido. j Despertad de vuestro letargo, iglesias! ¡Desciende Señor! ¡Templos infamados, Tomad la corona! ¡Mano magullada, Toma el cetro! i Pié herido, Avanza hacia el trono! El reino es tuyo.-Rev. T. DeWitt Talmage, D.D.
Diciembre 7
"No veréis viento, ni veréis lluvia, y este valle será lleno de agua, y beberéis vosotros, y vuestras bestias, y vuestros ganados. Y esto es cosa ligera en los ojos de Jehová: dará también a los Moabitas en vuestras manos." (2 Reyes 3:17, 18.)
Para el conocimiento humano era completamente imposible, pero para Dios nada es difícil.
Sin un sonido o señal, vino una gran abundancia de agua durante toda la noche de una manera imperceptible, procedente de fuentes invisibles. Cuando amaneció, aquellas zanjas rebosaron con agua cristalina y reflejaban los rayos del sol matutino de las colinas rojas de Edom.
Nuestra incredulidad siempre desea una señal exterior. La religión de muchos es principalmente sensacional y no se convencen de su pureza sin manifestaciones, etc.; pero el mayor triunfo de la fé es el permanecer quieto y conocer que El es Dios.
La gran victoria de la fé es el permanecer delante de un Mar Rojo intransitable, y oir decir al Maestro, "Permanece quieto, y vé la salvación del Señor" y "Marcha hacia adelante." Al avanzar sin señal o sonido alguno ni una sóla ola salpica y al mojar nuestros piés al dar nuestros primeros pasos por las aguas veremos cuando caminamos dividirse la mar y abrirse el camino por medio de las mismas aguas.
Si contemplamos alguna de las obras milagrosas de Dios en algún caso extraordinario de cura o rescate providencial, estoy seguro que la cosa que más nos impresiona es la quietud como se realiza, la ausencia de ostentación y de lo sensacional, el darnos cuenta de nuestra inutilidad cuando permanecemos en la presencia de este Dios poderoso y el sentir lo fácil que es para Él hacerlo todo sin el menor esfuerzo de Su parte o nuestra ayuda.
La función de la fé no es cuestionar, sino obedecer. Los cántaros se hicieron y el agua brotó de alguna fuente sobrenatural. ¡Qué lección tan ejemplar para nuestra fé! ¿Deseas una bendición espiritual? Abre tu corazón a Dios, y El lo llenará en el lugar que menos puedas imaginarte y de la forma que menos puedas pensar.
Pide a Dios que te conceda la fé que obra por fé y no por lo visible y confía que Dios obra aunque no veamos señales de lluvia o viento.-A. B. Simpson.
Diciembre 8
"Vestíos pues, como escogidos de Dios, de misericordia." (Colosenses 3:12.)
Se cuenta la historia de un anciano que donde quiera que iba siempre llevaba consigo una alcuza pequeña. Cuando pasaba junto alguna puerta que hacia ruido, por estar sin engrasar sus bisagras, solía derramar un poco de aceite sobre las mismas. Si encontraba dificultad para abrir la puerta de un cercado, aceitaba las aldabas. Y de esta manera pasó por el mundo engrasando todos los lugares difíciles que encontró para proporcionar facilidades a aquellos que habían de venir trás él.
La gente le llamó excéntrico, ridículo y loco; pero el anciano continuó llenando su alcuza cuando se vaciaba, y engrasando los lugares difíciles que encontró.
Hay muchas vidas que un día tras otro crujen y rechinan ásperamente. Todo les sienta mal. Necesitan que se les engrase con el aceite de la alegría, de la mansedumbre o de la meditación. ¿Posées tu propia alcuza? Está presto con el aceite de la ayuda, para venir por la mañana temprano a aquel que se encuentre más cerca de tí. Puede ser que engrases todo el día para él. ¡Cuánto puede ayudar el aceite del buen humor, al corazón que se encuentra abatido! ¡La palabra de aliento al que se encuentra en estado de desesperación! No enmudezcas y dila.
Quizás que nuestras vidas solamente vengan una vez en contacto con otras en el camino de la vida, puede ser que nuestros caminos se separen, para no encontrarnos jamás. El aceite de la bondad ha gastado por completo los filos agudos de muchas vidas pecaminosas y las ha suavizado y preparado para la gracia redentora del Salvador.
Una palabra hablada con dulzura equivale a una gran porción de luz del sol en un corazón entristecido. Por lo tanto, "Dá a otros la luz del sol, y cuenta a Jesús lo demás."
Diciembre 9
"Porque esta carga momentánea y leve de nuestra tribulación, está obrando en sobremanera un alto y eterno peso de gloria." (2 Corintions 4:17. Versión de Weymouth.)
“Esta obrando para nosotros.” Nota esto especialmente. Con mucha frecuencia hay quien se pregunta ¿Por qué está la vida del hombre empapada con tanta sangre y deshonrada con tantas lágrimas? La respuesta se encuentra en la palabra "obrando." Estas cosas están obrando algo valioso para nosotros. No sólo nos enseñan el camino de la victoria, sino lo que es mucho mejor, las leyes de la victoria. En cada aflicción hay compensación, y la aflicción es la que obra para obtener la compensación. Es el grito del himno antiguo tan amado:
"Dios mío, más cerca de Tí, más cerca de Tí
Aunque haya una cruz que me levante."
Frecuentemente es necesario el dolor para que se produzca el gozo. Fanny Crosby jamás hubiese escrito aquel himno tan magnífico, "Veré a él cara a cara," si no hubiese sido por el hecho de que ella nunca pudo contemplar la vista preciosa de los campos verdes, ni la puesta del sol al atardecer, ni la mirada amable y brillante de los ojos de su madre. La falta de su vista fué lo que le ayudó a ganar su extraordinario discernimiento espiritual.
El árbol que sufre, es el que puede ser pulimentado. Cuando el leñador desea algunas líneas bellas en la madera, él siempre corta aquellos trozos que han sido acuchillados por el hacha y retorcidos por la tormenta. De esta manera asegura los nudos y la dureza que puede recibir el lustre.
Es consolador el saber que la aflicción dura sólo por la noche y desaparece a la mañana siguiente. Una tronada es muy breve, si se le compara con el día largo del verano. "El llanto puede durar durante la noche, pero por la mañana viene el gozo."-Songs in the Night.
