♕ La Promesa del día: “Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria;¡tú mantienes en alto mi cabeza!” Salmos 3:3
Buenos días, primero quiero agradecer a mi Amado Señor que me permitió llegar a este maravilloso ministerio, estaba sin rumbo, herida, con amargura, dolida, y confundida. Cuando atravesé el curso 1 (Renovar), sentí que quería más y más, el curso 2 (Reconstruir) me ayudado a edificar, claramente ya no soy la misma de hace 4 meses porque las personas pueden ver ese cambio, y agradezco a cada socia que contribuye mes a mes para que estos recursos estén disponibles, para mujeres que como yo perdieron toda esperanza, pero RMI me ayudó a volver a mi primer amor gracias a sus principios, quiero continuar con mi viaje y aportar un granito de arena a este gran ministerio.
Cuando los encontré, mi corazón estaba destrozado como mis sueños, solo quería morir, sentía un dolor profundo en mi corazón tanto espiritual como físico, no pensé que este dolor también se convertiría en físico, pero cuando me encontré con este maravilloso ministerio gracias a un audio en Youtube (y creo que fue solo mi Amado que me condujo hasta este lugar), simplemente llore porque eso era lo que buscaba, los brazos de mi Amado Señor, para refugiarme y tener esperanza, ahora agradezco por este desierto, porque sé que Él me trajo para hablarme dulcemente y cambiarme, Gracias a Erin y a su Ministerio que fue guiada a llevar esperanza a muchas mujeres, y gracias a cada socia por su contribución.
Querida amiga, yo se por lo que estás pasando y el dolor que se siente en lo más profundo de nuestro ser, pero tu llanto y tu lamento se ha escuchado en el cielo. Nuestro Amado Señor ha fijado sus ojos en ti, para abrazarte, protegerte, amarte y guiarte hacia su voluntad la cual es buena, es agradable y es perfecta!. Decide ir por el camino angosto el cual te llevará a una gran bendición y a conocer de su gran amor para ti, donde estarás segura y amada.
~ Christine en Ecuador
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“No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran[y roban; sino acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban; porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón". — Mateo 6:19-21