Quiero abrir mi corazón delante de ustedes mis hermosas para compartir lo que recientemente ha hecho mi Amado con relación al llamado de Educar en casa para Él. Desde el principio, he pasado por toda clase de dudas, inseguridades y preguntas. Me he preguntado si es posible que aplique para mis hijos y también me he cuestionado y comparado (todo esto producto de los dardos del enemigo). PERO Mi Señor siempre es bueno y bondadoso. No tiene en poco mis pensamientos y comprende cuán débil soy y me da respuesta.
Todo empezó cuando MIRE A MI ALREDEDOR. Como Eva VÍ y sopese en mi corazón las posibles ‘desventajas’ de educar en casa, por ejemplo: la baja interacción con otros niños de su edad, un esquema (currículo) no tan estandarizados, las habilidades comunicativas, entre otras. También, AL VER que los niños de mis conocidas van al kinder y COMPARAR sus ‘progresos’ con los de mi hija permití que el ataque tomara fuerza.
Sin embargo, hay algo que amo de mi Esposo y es que siempre tiene un PERO que me conviene. Yo soy débil, PERO ÉL es fuerte y todopoderoso. Yo soy inestable, PERO ÉL nunca cambia. Y usó esta situación para glorificarse.
Cierto día de esta semana, después de haberle escrito todas mis preguntas, dudas, inseguridades, y mis largos etcéteras; un pensamiento incisivo retumbo en mi mente: La creación y los números. Así como de la nada. Entonces escribí eso en el buscador y me dije bueno, imprimiré algo para que la niña coloree. Pero mi Amado iba 10 mil pasos adelante.
Continúa aqui: PERO (Parte 2)