Diciembre 10
"Si somos atribulados, es por vuestra consolación· y salud; la cual es obrada en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también' padecemos ... y nuestra esperanza de vosotros es firme; estando ciertos que como sois compañeros de las aflicciones, así también lo sois de la consolación." (2 Corintios 1:6,7.)
Seguro que hay algunos entre vuestros amigos a quienes recurrís en tiempos de pruebas y aflicciones. Parece ser que ellos siempre pronuncian la palabra apropiada o dan el consejo que uno desea. Sin embargo, a veces uno no se dá cuenta del precio que ellos tuvieron que pagar antes de llegar a ser tan diestros en vendar las heridas y secar las lágrimas. Pero si uno investigara el pasado de su historia, encontraría que ellos son los que más han sufrido. Ellos han observado el destorcimiento lento de alguna cuerda de plata sobre la cual colgaba la lámpara de la vida. Ellos han visto la taza dorada de la alegría, destrozarse en sus piés y derramarse su contenido. Ellos han permanecido en las mareas decayentes y en las puestas del sol del mediodía; pero todo esto ha sido necesario para convertirlos en las nodrizas, los médicos y presbíteros de los hombres. Las cajas que vienen de climas extranjeros son muy toscas, pero contienen especies que perfuman el aire con la fragancia del Oriente. Así también, el sufrimiento es tosco y duro de sobrellevar; pero debajo de sí mismo, oculta disciplina, educación y posibilidades las cuales no solamente elevan nuestra nobleza, sino que nos perfeccionan para ayudar a otros. No te enojes, o impacientes o esperes con aspereza que pase el sufrimiento, sino saca de él todo cuanto puedas para ti y para servir a tu generación, según sea la voluntad de Dios.--Seleccionado.
Diciembre 11
"Vosotros todos los siervos de Jehová, los que en la casa de Jehová estáis por las noches ... Bendígate Jehová desde Sión, el cual ha hecho los cielos y la. tierra." (Salmo 134:3.)
Tu dirás que es una hora muy extraña el permanecer en la casa de Dios por la noche para adorar en la profundidad de la aflicción. Verdaderamente, que es una cosa ardua. Sí que lo es, y allí se encuentra la bendición; es la prueba de la fé perfecta. Si yo deseo conocer el amor de mi amigo, debo de saber lo qué él haría por mi en la adversidad. Así tiene que ser con el amor Divino. Para mí es muy fácil el adorar, cuando la vida me sonríe y prospero en todo. Pero supón que cambiase la marea y me viese rodeado de dificultades y aflicciones. ¿Continuaría alegre y gozoso? ¿Permanecería en la casa del Señor por la noche? ¿Lo amaría en la noche que a Él pertenece? ¿Velaría siquiera una hora con Él en su Gethsemani? ¿Ayudaría a llevar Su cruz por la vía dolorosa? ¿Permanecería junto a Él en Sus últimos momentos de agonía con María y el discípulo amado? ¿Podría tomar el cuerpo de Cristo con Nicodemo? Entonces mi adoración sería completa y mi bendición gloriosa. Mi amor lo hubiese encontrado en Su humillación. Mi fé lo hubiese hallado en su mansedumbre. Mi corazón hubiese reconocido Su majestad en medio de Su humilde disfraz, y estoy cierto que al fin hubiese deseado no el don, sino el Dador. Cuando pueda permanecer en Su casa por la noche, entonces es cuando habré aceptado a Él, por lo que Él es solamente.-George Matheson.
Diciembre 12
"Porque yo ya estoy para ser ofrecido, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla; he guardado la fé." (2 Timoteo 4:6, 7.)
Lo mismo que los soldados muestran sus cicatrices y hablan de batallas cuando al fin regresan a sus casas para pasar la vejez en su país, así también haremos nosotros en la patria querida a que nos apresuramos. Allí hablaremos de la bondad y fidelidad de Dios que nos llevó por medio de todas las pruebas del camino. A mi no me gustaría estar con el vestido blanco de huésped y oir decir, "Estos son los que han venido de grande tribulación, todos excepto uno."
¿Te gustaría estar allí y que fueses señalado como el único santo que nunca conoció un sufrimiento? ¡De ninguna manera! Porque entonces serías un extranjero en medio de una hermandad sagrada. Nos contentaremos con participar en la batalla, porque pronto llevaremos la corona y nos regocijaremos en la victoria.-C. H. Spurgeon.
"¿En dónde fuiste herido?" preguntó el cirujano a un soldado en la Montaña de Lookout. "Casi en lo alto," respondió. El aún olvidó su herida sangrante, lo único que recordaba era que había ganado las alturas. Dirijámosnos hacia adelante con los esfuerzos más elevados para servir a Cristo y no descansemos jamás hasta que podamos gritar desde la misma cima, "He peleado la buena batalla, he terminado mi carrera, he guardado la fé,"
“No descanses hasta que termines la obra que Dios te ha mandado hacer. El reposo que Dios tiene para tí guardado, es un descanso eterno,"
"Dios no se fijará en tus medallas, títulos o diplomas, sino en las marcas que han dejado en tí las cicatrices,"
El trovador cantaba acerca de un héroe antiguo: "No llevaba ningún otro ornamento, sino su espada por compañera 'Y las mellas que había en la hoja de su espada,"
Ningún siervo de Dios puede buscar una decoración de honor más noble, que las cicatrices de su servicio, sus pérdidas por la corona, sus reproches por la causa de Cristo, el debilitarse por completo en el servicio de Su maestro
Diciembre 13
"Te daré los tesoros escondidos," (Isaías 43:3.)
En las tiendas de encajes más famosas de Bruselas, hay ciertas habitaciones dedicadas exclusivamente para la hiladura de los modelos más primorosos y delicados. Estas habitaciones están completamente oscurecidas. Solo entra luz por una pequeña ventana la cual va a parar directamente sobre el modelo. En la habitación sólo hay un hilador, el cual se sienta junto al lugar donde los rayos de luz dan sobre los hilos de su tejido. "De esta manera," nos dijo el guía, "aseguramos nuestra producción más refinada. El encaje siempre se teje de una forma más exquisita y preciosa cuando el obrero mismo está en la oscuridad y su modelo solamente está en la luz."
¿No puede ser que suceda lo mismo con nosotros cuando tejemos? Algunas veces nos encontramos en situaciones muy negras. No podemos comprender lo que hacemos. No vemos el tejido que tejemos. En nuestra experiencia no podemos descubrir belleza o bien alguno. Sin embargo, si somos fieles y no fracasamos, ni desfallecemos, llegará un día en que sabremos que el trabajo más refinado que hemos hecho en nuestra vida, fué aquel que realizamos en aquellos días tan oscuros.
