♕ La Promesa del día: “En las manos del Señor el corazón del rey es como un río sigue el curso que el Señor le ha trazado”. Proverbios 21:1
Queridas hermanas envío este testimonio de alabanza para compartir lo maravilloso que ha sido mi amado Esposo Celestial. Al momento de escribir este mensaje llevo 10 meses de tener mi matrimonio restaurado, sin embargo, recién estoy llenando los formularios para poder compartir con ustedes la obra de Dios.
Como la mayoría de mujeres cuando atravesamos por una crisis matrimonial buscamos desesperadamente ayuda y gracias a Dios me llevó primero a escuchar el audiolibro de "Cómo Dios puede y va a restaurar su Matrimonio", buscando más, llegué al ministerio de Restaurada en Gracia y con su ayuda pude discernir y entender mejor el libro.
A pesar de venir de una familia católica nunca leí la Biblia y debo reconocer que tampoco asistía regularmente a una iglesia, sólo iba a algunas misas y obviamente también cuando estaba en problemas.
El empezar a leer el libro me llevó a confrontarme con mis propios errores, pero también me llevó a encontrar las hermosas promesas que Dios tiene para nosotros. La primera frase del libro que me cautivó fue: "Para DIOS no hay imposibles" tan profundo me llegó esta frase que decidí seguir todos los principios del libro.
Aquellos que sabían de mi situación me decían: "Tu matrimonio ya no tiene solución", incluso el pastor que en ese momento frecuentaba me dijo: "Separate porque él no va a cambiar" sin embargo, yo decidí creerle a Dios.
Doy gracias a Dios por llevarme al desierto para hablarme de Su amor y de los planes que tiene para mí. Conocer a mi Amado me ha cambiado la vida, siempre me consideré una persona creyente y que según yo, tenía una relación con Dios pero que equivocada estaba; era una farisea, sólo buscaba a Dios en momentos de crisis o cuando quería pedirle algo puntual como cuando le pedí embarazarme de mi segunda hija.
Como lo dije antes yo vengo de una familia católica así que cada vez que quería algo de Dios iba corriendo a la iglesia y si ya era tarde hasta lloraba porque la iglesia ya estaba cerrada, gracias a Dios Él tuvo paciencia conmigo y a pesar de mi ignorancia Él no tomaba en cuenta mi idolatría sino mi fe pues jamás dejó una de mis oraciones sin responder. Cuando miro hacia atrás veo lo ciega que había sido, pero doy gracias a mi Amado por esperarme.
Cuando empecé a leer el libro y con él, la Biblia, entendí que Dios no estaba encerrado en una iglesia, sino que siempre estuvo y está a mi lado. Cuando vi su imagen crucificada pude ver su dolor y su sacrificio para el perdón de mis pecados, pude reconocer que yo no merecía nada de Él y, sin embargo, siempre me lo dio todo. Ese fue nuestro primer encuentro después de ver por años esa imagen, pero no entender su significado y de repente Él me abrió los ojos y me mostró Su amor, me mostró que siempre estuvo como un enamorado paciente que no se atreve a declararse pero que espera que uno se dé cuenta de Su amor.
Caí rendida a Sus pies, avergonzada por no haberlo visto antes, por no escuchar Su voz por utilizarlo a mi conveniencia por serle infiel con mi esposo, me dolió mucho reconocer todo esto, pero luego pude sentir su abrazo y Su voz diciéndome: “no te preocupes desde ahora ya nadie nos separa”.
Realmente agradezco por ésta crisis que me llevó a conocerlo y si Él me diera a escoger retroceder el tiempo y borrar los momentos dolorosos con mi ET pero seguir siendo como antes, le diría: "No, no cambio Tu amor por nada ni por nadie".
Al entregarme, Sus promesas las he visto cumplirse una a una, cada día me conquista más, ya no puedo hacer nada sin Él, cocino, limpio, salgo o despido a mi ET y a mis hijas poniendo todo en Sus manos.
Hoy realmente disfruto de la vida abundante que Él tiene para mí y digo: "Amado, Tú eres todo lo que quiero, Tú eres todo lo que necesito; contigo lo tengo todo, sin Ti no tengo nada, sin Ti no soy nada"
Muchas veces he reclamado Proverbios 21:1 y la he visto cumplirse, es una de mis favoritas.
~ Giselle en Perú