Arrinconada

♕Promesa de hoy:  “Yo les enseñaré a todos tus hijos, y ellos disfrutarán de una gran paz. Estarás segura bajo un gobierno justo e imparcial; tus enemigos se mantendrán muy lejos. Vivirás en paz y el terror no se te acercará.” Isaías 54:13-14

Escribo este testimonio de alabanza desde la esquina en donde me siento arrinconada dispuesta a alabar y testificar de Su gran amor, eligiendo creer que todo obra para mi bien incluso cuando parezca lo contrario.

Primero, quiero dar gracias a mi Amado por todas las bendiciones que han fluido de manera sorprendente desde que abrace Sus promesas respecto al fruto de mi vientre y nuestro primer ministerio: la familia. Cuando mi viaje de maternidad comenzó todo era incierto (por la pandemia) y posteriormente se puso a prueba mi fe respecto a las finanzas del hogar, también al enfrentarme a mis propias ambiciones personales, la pérdida de mi segundo bebe, mi rutina, entre otros.

Mi Dios ha sido absolutamente bueno. Me ha ayudado una y otra vez cuando he sentido que tengo debilidades y fallas. Han sido incontables los momentos en los que he flaqueado porque he dudado de mis habilidades, no he tenido el conocimiento ante varias circunstancias, me he hecho consciente de mi falta instrucción o me negué a seguir un buen modelo o no hallé un ejemplo a seguir. Todas han sido mis debilidades. Pero Él ha venido supliendo todos y cada uno de mis desaciertos, ha llenado mis faltantes y me ha guiado un paso a la vez. Jamás ha permanecido indolente ni demasiado callado. Ha llegado justo a tiempo y cuando se ha tardado ha sido para enseñarme a confiar en Él.
Ahora mismo sé que se avecinan cambios. Y confieso que mi mente quiere ponerme en una situación de inseguridad y pánico. Y podrían pensar que estoy exagerando o llevando al extremo esta sensación pero ese es el modo en que siento abandonar el área de seguridad que he habitado por los últimos 3 años y medio.

Mi esposo terrenal me ha insistido en buscar un jardin de niños para que nuestra hija permanezca de 8 a 12 del día. Yo ya había sido reacia y aunque no he dicho mucho, la contención ha estado en mi corazón. Me niego y me inquieto. Pero esta vez al escucharlo decírmelo, callé por breves instantes y respondí pronto “ok, eso haremos”. Mi Amado sabe que fue como saltar al vacío.

Inmediatamente después el acusador apareció para decirme al oído “es tu culpa, no eres suficientemente buena, tampoco organizada y el prefiere que alguien más lo haga en tu lugar”. Me entristecí. Los argumentos de mi et (esposo terrenal) fueron: la niña necesita interacción con otros niños y necesitamos trabajar en la rutina. Frente al primer punto, bueno, es hija única, pero es sociable y amistosa. Más el segundo cae sobre mí porque he aprendido con los cursos que rutina del hogar gira en torno al horario del esposo, no de los hijos y eso ha sido todo un desafío porque mi esposo maneja a libertad su tiempo, eso incluye la hora de dormir y levantarse. Aunque han habido cambios, no han sido suficientes ni eficientes.

Señoras es una de mis debilidades, lo expongo para liberarme de la culpa y para quitarle poder al acusador. Ahora mismo, no sé cúal es el siguiente paso pero he elegido alabar a Dios por lo que ha hecho posible hasta ahora, por todas las barreras y temores que ya antes derribo, por cada día de aprendizaje en esta carrera de hacerme una trabajadora en casa y mamá. Sólo puedo dejarme caer en Sus brazos con todo y el miedo que tengo dentro. Elijo confiar en Él. Quiero creer que Él se haya mayor en mis debilidades. Elijo pensar que mi Amado está haciendo Su plan y que si para eso debo soltar Educar en el Hogar para Él será Su voluntad.

Y como dije antes, Él tampoco ha callado esta vez. Recordé que solo dos días antes de enfrentarme a esta petición de mi et (esposo terrenal) en mi tiempo de oración trajo a memoria una de sus promesas más profundas para mi en esta materia:

“Yo les enseñaré a todos tus hijos, y ellos disfrutarán de una gran paz. Estarás segura bajo un gobierno justo e imparcial; tus enemigos se mantendrán muy lejos. Vivirás en paz y el terror no se te acercará.” Isaías 54:13-14

Esta situación me muestra que no debo aferrarme a nada diferente a Él. Todo lo que soy, lo que hago, lo que puedo y aun lo que no puedo es por y para ÉL. Yo no me esperaba esto, pero Él sí sabía lo que está por suceder. Puede que administrar mi tiempo en casa sea un imposible por mi personalidad PERO no para Él. En apariencia, puede que el plan que me he planteado no sea eficiente, PERO Él tiene Su propio plan para mi y mis hijos. Es cierto que sigo batallando con mis tiempos, PERO en Sus manos están mis tiempos. Es parcialmente cierto que no tengo habilidades en ciertas áreas, PERO Su poder se intensifica en mi debilidad. Así es que para cada argumento en mi mente hay un PODEROSO e INDESTRUCTIBLE PERO de mi Amado Esposo Celestial.