Si te encuentras en alguna dificultad a causa de una providencia extraña y misteriosa, no temas; marcha hacia adelante con tu fé y amor sin dudar jamás. Dios observa constantemente, y El hará que de tus penas y lágrimas, brote belleza y bien para tí y los que te rodean.--J. R. Miller.
Diciembre 14
"Uno de los discípulos le dijo, Señor, enséñanos a orar ... Él les dijo, Cuando oréis, decid ... venga tu reino," (Lucas 11:1, 2.)
Cuando ellos dijeron “enséñanos a orar,” el Maestro elevó Su mirada y la pasó por el lejano horizonte de Dios. El reunió el sueño final de lo Inmortal y recogiendo todo lo que Dios intenta hacer durante la vida del hombre, lo expresó en las siguientes breves y fértiles palabras, "cuando oréis, orad de esta manera."
El contraste que existe entre ésto y las muchas oraciones que hemos oído es grandísimo. Cuando seguimos los designios de nuestro corazón, ¿qué pedimos? "Oh Señor. bendíceme, bendice mi familia, mi iglesia, mi pueblo, mi país," y al final pedimos por la extensión de Su Reino por medio de la gran parroquia del mundo.
El Maestro comienza donde nosotros terminamos. El mundo primero, mis necesidades personales después, es el orden que se sigue en esta oración. Cuando mi oración ha cruzado todos los continentes y las islas más lejanas de los mares, después que ha incluído al último hombre de la raza menos civilizada, después que ha expresado por completo el deseo y el propósito de Dios para el mundo, entonces solamente es cuando se me enseña que pida un pedazo de pan para mí.
Si Jesús se dió a Él mismo por nosotros y a nosotros en la sagrada extravagancia de la Cruz, ¿es mucho si Él nos pide que hagamos la misma cosa? Ningún hombre o mujer tiene valor alguno en el reino, ni ninguna alma jamás toca aún el borde de la zona del poder, hasta que aprende que lo que a Cristo le interesa es el supremo negocio de la vida y que todas las consideraciones de la vida, por muy queridas o importantes que puedan ser, están subordinadas a ella.-.Dr. Francis.
"Y Su reino no tendrá fronteras." (Lucas 1:33, Versión Antigua Moravia.)
"La empresa misionera no es el reparo de la Iglesia; Sino la presencia de Cristo."-Henry Van Dyke.
Diciembre 15
"Confía también en él." (Salmo 37:3. Versión Inglesa.)
La palabra confianza es la palabra fundamental de la fé. Es la palabra del Antiguo Testamento, la palabra dada a la fé temprana y naciente. La palabra fé, expresa el acto de la voluntad, la palabra creer, expresa más bien el acto de la mente o del intelecto, pero confiar es el lenguaje del corazón. Lo otro se refiere más bien a la verdad creída o a la cosa esperada. La confianza implica mucho más que ésto, ella vé, siente y coloca sobre una persona un corazón amoroso, vivo y verdadero. Así que, "confiémos también en él," en medio de las dilaciones, a pesar de todas las dificultades, frente a toda clase de repulsa, a pesar de todas las apariencias, aún cuando no podamos conocer el camino ni sepamos la salida; "confía también en él, y él te conducirá para que pases." El camino se abrirá, se encontrará la salida verdadera, el fin será paz, la nube desaparecerá y la luz de un meridiano eterno brillará al fin.
Confía y descansa cuando todo lo que te rodea haga pasar a tu fé por las pruebas más dolorosas. No permitas ser turbado por el temor o por el enemigo. Espera en Dios, y confía y reposa.
Confía y descansa con todo tu corazón, lo mismo que el guacharro en su nido. Oculto bajo Sus plumas, pliega tus alas y confía y descansa.
Diciembre 16
"Y estaba allí también Ana, profetiza, que no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones." (Lucas 2:36, 37.)
No hay duda alguna que orando aprendemos a orar y cuanto más oramos, con más frecuencia podemos orar y mejor oramos. El que sólo ora de tarde en tarde nunca puede alcanzar aquel estado valioso de la oración fervorosa.
Tenemos a nuestro alcance un gran poder en la oración, pero tenemos que trabajar para obtenerlo. No imaginemos jamás que Abraham hubiese podido interceder por Sodoma con tanto éxito, si durante todo el tiempo de su vida no hubiese estado constantemente en comunión con Dios.
Toda la noche que Jacob pasó en Peniel no fué la primera ocasión en que él encontró a su Dios. Aún podemos mirar a la oración más selecta y maravillosa de nuestro Señor con sus discípulos antes de Su Pasión, como la flor y fruto de Sus muchas noches de devoción y de la mucha frecuencia con que se levantó antes del amanecer para orar.
Si una persona sueña que va a llegar a ser tan poderosa como desee en la oración, sin esfuerzo, piensa muy equivocadamente. La oración de Elias que cerró el cielo y después abrió las puertas de sus aguas, fué una de las largas series de oraciones con que Elías suplicó al Señor. No olvidemos que la perseverancia en la oración es necesaria para prevalecer orando.
Aquellos grandes intercesores a quienes no se les nombra con la frecuencia que se debe en relación con los mártires, no obstante fueron los mayores bienhechores de la iglesia; pero el llegar a ser tal clase de canales de la misericordia para los hombres, lo consiguieron permaneciendo en el lugar de la oración. Para orar, tenemos que orar, y continuar en oración para que continúen nuestras oraciones.-C. H. Spurgeon.
"Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu en verdad está pronto, mas la carne débil." (Mateo 26:41.)
Diciembre 17
"Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os ha llamado; el cual también lo hará." (1 Tesalonicenses 5:23, 24.)
Desde hace muchos años que ví, que “sin santidad ningún hombre verá al Señor," empecé a seguirle y a estimular a todos aquellos con quienes vine en contacto para que hicieran lo mismo. Diez años después, Dios me dió una visión más clara para obtenerla, que la que tuve antes; a saber: por medio de la fé en el Hijo de Dios. Inmediatamente declaré a todos, "Somos salvos del pecado, somos santificados por la fé." Testifiqué esto en privado, en público, por escrito, y Dios lo confirmó con un millar de testigos. Durante más de treinta años he continuado declarando ésto, y Dios ha continuado confirmando mi trabajo.-John Wesley
"Conocí a Jesús, y fué muy querido para mi alma; pero había algo en mí que me impedía el ser paciente, amable y cariñoso. Hice lo posible por desterrar esto de mí, pero no lo conseguí. Rogué a Jesús que hiciese algo por mí, y cuando le entregué mi voluntad, El vino a mi corazón y quitó todo lo que no era amable, cariñoso y paciente, y después El cerró la puerta."-George Fox.
