Quiero alabar y agradecer a Dios por su bondad, por su amor, por su compasión y sus misericordias. Porque sé que no soy digna de ninguna de sus maravillas, pero El en su amor eterno me permite gozar de muchas bendiciones inmerecidas.
Debo confesar que me ha costado mucho este camino, creo que algunas personas somos más difíciles que otras y no ha sido fácil para mí y sé que aún no estoy donde mi amado EC quiere que esté y le pido a Él que siga transformando mi corazón para parecerme más a Él y poder encontrarle como mi todo, para poder servirle, honrarle, alabarle como Él lo merece.
Llevo 10 meses de estar separada de mi esposo terrenal y en todo este tiempo nunca me había llamado solo porque quería platicar conmigo y saber cómo estaba. Eso sucedió el día de hoy mientras estaba en oración con mi amado EC, mi ET me llamó porque quería saber de mí y hablamos casi por una hora después de tanto tiempo sin hablar. Sé que esto es obra de Dios, no puede ser de otra manera, así que toda la gloria y honra es para Él, y me siento tan agradecida con Él porque puedo ver cómo ha empezado a volver el corazón de mi ET hacia mí. Durante nuestra conversación me mencionó varias cosas con las que ha pensado en mí y en mi familia y sé que sin duda alguna Dios está trabajando en él y en su corazón. Además ofreció nuevamente ayudarme económicamente, gloria a Dios.
Justamente esta semana he estado tratando de ya no enfocarme en nada de mi situación y de mi matrimonio, y de controlar pensamientos y sentimientos negativos, y de soltar y confiar en que Dios ha escuchado mis oraciones ya y que Él en su debido tiempo hará su obra. Que yo debo descansar y reposar en Él y en sus promesas y enfocarme en deleitarme en Él, porque es allí donde está mi gozo.
Mi amado EC es maravilloso, digno de nuestra alabanza y agradecimiento en todo tiempo. Gracias Señor Jesús por tu bondad y tu amor y por tener misericordia de mí y renovar mis fuerzas y mi fe. Te amo y glorifico tu Santo nombre Jesús.
“Nuestro Dios ama la justicia y quiere demostrarles cuánto los ama. En verdad, Dios ama a los que confían en él y desea mostrarles compasión.” – (Isaías 30:18)
~Pamela