A mi Amado y Dulce Señor, a Él solo sean los honores y las alabanzas!
He pasado por una crisis que me confirmó la fidelidad, cuidado y amor de Mi Bello Rey. Un día me regresaba de casa de mi mamá con mis hijos y mi ET (esposo terrenal) ya nos esperaba. Una cuñada me encargó que comprara unos artículos que salen más baratos en la ciudad donde estaba, ella le dio el dinero a mi ET y el me lo envió y pude comprar, hasta ahí todo iba perfecto; había pasado los mejores días con Mi Amado en casa de mi mamá, la noche anterior había estado orando y le decía al Señor que a partir de ese día empezaba de lleno con Él como el amor de mi vida y que por nada quería volver atrás, estaba feliz.
Ya teníamos media hora viajando cuando me percato de que no estaba el paquete con las compras de mi cuñada el cual había encargado a mi hijo mayor, quien lo dejó en el terminal, yo me enojé mucho y llamé su atención fuertemente, no sabía qué hacer, ya regresarme era imposible y mi
ET se enojaria muchísimo puesto que para colmo estábamos muy mal económicamente y no sería fácil reponer el dinero de lo perdido.
Me puse a llorar como una niña desconsolada y preguntaba a Dios por qué dejó que pasara eso pero le decía que confiaba en Él y lloré y lloré. Pensé en enviarle un mensaje a mi ET contando lo sucedido pero algo me decía que no y no le envié nada (el Señor ya tenía un plan) luego de orar, ya más calmada, puse alabanzas en mi celular y me fui el resto del viaje alabando a Mi Rey. También le pedí perdón a mi hijo pues su carita denotaba tristeza por la forma en que le hablé, todo lo puse en manos del Todopoderoso.
Llegamos y le comenté a mi ET lo que pasó (se detonó una bomba, literal) nos gritó y habló muy feo, incluso luego en casa de mi suegra pues allí viven mis cuñadas siguió muy enojado y me dijo que viera cómo pagaría lo que se perdió, me puse a llorar calladamente, no decía nada para responder a su actitud, solo recordaba “Si el Espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la mansedumbre hará cesar grandes ofensas” (Eclesiastés 10:4) y le decía a Dios que me ayudara pues no sabía y no tenía cómo solucionar el inconveniente.
Luego ya todo se calmó, mi ET seguía enojado pero ya no decía nada y en un momento salió de la casa y mi otra cuñada me llamó y me dijo que había escuchado el problema, que no me preocupara porque ella me daría el dinero para reponer lo perdido. GLORIA A MI AMADO Y PRECIOSO SEÑOR! Sentí un poco de vergüenza y pesar, pero al tiempo me sentí gozosa por dentro porque la fidelidad de Mi Amado no escatima jamás. Le alabé aún más y le di las gracias. Perdoné a mi ET por sus ofensas y pude notar que ya no duelen como antes me hubiera dolido, como cuando lo idolatraba, ahora estoy segura en Mi Señor!
Más tarde en mi casa, mi ET me pidió disculpas, me abrazó y me preguntó si deseaba comer para preparar algo… WoW, Mi Rey no se queda con nada, El es MARAVILLOSO. Lo mejor y que me dio mucha satisfacción fue que cuando mi cuñada recibió lo que le tenía que devolver me pidió que le disculpara pues se sentía mal y decía que tuve problemas en mi familia por culpa de ella, yo le dije que no había nada que disculpar que de todo Dios siempre tiene el control y le conté la actitud que su hermano tuvo después aquí en casa conmigo y ella viendo mi actitud me dijo que me admiraba y no lograba entender la mujer que soy, le dije alabemos juntas al Señor porque Él se lleva siempre la Gloria porque es Él quien hace todo para Honra y Gloria Suya!!! Esta crisis me hizo confiar más en Mi Amado!
Nada es por casualidad, todo es parte de Su Perfecto Plan!!! Tenemos un Dios ESPECTACULAR!!!
Sus Promesas
Eclesiastés 10:4 Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la mansedumbre hará cesar grandes ofensas.
~ Gip en Ecuador