"Todo mi corazón está satisfecho por completo con lo que ha encontrado en Dios. Me siento sóla con Dios; Él llena el vacío; no poséo ni un sólo deseo o inclinación que no esté dirigída hacia Él. Muchas veces he pensado y me he maravillado de la conquista que Dios ha hecho con amor de todo lo más profundo de mi sér.-Lady Huntington.
"Inmediatamente sentí sobre mí frente algo parecido al tacto de una mano, no débil, sino omnipotente; no de ira, sino de amor. La impresión que sentí no era exterior sino interior. Parecía oprimir toda mi existencia y difundir en mi sér una energía consumidora del pecado. Tanto mi corazón como mi cabeza sé daban cuenta de la presencia purificadora de dicha energía, bajo cuya influencia caí al suelo y en la alegre sorpresa del momento, alcé mi voz en alto. La mano poderosa aún obró interior y exteriormente, y por donde quiera que pasaba parecía dejar la influencia gloriosa de la imagen del Salvador. Durante unos minutos el profundo océano del amor de Dios me tragó por completo; todas sus olas y ondas pasaron por encima de mí." -Bishop Hamline.
Cuando escribí mis contemplaciones sobre la santidad, entonces me pareció ser de una naturaleza dulce, apacible, agradable, serena, la cual producía en el alma una pureza, una brillantez y una paz que no es posible describir. En otras palabras; que convertía el alma en una especie de campo o jardín de Dios con toda clase de frutos y flores agradables, todas deliciosas y tranquilas, gozando de una calma apacible y de los rayos suaves y vivificadores del sol.-Jonathan Edwards.
Diciembre 18
"En todas estas cosas hacemos más que vencer por medio de aquel que nos amó." (Romanos 8:37.)
El Evangelio está arreglado de tal manera y el don de Dios es tan grandioso, que tú puedes hacer a los enemigos que te ataquen y a las fuerzas ordenadas contra tí, marchar a las mismas puertas del cielo y a la presencia de Dios.
Sé como el águila que se posa en un despeñadero y observa la forma como el cielo ennegrece y el cruzar del relámpago; no obstante permanece con una calma perfecta moviendo un ojo y el otro de vez en cuando hacia la tormenta. Pero nunca se mueve hasta que empieza a sentir los efectos de la brisa y sabe que es golpeada por el huracán. Entonces dá una especie de grito, hace que su pechuga oscile sobre la tormenta y utiliza ésta para que le lleve hacia el cielo.
Eso es lo que Dios quiere de cada uno de sus hijos, que sean más que vencedores, que conviertan en una carroza la nube de la montaña. Cuando un ejército es más que vencedor, es probable que haga al otro huir, que coja la munición, alimento y provisiones y se posesione de todo. Eso es exactamente el significado de nuestro texto. ¡ Hay despojos que tomar!
¿Los has cogido tú? Cuando fuiste a aquel valle profundo de sufrimiento, ¿salistes de él con despojos? Cuando fuisteis herido por aquella injuria y pensaste que había desaparecido, ¿confiaste en Dios de tal manera que con ella fuiste espiritualmente enriquecido? Ser más que vencedor significa tomar los despojos del enemigo y apropiártelos. Lo que él había preparado para tu derrota, tómalo y apropialo para tí mismo.
Cuando el Dr. Moon, de una ciudad de Inglaterra llamada Brighton, se quedó ciego, dijo: "Señor, acepto de Tí, este talento de ceguedad. Ayúdame a usarlo para Tu gloria, con el fin de que a Tu venida puedas recibir loTuyo con usura." Después, Dios le habilitó para que inventase el Alfabeto Moon para los ciegos, por medio del cual miles de ciegos pudieron leer la Palabra de Dios, y muchos de ellos fueron salvos.-Seleccionado.
Dios no sacó la espina de Pablo; hizo algo mucho mejor, amaestró aquella espina y la convirtió en la sierva de Pablo. Con frecuencia, el ministerio de espinas y dificultades ha sido más valioso para el hombre que el ministerio de los tronos. -Seleccionado.
Diciembre 19
"Y os será para testimonio." (Lucas 21:13.)
La vida es semejante a la subida de una elevada montaña, y alienta mucho al corazón que alguien vuelva su cabeza y nos haga señas desde lo alto. Todos trepamos juntos y debemos ayudarnos los unos a los otros. El trepar por la montaña de la vida es un asunto serio pero muy glorioso. Para alcanzar la cima se necesita fortaleza y andar con firmeza. La vista se ensancha a medida que nos elevamos. Si alguno de nosotros ha encontrado algo que vale la pena, debe volver su cabeza y llamar a los demás.
A Jesucristo Ven sin tardar,
Que entre nosotros Hoy El está,
Y te convida Con dulce afán,
Tierno diciendo: "Ven."
¡Oh cuán grata nuestra reunion,
Cuando allá, Señor, en tu mansión,
Contigo estemos en comunión
Gozando eterno bien!
Piensa que Él sólo-Puede colmar
Tu triste pecho De gozo y paz;
Y porque anhela-Tu bienestar,
Vuelve a decirte: "Ven."
Su voz escuchar Sin vacilar,
y grato acepta Lo que hoy te dá,
Tal vez mañana No habrá lugar,
No te detengas: "Ven."
Diciembre 20
"Mas no estoy sólo, porque el Padre está conmigo." (Juan 16:32.)
Nos es necesario decir que el poner en práctica una convicción es un sacrificio costoso. Ello puede requerir renunciaciones y separaciones que le dejan a uno con un sentido extraño de privación y soledad. Pero aquel que se eleve, como hace el águila, a los niveles más elevados donde el día carece de nubes y vive a la luz del sol de Dios, tiene que contentarse con vivir una vida de soledad.
Ningún pájaro vive tan solitario como el águila. Las águilas nunca vuelan en bandadas; a lo sumo solamente se ven una o dos al mismo tiempo. Pero la vida que se vive para Dios, aunque tenga que abandonar la compañía de séres humanos,la substituye por la compañía Divina.
