♕ La Promesa del día: “Señor, escucha mi oración, atiende mis ruegos; respóndeme por tu lealtad, por tu justicia”. Salmos 143:1
Estoy completamente sorprendida con el poder de la oración y cómo el Señor responde de maneras únicas que fortalecen nuestra fe. Mi esposo terrenal había tomado la decisión de vender nuestro carrito porque era muy pequeño para nosotros 5 y además los repuestos eran muy difíciles de conseguir. Debo decir que esta situación no me gustó mucho, sin embargo lo apoyé y empecé a orar.
Mi esposo le pidió ayuda a mi suegra para hacer un préstamo y con el dinero de la venta del carro, poder comprar un carro alto, porque en la zona que vivimos las calles están muy deterioradas.
El fin de semana tuvimos unas luchas muy fuertes, porque mi esposo no quería orar por la venta del carro y yo siempre he sido muy cobarde para tomar decisiones sin la ayuda del Señor, y cómo él no estaba poniendo a Dios en el centro yo me sentía insegura. Discutimos en varias ocasiones y el sábado por la noche rendí toda la situación al Señor.
El domingo por la mañana recibimos más de veinte solicitudes para ver el carro y yo me asombré porque tenía más de una semana de estar publicado y nadie lo quería. Le pregunté a mi esposo que había pasado y me dijo, estese tranquila ya yo oré y Dios nos va ayudar. Wow el Señor había tocado su corazón y lo estaba dirigiendo. Ese domingo el carro ya tenía un comprador.
El lunes mi esposo me pidió que lo acompañara a entregar el carro y como era a una hora de distancia de donde vivimos, dejamos a las niñas con la niñera, porque en Costa Rica estamos en huelga nacional y no sabíamos cuánto tiempo íbamos a tardar. Antes de salir oramos y le pedimos al Señor que de ser posible, pudiéramos comprar otro carro y venirnos de una vez en el mismo.
Ya mi esposo había visto un carro que le gustaba y cuando llegamos a San José, llamamos al señor del carro para que nos lo mostrara. Antes de ir, mi esposo oró por una confirmación del Señor. Nos dirigimos al lugar y para nuestra sorpresa el señor nunca se presentó, nos dejó plantados, y nos pusimos sumamente tristes. Nos fuimos a almorzar y yo seguía orando para que Dios llenara de fe mi esposo. En cuestión de minutos se le iluminó la cara y me dijo, Dios me acaba de mostrar el carro que va a ser para nosotros y yo le dije que si estaba seguro. Él me contestó que sí, y se puso super nervioso, nos dirigimos al lugar y vimos el carro. Era justamente lo que estábamos buscando. La familia que lo tenía es cristiana y nos comentó que nos iban a rebajar el precio del carro, lo que nos pareció increíble, y no sólo eso.
Mientras esperábamos al abogado para que llegara al lugar donde estábamos, el comprador de nuestro carrito llegó ahí también.
¡¡Gloria a Dios que todo lo hace perfecto!! Él abrió un camino donde todo parecía perdido, nos dio fuerzas y renovó nuestra fe y esperanza. No podíamos creer que todo estaba fluyendo y no tuvimos que movernos a ningún otro lugar. Fue increíble.
Lo que más alegría me dio fue ver la fe de mi esposo y cómo el Señor lo está preparando para ser el líder espiritual que tiene que ser. Y no sólo eso, como el Señor contestó mi oración de afirmar la fe de él para que su relación crezca.
Este día fue un día de milagros y oraciones contestadas en segundos. Nuestro Esposo Celestial nos ayuda y allana el camino, y prepara todo sin que tengamos que mover un dedo y eso queridas es el verdadero testimonio y el único milagro.
~ Isabella en Costa Rica