En junio del año pasado mi esposo y yo tuvimos varias discusiones como nunca, al punto tal que el me dijo que se quería separar de mí, yo no lo había identificado pero tenía una dependencia emocional muy fuerte hacia él, cuando el me dijo eso tome muchas decisiones a la ligera…
las cuales me llevaron a irme de la casa… pase días demasiado duros, al extremo de pensar en quitarme la vida, pero Dios siempre estuvo ahí, guardando mi vida… luego de unas semanas tome la decisión de orar por mi matrimonio sabiendo que para Dios no había nada imposible,
ayune, empecé a dedicarle más tiempo a mi relación con Dios, y Dios hizo el milagro puso una venda en mi corazón tan poderosa que evitó que yo continuará con esa tristeza profunda, empece a conocer a Dios como mi esposo, le cantaba canciones de amor, le hacía cartas,
paseábamos juntos los fines de semana, y todas las noches podía sentir como se dormía a mi lado y me calentaba… sin duda fue el mejor tiempo con Dios… poco a poco Dios me hizo una mujer de espíritu suave y apacible… tanto así que cuando mi esposo me llamaba furioso yo podía contestarle con gran amabilidad, pero no era yo, era el Espíritu Santo a través de mí… Dios fue tan especial en este tiempo que puedo decir que realmente aprendí a hacer feliz… a través de ministerio de RMI y restaurada en gracia aprendí valiosas lecciones para aprender a soltar, encontrarme con Dios y dejarme moldear por Él.
Hubo un momento de este proceso que vinieron tentaciones, otros hombres y aunque soy demasiado débil, Dios nunca me dejo caer, Él tenía algo más grande para mí…un día decidí entregarle mis sueños y mis anhelos a Dios, morí sinceramente a ellos y le pedí a Dios en una
cabaña solos que hiciera Su voluntad… Y Dios es tan hermoso, tan maravilloso, que ese día al regresar a la ciudad, mi esposo me llamo y me invitó a la casa de sus papas, al llegar pude ver en su mirada un hombre diferente, arrepentido, me pidió que empezáramos de nuevo, y aunque no les niego han habido cosas difíciles de aceptar, reconozco que yo falle al no confiar totalmente en el verdadero amor de Dios, era religiosa, necia y rencillosa… pero Dios uso este proceso para
probarme como el oro, y gracias a Su amor por mí, hoy me parezco más a la mujer que el diseño para que yo fuera… Mujeres Dios es más que suficiente para suplir cada una de nuestras necesidades… las invito a creer en Él, a disfrutar Su vida junto a Él, pues a Su tiempo nos
dará la añadidura!!!
Mi promesa favorita es Isaías 43:18-19, pues Él hace todo nuevo…. no como lo esperamos sino como Él sabe que nos conviene, Él sencillamente es maravilloso!.
~Julica