Dios busca hombres semejantes a las águilas. Ningún hombre que no ha aprendido a estar a sólas con Dios, puede darse cuenta de cuáles son las mejores cosas de Dios. A Abraham lo encontramos sólo sobre las alturas de Horeb, pero a Lot lo encontramos morando en Sodoma. Moisés, a pesar de estar adiestrado con toda la sabiduría de Egipto, tuvo que pasar cuarenta años a solas con Dios en el desierto. Pablo, no obstante su gran conocimiento de la cultura griega y haberse sentado a los pies de Gamaliel, tuvo que ir a Arabia y aprender con Dios la vida del desierto. Deja que Dios nos aisle. No quiero decir en el apartamiento de un monasterio. En la experiencia de este apartamiento, El desarrolla tal independencia de fé y vida que hace que el alma no necesite por más tiempo la ayuda constante, la oración, la fé o cualquier otra atención del vecino. En el desarrollo de la vida Cristiana, la ayuda e inspiración de los otros miembros es muy necesaria y ocupa su lugar, pero llega un tiempo cuando puede ser un obstáculo directo para el bienestar y la fé individual. Dios sabe la forma como tiene que cambiar las circunstancias de apartamiento. Cuando nos rendimos a Dios, El nos recibe por algún conducto, pero una vez que esto se ha terminado, no dependemos por más tiempo de aquellos que nos rodean. Nos damos cuenta de que Él ha obrado algo en nosotros y que las alas de nuestras almas han aprendido a batir el aire más elevado.
Debemos atrevernos a estar sólos. Jacob tuvo que estar sólo para que el Angel de Dios susurrase en su oído el nombre místico de Shiloh; Daniel tuvo que estar a sólas para ver las visiones celestiales; Juan tuvo que ser desterrado a Patmos para tomar profundamente y guardar con firmeza la "impresión del cielo."
El sólo pisó el lugar. ¿Estamos preparados para un "espléndido apartamiento" antes que faltar a El?
Diciembre 21
“A él le daré la tierra que pisó . .. porque cumplió en pos de Jehová." (Deuteronomio 1:36.)
Todo deber difícil de cumplir que se encuentra en tu camino y que de buena gana no harías y que el cumplirlo ha de costarte mucho sufrimiento y dolor, encierra una gran bendición para tí. El dejar de cumplirlo, cueste lo que cueste, es perder la bendición.
En cada trozo de camino difícil en que vés la huella , de la pisada del Maestro y por el cual El te manda seguirle, con toda certeza conduce a la bendición, la cual no puedes obtener si no puedes caminar por el sendero pendiente y lleno de espinas.
En cualquier estado de lucha en que tengas que sacar tu espada para enfrentarte con el enemigo, hallarás la posibilidad de una victoria que tendrá por resultado una rica bendición para tu vida. Toda carga pesada que se te pide que levantes, esconde en sí misma algún secreto extraño de fortaleza. -J. R. Miller.
Alma mía, no delires,
Ni suspires De dolor,
Que posees en el cielo,
Tu consuelo,Tu Señor.
Jesucristo, del pecado
Te ha librado En una cruz;
y derrama sobre el alma
Gozo, calma, Paz y luz.
El conoce tu conciencia,
Tu dolencia y frenesí,
y con ansia te bendice
y te dice; "Ven a Mí."
No más llanto, no más penas;
Tus cadenas Romperás,
y en el seno de tu Dueño,
Dulce sueño Dormirás.
Diciembre 22
"Más a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el pavor de una grande oscuridad cayó sobre él." (Génesis 15:12.)
Por último el sol desapareció y la noche veloz del oriente arrojó su pesado velo sobre el escenario. Cansado por conflictos mentales, las vigilias y los esfuerzos del día, Abraham se quedó profundamente dormido. En su sueño, su alma estaba oprimida por una oscuridad tan densa y terrible que casi le ahogó y se le colocó como una gran pesadilla sobre su corazón. ¿Comprendes algo acerca del horror de aquella oscuridad? Cuando alguna aflicción terrible parece tan difícil de reconciliar con el amor perfecto que llega a oprimir el alma y a arrancarle la paz y sosiego de la misericordia de Dios y la lanza a un mar sin un rayo de esperanza; cuando la malicia y la crueldad maltratan al corazón que confía, hasta que empieza a dudar si existe un Dios arriba que puede ver y permite que ésto acontezca, entonces es cuando se sabe algo del "horror de la gran oscuridad." El alma humana está hecha de esplendor y oscuridad; de sombra y sol; de grandes vestigios nebulosos seguidos de rayos esplendorosos de luz, y en medio de todo, la justicia Divina está obrando sus propios planes, los cuales afectan tanto a otros como al alma individual, la cual parece ser el sujeto de una disciplina especial. Todos los que estáis sitiados por el horror de las grandes tinieblas a causa de la manera que Dios obra con el género humano, aprended a confiar en aquella sabiduría infalible la cual es coasesora con la justicia inmutable; y sabed que Aquel que pasó por medio del horror de las tinieblas del Calvario con el grito de abandono, está dispuesto a acompañarte por el valle de la sombra de muerte hasta que veas brillar el sol por el otro lado. Echemos hacia adelante por medio de nuestro Precursor, el áncora de la Esperanza dentro del velo que nos separa de lo invisible, donde se agarrará y no se moverá hasta el día en que vislumbremos la aurora y la seguiremos hasta el puerto que Dios nos ha garantizado con Su admirable consejo inmutable.-F. B. Meyer.
Los discípulos creyeron que la mar enfurecida los separaba de Jesús. Y aún mas, algunos de ellos pensaron peor todavía; creían que la aflicción en que se encontraban era una señal de que Jesús los había olvidado por completo y no se cuidaba de ellos. Querido amigo, ahí es donde la aflicción tiene su estímulo, cuando el diablo susurra y dice, "Dios te ha olvidado; Dios te ha abandonado," cuando tu incrédulo corazón grita como lo hizo el de Gedeón, "Si el Señor está con nosotros. ¿porqué nos acontece todo ésto'?" El mal te ha visitado para acercarte más a Dios. El mal no te ha sobrevenido para separarte de Jesús, sino para adherirte a Él con más fidelidad, tenacidad y más simpleza.-F. S. Webster, M.A.
