¡Cómo ser bendecida! – “Toma tu trono”

La Promesa del día: “Tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado”.  Eclesiastés 3:2 

La semana pasada terminé con estos emocionantes versos:

Efesios 3:20 TLB

“Now glory be to God, who by his mighty power at work within us is able to do far more than we would ever dare to ask or even dream of—infinitely beyond our highest prayers, desires, thoughts, or hopes.” ["Ahora Gloria a Dios, que por su gran poder que actúa en nosotros es capaz de hacer mucho más de lo que alguna vez se atreven a pedir o incluso soñar—infinitamente más allá de nuestras oraciones más altas, deseos, pensamientos o esperanzas"].

The Message [El Mensaje]—

"God can do anything, you know—far more than you could ever imagine or guess or request in your wildest dreams!” [Dios puede hacer cualquier cosa, ya sabes, mucho más de lo que puedas imaginar o adivinar o pedir en tus sueños más extravagantes!"].

Isaías 30:18

“Por eso el Señor los espera, para tenerles piedad; por eso se LEVANTA para mostrarles compasión. Porque el SEÑOR es un Dios de justicia. ¡Dichosos todos los que en él esperan!”

Esta semana quiero mostrarle un ejemplo perfecto de este principio que se encuentra en la Biblia. La historia sobre el rey David nos cuenta que fue ungido rey mucho antes de que él tomara su trono. Así que ¿por qué tardó tanto tiempo desde que fue ungido para ser rey hasta que accedió al trono? Fue por la misma razón por la que muchas de nosotras aún no hemos experimentado nuestras "oraciones, deseos, pensamientos o esperanzas" más allá de nuestros sueños más “extravagantes". Fue debido a que el rey David tenía (y tenemos) muchas cosas que aprender antes de estar listo para tomar su (nuestro) legítimo lugar para el cual estaba s ungido y había sido ordenado. Una cosa que el rey David tuvo que aprender (y aprendió bien) fue a honrar a la autoridad mala o cruel con el fin de ganarse el favor de Dios.

1 Pedro 2:17-20 explica este principio con claridad. “Honren a todos los hombres, amen a los hermanos, teman (reverencien) a Dios, honren al rey. Siervos, estén sujetos a sus amos con todo respeto, no sólo a los que son buenos y afables, sino también a los que son insoportables. Porque esto halla gracia, si por causa de la conciencia ante Dios, alguien sobrelleva penalidades sufriendo INJUSTAMENTE. Pues ¿qué mérito hay, si cuando ustedes pecan y son tratados con severidad lo soportan con paciencia? Pero si cuando hacen lo bueno sufren por ello y lo soportan con paciencia, ESTO halla gracia con Dios.”

Sabemos, leyendo la Biblia, que el rey anterior a David, el rey Saúl, era más que desagradable; él era despiadado y realmente trató de matar a David. ¿Podría ser que Dios no sólo "permitió" que esto sucediera para el bien de David, sino que actualmente lo ordenó?

1 Samuel 16:14 nos dice, El Espíritu del SEÑOR se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte del SEÑOR lo atormentaba”.

Entonces, de nuevo, en 1 Samuel 16:23 dice, Sucedía que cuando el espíritu malo de parte de Dios venía a Saúl, David tomaba el arpa, la tocaba hábilmente con su mano, y Saúl se calmaba y se ponía bien, y el espíritu malo se apartaba de él”.

Y luego otra vez lo vemos más adelante en 1 Samuel 18:10 dice, “Y aconteció al día siguiente que un espíritu malo DE PARTE de Dios se apoderó de Saúl, y éste deliraba en medio de la casa, mientras David tocaba el arpa con su mano como de costumbre. Saúl tenía la lanza en la mano”.

Si miramos con honestidad estos versos, sólo podemos llegar a una conclusión: ¡que Dios permite situaciones malas para poder BENDECIRNOS!

Pablo escribió en 2 Corintios 12:10: “Por eso me complazco en las debilidades, en insultos (maltratos), en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”

Leyendo la Biblia, sabemos que David finalmente comprendió este PODEROSO principio. Vamos a leer estos pasajes para ver como David comenzó a cambiar y a madurar en el transcurso de los años inmediatamente anteriores a que él fuera coronado rey.