Cuando parece que Dios nos ha abandonado, es cuando debemos de confiar más en El. Regocijémonos en la luz y en el consuelo cuando a Él le place darnos ésto, pero no nos apeguemos a Sus dádivas, sino a El, y cuando El nos lanza a la oscuridad para que utilicemos la fé pura, apretemos hacia adelante por medio de la oscuridad que agoniza.
Diciembre 23
"Levántate, come! porque el viaje es demasiado largo para ti." Levantose pues, y comió, y bebió; y caminó en virtud de aquella comida." (1 Reyes 19:8, 9.)
Ved ahora lo que Dios hizo con su cansado siervo. Le dió bien de comer y le hizo que durmiese. Elías había hecho un trabajo espléndido, había corrido al lado de su carroza y como resultado, al reaccionar se hallaba cansado y abatido. Las necesidades físicas necesitan ser atendidas. Lo que muchas personas desean es dormir y que se les atiendan sus dolencias físicas. Hay muchos hombres y mujeres que van donde estuvo Elías --debajo del enebro. Para los tales, es muy consolador el oír las palabras del maestro: "El camino es demasiado largo para ti, y Yo vaya refrescarte." No confundamos el cansancio físico con la debilidad espiritual.
Peregrino en el desierto,
Guárdame, gran Jehová;
Yo soy débil, Tú potente;
Tu diestra me sostendrá.
Nútreme con pan del cielo
Que alimento al alma dá.
Abreme la fuente pura
Que mi mal ha de curar,
y la columna de fuego
Sea mi guía inmortal.
Oh, Defensor! Sé mi fuerza,
Mi escudo y seguridad.
Líbrame de todo miedo
Cuando me acerque al Jordán,
y al morir, contento y salvo
Desembárcame en Canaán;
y cantares de alabanza
Eternos he de entonar.
Diciembre 24
"Y había salido Isaac al campo a meditar a la hora de la tarde." (Génesis 24:63. Versión Moderna.)
Seriamos mejores Cristianos si estuviésemos a solas más tiempo con Dios. Haríamos mucho más si intentásemos hacer menos y gastásemos más tiempo en la soledad esperando en Dios. Estamos demasiado apegados al mundo. Nos afligimos con la idea de que no hacemos nada a no ser que estemos alborotando de una parte para otra. No creémos en el "retirarse a la soledad, en la sombra silenciosa." Como personas tenemos una mentalidad muy práctica. Creémos que desperdiciamos todo el tiempo que no invertimos haciendo algo. Sin embargo, no hay tiempo más provechoso que el que se invierte en la meditación a solas, en hablar con Dios, en mirar hacia el Cielo. Nunca es demasiado el tiempo que se gasta en la vida haciendo que el alma se comunique con Dios para que El la influencie como mejor le plazca.
Se ha dicho que "la meditación" es el domingo de la mente. Demos con frecuencia en estos días, un "domingo" a nuestra mente, durante el cual no hará ninguna clase de trabajo sino simplemente permanecer en calma, mirar hacia arriba y extenderse delante del Señor lo mismo que el bellón de Gedeón, para ser mojada y empapada con el rocio del cielo. Permitamos que haya intervalos cuando no tengamos nada que hacer, pensar o planear sino simplemente recostarnos en el regazo de la naturaleza y "descansar un poco."
El tiempo que así se gasta no es tiempo perdido. No puede decirse que el pescador desperdicia su tiempo cuando remienda su red, o el guadañero cuando se toma unos minutos para afilar su guadaña en lo alto de una cumbre. Aquellos que viven en la ciudad lo mejor que pueden hacer es seguir el ejemplo de Isaac, abandonar con la frecuencia que les sea posible, el alboroto y tumulto de la ciudad y marcharse al campo a meditar. Cuando uno está cansado a consecuencia del calor y del tumulto, la comunión con la naturaleza es muy consoladora y ejerce una gran influencia de paz y cura sobre el paciente. Un paseo por el campo, por la costa a través de las margaritas que se encuentran esparcidas por las praderas te refrescarán por completo y hará que tu corazón palpite con un nuevo gozo y esperanza.
"Será llamado Emmanuel ... Dios con nosotros." (Mateo 1:23, Versión Moderna.") "Príncipe de Paz." (Isaías 9:6.)
Hace algunos años se publicó una postal de Navidades que llamó mucho la atención, Dicha postal se titulaba, "Si Cristo no hubiese venido." Tenía su fundamento en las palabras de nuestro Salvador, "Si yo no hubiese venido." La postal representaba a un pastor evangélico que en la mañana de Navidad, se había quedado dormido en su despacho y soñaba en un mundo en que Jesús nunca había venido.
En su sueño, creía que estaba en su casa y no podía ver las botas y calcetines que en dicha festividad los niños colocan junto a la chimenea, ni campanitas de Navidad, ni coronas de acebo, ni Jesús para consolar, alegrar y salvar. Salió por las calles y no encontró iglesias con sus aspirales señalando hacia el cielo. Volvió a casa, se sentó en su biblioteca, pero todos los libros que hablaban del Maestro habían desaparecido.
Sonó la campanilla de la puerta y un joven le dijo que fuese a visitar a su pobre madre que estaba muriéndose. Inmediatamente se fué con el hijo desconsolado para confortar a la madre, y al llegar a la casa se sentó a la cabecera de la cama y dijo, "Tengo algo que podrá consolarla." Abrió su Biblia para buscar una promesa familiar, pero ella terminaba en Malaquías y no había ni Evangelio ni promesa de esperanza y salvación, así que lo único que pudo hacer fué inclinar su cabeza y llorar con ella con amargura y desesperación.
Dos días después, se encontraba junto el ataúd de la mujer, conduciendo su funeral, pero no había ningún mensaje de consuelo, ni palabras referentes a la gloriosa resurrección, ni un cielo abierto, sino solamente "polvo y polvo, cenizas y cenizas, "y una larga y eterna despedida." Finalmente se dió cuenta que "Él no había venido" y comenzó a llorar amargamente en su sueño pesaroso.
De repente despertó, y un gran grito de gozo y alabanza salió de sus labios cuando oyó cantar al coro de su iglesia que estaba junto a su casa:
"Venid, fieles todos, alegres y triunfantes,
Venid, venid y marchemos a Belén
y al Rey de los Ángeles nacido veremos,
Venid, adoremos a Cristo el Señor.
Alegrémonos y gocémonos hoy porque "El ha venido." Y recordemos la anunciación del ángel, "He aquí, os traigo nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo, que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor." (Lucas 2:10, 11.)
Pidamos a Dios que nos utilice para ayudar y extender Su reino entre aquellos que viven en países paganos y carecen de un bendito día de Navidades. "!Id, comed carnes gordas, y bebed vinos sabrosos y ENVIAD PORCIONES A AQUELLOS PARA QUIENES NADIE HA HECHO PROVISIÓN!" (Nehemías 8:10. Versión Moderna.)
Diciembre 26
"Sentáos aquí, hasta que vaya allí y ore." (Mateo 26:36.)
Es una cosa muy penosa el no tener que hacer nada en tiempo de crisis. En el Jardín de Gethsetnaní, de los once discípulos, a ocho se les dejó sin hacer nada. Jesús marchó al frente a orar; Pedro, Jacobo y Juan . se fueron al centro para velar y los demás discípulos se sentaron en la parte posterior para esperar. Yo creo que aquellos que se quedaron detrás murmuraron. Estuvieron en el jardín, pero eso es todo lo que hicieron, en el cultivo de sus flores no tomaron parte alguna. Era un tiempo de crisis, de tempestad, de gran importancia y no obstante no se les permitió hacer trabajo alguno.
Tanto tú como yo a menudo hemos sentido esa experiencia y disgusto. Puede suceder que ahí se nos presente una gran oportunidad para servir cristianamente. A algunos se les envía al frente, a otros al centro, pero a nosotros se nos ha formado para que permanezcamos detrás. Quizás nos ha visitado la enfermedad, la pobreza o la deshonra y nos sentimos muy apenados. No podemos comprender el porqué se nos ha excluído de tomar parte en la vida cristiana. Parece ser una cosa injusta que después de habérsenos permitido entrar en el jardín, no se nos haya asignado el hacer algo en el mismo.
i Cálmate, alma mía, tú interpretas malamente los designios de Dios! Tú no estás excluido de tomar una parte en la vida cristiana. ¿Crées que en el jardín del Señor existe un lugar solamente para aquellos que andan y para aquellos que permanecen derechos? Nó, posée un lugar consagrado para aquellos que están obligados a sentarse. En un verbo hay tres voces, activa, pasiva y neutra. Así, también, hay tres voces en el verbo "vivir" de Cristo. Hay la voz activa, que es la de las almas que velan, van al frente y luchan hasta el amanecer. La voz pasiva, o sea la de las almas que velan, permanecen en el centro y cuenta a otros el progreso de la lucha. Y por último, existen las almas neutrales, que son aquellas que ni luchan, ni son espectadoras de la lucha, sino simplemente lo que tienen que hacer es recostarse.
Cuando paséis por esa experiencia, recordad que no estáis excluidos. Recordad que es Cristo el que dice, "Sentáos aquí." Vuestro lugar en el jardín también ha sido consagrado. Posee un lugar especial. No es "el lugar de la lucha" ni el "lugar de velar," sino "el lugar de esperar." Muchas personas vienen a este mundo no para realizar grandes obras, ni para llevar grandes cargas, sino solamente para existir; ellas representan los verbos en la forma neutra. Son las flores del jardín que no se les ha asignado una misión activa. No han adornado ninguna mesa y han pasado desapercibidas de Pedro, Jacobo y Juán. Pero han alegrado la vista de Jesús. Meramente con su perfume y belleza han agradado a Jesús; con solo la preservación de su amabilidad en el valle han elevado el corazón del Maestro. Tu no tienes necesidad de murmurar, si eres una de esta flores! -Seleccionado.
Diciembre 27
"En hierro fué puesta su persona," (Salmo 105:18.)
Si tomas esta frase y la traduces en nuestro lenguaje corriente, puedes leerla del modo siguiente, "El hierro penetró en su alma." ¿No es ésto cierto? La aflicción y las privaciones, el yugo llevado en la juventud y el refrenamiento forzado en el alma, son cosas que conducen a una tenacidad de hierro, a un grandísimo propósito y a una perseverancia y fortaleza que son la fundación indispensable y el armazón de un carácter noble.
No huyas del sufrimiento, sopórtalo silenciosamente con paciencia y resignación, y ten la seguridad de que es el medio que Dios está utilizando para infundir hierro en tu vida espiritual. El mundo desea batallones de hierro, tendones de hierro y músculos de acero. Dios desea santos de hierro, y como el único medio de introducir hierro en la naturaleza moral del hombre es el sufrimiento, por eso Él permite que sufra el hombre.
¿Estás pasando los mejores años de tu vida en una forzada monotonía? ¿Te encuentras sitiado por la oposición, la mala interpretación y el desprecio, lo mismo que el explorador de los bosques se encuentra sitiado por la maleza espesa? Entonces, toma aliento, el tiempo no lo estás desperdiciando, Dios está haciendo que pases por un régimen de hierro. La corona de hierro del sufrimiento, precede a la corona de oro de la gloria. El hierro se está introduciendo en tu alma para fortalecerte y darte valor.-F. B. Meyer.
Diciembre 28
"Gozáos siempre en el Señor; otra vez digo que os gocéis." (Filipenses 4:4.)
Alegría, cristianos,
Alegría y valor,
Que el Señor
Las cadenas quebrantó
Que preso retenían
Al mísero mortal;
y del mal
Para siempre le libró.
Alegría, cristianos,
Alegría y valor,
Que el Señor
Fué colgado en una cruz,
En el cruel madero
Las culpas del infiel
Pagó El;
Para darnos paz y luz,
Poniendo al pecador
Corona de laurel,
Para que more en su verjel.
Alegría, cristianos,
Alegría y valor,
Que el Señor
Por nosotros bajará
y nuestros pobres cuerpos
Habrá de transformar,
Ya gozar
A Sión nos llevará.
Dulcísimo Pastor,
No tardes en llegar",
Ven, tus ovejas a buscar.
Diciembre 29
"Levantáos ... porque hemos explorado la región y hemos visto que es muy buena: i Y vosotros os estáis quedos? No seáis perezosos en poneros en marcha para ir a poseer la tierra ... pues que Dios la ha entregado en vuestras manos; lugar donde no hay falta de cosa que sea en la tierra." (Jueces 18:9, 10.)
Levantaos! Luego entonces, hay algo definitivo que tenemos que hacer. Nada es nuestro a no ser que lo tomemos. "Los hijos de José, Manasseh y Ephraim, tomaron su herencia." (Josué 16:4.) "La casa de Jacob poseerá sus posesiones" (Abdías 17.) "El recto poseerá buenas cosas."