2 Samuel 16:5-13 Al llegar el rey David a Bahurim, entonces, salió de allí un hombre de la familia de la casa de Saúl que se llamaba Simei, hijo de Gera. Cuando salió, iba maldiciendo, y tiraba piedras a David y a todos los siervos del rey David, aunque todo el pueblo y todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda. Así decía Simei mientras maldecía: “¡Fuera, fuera, hombre sanguinario e indigno! El SEÑOR ha hecho volver sobre ti toda la sangre derramada de la casa de Saúl, en cuyo lugar has reinado; el SEÑOR ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón. Aquí estás prendido en tu propia maldad, porque eres hombre sanguinario”.

Entonces Abisai, hijo de Sarvia, dijo al rey: “¿Por qué ha de maldecir este perro muerto a mi señor el rey? Déjeme que vaya ahora y le corte la cabeza”. Pero el rey dijo: “¿Qué tengo yo que ver con ustedes, hijos de Sarvia? Si él maldice, y si el SEÑOR le ha dicho: ‘Maldice a David,’ ¿quién, pues, le dirá: ‘¿Por qué has hecho esto?’” Entonces David dijo a Abisai y a todos sus siervos: “Mi hijo que salió de mis entrañas busca mi vida; ¿cuánto más entonces este Benjamita? Déjenlo, que siga maldiciendo, porque el SEÑOR se lo ha dicho. Quizá el SEÑOR mire mi aflicción y me devuelva bien por su maldición de hoy”. Así pues, David y sus hombres siguieron su camino; y Simei iba por el lado del monte paralelo a él, y mientras iba lo maldecía, le tiraba piedras y le arrojaba polvo”.

No nos olvidemos de que David ya era el rey cuando estuvo dispuesto a recibir este tipo de trato. Sin embargo, David APRENDIÓ este principio tan bien que aquí vio una OPORTUNIDAD para una bendición; "tal vez" el Señor le correspondería con bien para él, por lo que no quería que nadie parara los insultos o dejara de arrojarle piedras y polvo.

David ya había sido difamado por su propio hijo y ahora no estaba en su palacio, en su trono (donde Dios le había puesto y le había ungido). En cambio, se encontraba en una ladera sucia y por encima de él ¡había hombres maldiciendo, lanzando piedras y polvo al rey!

Muchos de nosotros somos insultados y nos ofendemos (y recientemente es común escuchar que la gente dice que se le ha "faltado al respeto") por cosas que están muy lejos de este tipo de trato, y ¡no muchos somos reyes! Y ¿qué tan pronto nos olvidamos del trato que Jesús soportó por nosotros?

Yo no sé ustedes, pero yo estoy (poco a poco, sin duda) comenzado a comprender que ¡todo lo que Jesús pasó fue lo que realmente marcó el comienzo de la FUERZA espiritual que superó mis pecados y me liberó de la muerte!

Los insultos, la traición, las tentaciones, los azotes, la corona de espinas, los gobernantes crueles, los insultos de incluso el ladrón que colgaba al lado de él en la cruz -¡todo esto MULTIPLICÓ el PODER que Jesús usó para redimirnos de nuestros pecados!

Para el mundo, soportar la cruz siempre parece una derrota. Y a menudo se burlarán de nosotros por soportar en lugar de defendernos. Sin embargo, para aquellos con ojos espirituales, esto se convertirá en la oportunidad que Dios creó y formó únicamente, sólo para nosotros, para darnos, a los redimidos, el PODER sobre nuestros pecados y nuestro dolor.

Es una bendición lo que damos después de un insulto o un mal que se nos ha hecho, entonces nunca se quede corta en dar una bendición, la cual usted y yo hemos sido diseñadas para heredar. Nunca se conforme con simplemente renunciar a la satisfacción carnal de devolver un insulto o mal hecho. Asegúrese de tomar la oportunidad que Dios le ha dado y aprovecharla.

Es en el honor de estar "sin abrigo" y en el salto a su paso por el "segundo o tercer kilómetro" cuando usted ya está cansada, cuando usted comenzará a sentir el poder previsto.

Es EN este estado cuando y donde encontramos el PODER para cambiar nuestro mundo.

¡¡Este es el PODER que la catapultará sobre el límite para cada bendición prometida!!

Ahora es momento de hacer su...