Necesitamos tener la fé de posesión con respecto a las promesas de Dios. Debemos de hacer la Palabra de Dios nuestra propia posesión personal. Una vez se le preguntó a un niño, en qué consistía la fé de posesión y respondió, "Consiste en tomar un lápiz y subrayar en la Biblia lo que dice ésto es mío, ésto me pertenece."
Toma cualquier palabra que te guste de las que Él ha hablado y dí, "Esa palabra es mi palabra." Pón tu dedo sobre una promesa y dí: "Es mía." ¿Cuántos deseos de Cristo has cumplido durante tu vida?
“Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo que yo tengo es tuyo." No pierdas tu herencia por descuido y falta de fé activa poseedora.
"Cuando la fé vá al mercado, siempre lleva su cesto."
Diciembre 30
"Pedro era guardado en la cárcel; “ y la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él." (Hechos 12:5.)
Pedro estaba en la prisión esperando su ejecución. La iglesia no poseía ni influencia ni poder humano para salvarle. No había ayuda terrenal, pero había ayuda que podía obtenerse del cielo, y para obtenerla, los miembros de la iglesia se pusieron a orar con mucho fervor. Dios envió Su ángel, quien despertó a Pedro de su sueño y lo condujo hasta la puerta de hierro, la cual se abrió por sí misma y Pedro fué libertado. Quizás haya alguna puerta de hierro en tu vida que te ha cerrado el camino y lo mismo que el pájaro enjaulado te has golpeado contra los barrotes, pero en vez de ayudarte, te has caído lastimado y cansado por completo. Hay un secreto que tienes que aprender, y éste es, el de la oración que crée, y una vez que lo descubras y llegues a la puerta de hierro, ésta se te abrirá por sí misma. Cuanto desperdicio de energía y disgustos desagradables te evitarías si aprendieses a orar de la forma que lo hizo la iglesia en el alto aposento. Si tú aprendes a orar, no con tu propia fé, sino con la fé de Dios, entonces las dificultades insuperables desaparecerán y las circunstancias adversas te serán favorables. Almas aprisionadas han esperado que se les abra la puerta durante muchos años; los seres queridos que están apartados de Cristo y atados por Satanás, serán liberados cuando oren y crean definitivamente en Dios.- C. H. P.
Las necesidades urgentes requieren una oración muy intensa. Cuando el hombre se convierte a la oración, entonces no hay nada que pueda resistir su contacto. Una oración que abarcó todo un ser fué la de Elías cuando estaba inclinado sobre la tierra en el Carmelo con el rostro entre sus rodillas. No se mencionan ningunas palabras. A veces no es posible expresar la oración con palabras cuando los sentimientos son demasiado profundos. Todo su ser estaba en contacto con Dios y dirigido contra todas las fuerzas diabólicas, las cuales no podían resistir tal forma de oración. Hay una grandísima necesidad de esta clase de oración.
"Frecuentemente, los gemidos que no pueden expresarse son oraciones que no se pueden escuchar."-C. H. Spurgeon.
Diciembre 31
"Hasta aquí nos ayudó Jehová." (1 Samuel 7:12.)
La palabra “hasta aquí” se parece a una mano señalando al pasado. ¡Veinte años o setenta, y no obstante, "hasta aquí nos ayudó el Señor!" En estado de pobreza, en la riqueza, enfermedad, salud; en nuestro país o en el extranjero, en tierra o mar; en la honra y deshonra, en la perplejidad, en la alegría, en la prueba, en el triunfo, en la oración, en la tentación, "hasta aquí nos ayudó el Señor."
Nosotros nos gozamos mirando a lo largo de una avenida de árboles. Es delicioso el contemplar desde el extremo de una larga vista, una especie de templo verde con columnas de ramas de árboles y arcos de hojas. Aún así, echa una mirada retrospectiva a los largos sufrimientos de tus años, a las ramas verdes de misericordia que han ceñido tu cabeza y a las columnas fuertes, cariñosas y fieles que sostienen tu alegría.
¿No hay en las ramas de más allá algunos pájaros cantando? Con toda seguridad debe de haber muchos y todos cantan acerca de la gloria que "hasta aquí" han recibido.
Pero la palabra también señala hacia adelante. Porque cuando una persona llega hasta un cierto lugar y escribe "hasta aquí," aún no ha llegado al fin, hay que atravesar otras distancias para ello. Más pruebas, más alegrías, más tentaciones, más triunfos, más oraciones, más victorias, y después viene la enfermedad, la vejez y la muerte.
¿Pero termina aquí todo? ¡No! hay más aún; un despertamiento a la semejanza de Jesús, tronos, arpas, canciones, salmos, vestidos blancos, el rostro de Jesús, la sociedad de los santos, la gloria de Dios, la plenitud de la eternidad, la felicidad sin límites. Oh, creyente, toma aliento y eleva con confianza y gratitud tu "Ebenezer," por que "El que hasta aquí te ha ayudado, te ayudará a través de todo el camino."
Que perspectiva tan gloriosa y maravillosa ha de revelar a tu ojo agradecido tu "hasta aquí," cuando lo leas con la luz Celestial.-C. H. Spurgeon.
Los pastores alpinos tienen la magnífica costumbre de terminar el día cantándose el uno al otro una canción nocturna de despedida. El aire es tan cristalino que hace que la canción se oiga a largas distancias. Cuando empieza a anochecer, reúne el ganado y lo conducen cantando por los senderos: "Hasta aquí el Señor me ha ayudado. Alabemos Su nombre!"
y por último, con gran amabilidad cantan los unos a los otros la amistosa despedida: "Buenas noches, buenas noches!" El eco de éstas palabras pasa resonando suavemente de una parte a otra hasta que desaparece a larga distancia.
Así que llamémonos los unos a los otros por medio de la oscuridad, hasta que la oscuridad adquiera el sonido de muchas voces que alientan al ejército peregrino. Deja que los ecos se reúnan hasta que truene una verdadera tormenta de aleluyas alrededor del trono de Zafiro y al amanecer nos encontrarémos al borde del mar de cristal, gritando con el ejército redimido, "Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la bendición, y la honra, y la gloria, y el poder, para siempre jamás."
"Esta es mi canción a través de los siglos sin fin,' Jesús me guió por todo el camino."
"!Y OTRA VEZ DIJERON, ALELUYA!" (Apocalipsis 19:3.)